37 EL MAR CON EL CIELOSerem no podía creer todo lo que estaba pasando, su cuerpo vibraba con aquel candor de no saber cómo ser la mejor amante.Era inexperta, no sabía cómo ser capaz de darle a él, tanto placer como el que estaba recibiendo. «!Que ciertamente era mucho!»Quería adorarlo, expresar todo lo que estaba sintiendo en el cuerpo y en la mente, pero solo permanecía inmóvil allí, mientras que él era capaz de hacer su magia. Adoraba sentirse de aquel hombre hermoso y adorado.Con cuidado la levantó de aquel sofá, pues no se permitiría tomarla allí, y no en la comodidad e intimidad que ofrecía su dormitorio.La llevó con cuidado sin dejar de besarla, sin dejar de abrazarla contra su pecho.Empujó la puerta con el pie, y halló la manera de entrar con Serem aún en brazos.Ella contuvo la respiración, estaba emocionada hasta la médula. Pérdida en sus ojos, y él irremediablemente fascinado por aquel violeta profundo que despertaba con nuevas tonalidades por la pasión.—¡Creo que ten
38 TODO POR ELLA Cuando por fin él también se quitó la ropa, y se acomodó sobre ella, a la muchacha le encantó lo que veía.La vista de ver a ese hombre sobre ella, era algo que la ponía nerviosa, pero le encantaba esa sensación de miedo, de susto increíble de perder por fin su virginidad en manos del hombre que había escogido sin presión. Y mucho más cuando era en manos del hombre que le gustaba, que era sensible, atento, y encantador en todo el sentido de la palabra.Él la besó, la veneró, y se tomó tiempo en acariciarla. Besó y lamió sus pequeños senos con cuidado, hasta que sintió que la tersa piel de Serem se erizó.Los pequeños y rosados botones de sus senos se endurecieron, y la espalda de Serem se arqueó como un violín siendo tocado por un excelente intérprete.Ella gimió, gimió y era la primera vez que un hombre la hacía jadear. Creyó que ese tipo de cosas eran fingidas, hasta que ahora lo sentía en carne propia.Yagiz espero que ella llegará a su punto Máximo d decoración.
39 CASARSE POR AMOR—¡Eso fue! ¡fue! — soltó ella con lágrimas en los ojos, lágrimas que a Yagiz le costaba comprender.—¿Te lastimé? ¿Dime si te hice daño? — preguntó espantado de ver esos hermosos ojos húmedos por lágrimas— ¿Dime si te hice daño? — preguntó con demasiada suavidad.La abrazó a su cuerpo, y le besó la cabeza, rodando con ella, ambos desnudos por la cama.—¡No me hiciste daño! — aseguró ella emocionada al ver la preocupación casi dolorosa que sentía él, al creer que la había lastimado— Tú nunca serías capaz de hacerme daño— repitió limpiándose las lágrimas con el roce en el pecho duro de Yagiz.—¡No me mientas Serem! ¡si te hiciste daño quiero que me lo digas, pero ten presente que no fue mi intención!— repitió él mirándola fijamente, y con dulzura la tomo del mentón para que ella también lo mirara a los ojos.A ella se le hizo un nudo en la garganta al ver esos ojos claros observándola cautivados, con fuego ardiendo, un fuego que ella había puestos allí.—¡Te juro que
40 EL MEJOR DESAYUNO —¿Cómo dormiste?— preguntó él mirándolo extasiado, cautivado totalmente por ella que sin proponérselo y sin pretensiones ocupaba últimamente sus pensamientos. Se veía tan hermosa batiendo las pestañas largas como mariposas, que rodeaban esos ojos tan únicos y expresivos—. Te veías tan tranquila, que parecías un ángel de gloria. Te hubiese podido ver dormir, toda la vida.—¿No dormiste? — preguntó ella sorprendida, él asintió brindándole la respuesta a la pregunta de cómo había dormido, y respondió— Si, si dormí muy bien, sin preocupaciones, ni dudas, ni miedos. Ni siquiera recuerdo cuando me dormí.La acarició despacio y a miro a los ojos contemplando a la mujer que estaba seguro que quería como esposa.—Dormí un poco si— respondió Yagiz, y le besó la frente—. Habitualmente no duermo mucho— agregó y diciendo esto giro con ella, haciendo que quedara encima de su pecho, más bien de su cuerpo completamente desnudo.Serem analizó la situación, y mordió sus labio
41 UN AMIGO QUE ADVIERTEYagiz por fin entró en la enorme torre de acero y cristal que confirmaban la sede central del conglomerado Ozdemir.Estaba furioso, ya no sabía si poner a Asya en su lugar, romperle el cuello, o despedirla.El señor Mohamet, padre de la muchacha estaba enfermo, y ella contaba con ese empleo para pagar los costosos tratamientos de su padre, pero estaba cada vez más pesada, autoritaria y celosa.Antes al joven Ceo no parecía importarle, pero ahora era totalmente distinto.No quería que nada pudiera interponerse entre Serem y él. Y si… Asya haciendo una escena de celos era un inconveniente mayor.El auto aparcó en la parte privada del parqueo destinada a los altos ejecutivos de la firma. Se desmontó enojado y camino hacia el ascensor.Tan pronto tomó el elevador destinado a la presidencia, bufeo un sonoro suspiro y se recostó despacio a la pared metálica.«Solo Asya es capaz de arruinar una mañana que iba perfecta»Recordó a Serem, la noche entera en sus brazos
42 VENENO A CONTRARESTARYagiz espero pacientemente para que Asya entrara en la su oficina, la había mandado a buscar hacia ya unos quince minutos, y nada de aparecer.Sin temor a equivocarse, Asya estaba terminando con su paciencia… y que era bastante grande, pero ella no dejaba de estirar la cuerda y terminaría rompiéndose.Al fin la ejecutiva dio la cara y fue anunciada por la secretaria de Yagiz. La muchacha entró y a Yagiz no le pasó por alto los detalles de su rostro, había llorado, y eso solo empeoraba las cosas y la ira que estaba sintiendo.Ella solo guardo silencio, como si fuera una esposa que acaba de descubrir que su marido le es infiel.No dijo nada, solo se quedó allí de pie, esperando que fuera Yagiz quien hablara en primera instancia.El hizo un gesto con la cabeza, y la invitó a sentarse de una buena vez.—¿Qué asuntos querías hablar conmigo esta mañana?— preguntó él, con su tono más ecuánime. Le constaba mantenerse tranquilo ante el teatro que insistía esa mujer en
43 NO ME GUSTA ESA MUJER El resto del día Yagiz estuvo ocupado en ponerse al día con los asuntos referentes a la empresa. Le costaba concentrarse pues todos el tiempo su mente le recordaba a la mujer de sus sueños, desnuda de bajo de él, regalándole la mejor de las vistas de ese par de ojos.Pasarían mil años, y no olvidaría su piel de alabastro, ni su pureza.Claro que todo eso iba en contra, de lo que había creído de ella. No le había importado en absoluto que ella no hubiera sido Virgen, pero esa sorpresa era más que lo que su subconsciente podía manejar. Era demasiado para él, saber que era el primer hombre en el cuerpo de la única mujer que lo había impulsado a perseguirla, durante los últimos dos años.Conrad a su modo extraño le había hecho ver que era probable que Serem fuera igual que las otras cientos de mujeres que solo se le acercaban motivadas por el dinero de la familia Ozdemir, pero él se negaba a creer eso.Si así fuera, tuviera todos las características propias de un
44 VISITA FAMILIARSerem estaba muy nerviosa, todo había pasado tan rápido que no creyó que él hablaba en serio cuando le dijo que quería presentarle a su abuela.Pero ahí estaban, frente a la mansión Ozdemir, y con toda la intención de entrar en los próximos minutos. La muchacha miró hacia adentro de los muros que ocupaban mucho más de una manzana, y se quedó estupefacta al ver la grandeza y el lujo que guardaban. Junto aquella casa, la mansión que compartía con las muchachas, parecía ser una casa de muñecas.—No estoy segura de hacer esto—musito asustada y Yagiz sonrió al verla divagar entre abrir la puerta del coche o deslizarse por el asiento, hasta que nadie pudiera verla—¿Tu si estás seguro?— le preguntó y él sonrió y asintió con la cabeza.—Eres perfecta, es obvio que quiero que mi abuela te conozca, y claro que estoy seguro. ¡Mi abuela te adorará!— le aseguró y la muchacha pasó saliva asustándose un poco más.Los ancianos tienen ese sexto sentido para saber que algo está mal,