39 CASARSE POR AMOR—¡Eso fue! ¡fue! — soltó ella con lágrimas en los ojos, lágrimas que a Yagiz le costaba comprender.—¿Te lastimé? ¿Dime si te hice daño? — preguntó espantado de ver esos hermosos ojos húmedos por lágrimas— ¿Dime si te hice daño? — preguntó con demasiada suavidad.La abrazó a su cuerpo, y le besó la cabeza, rodando con ella, ambos desnudos por la cama.—¡No me hiciste daño! — aseguró ella emocionada al ver la preocupación casi dolorosa que sentía él, al creer que la había lastimado— Tú nunca serías capaz de hacerme daño— repitió limpiándose las lágrimas con el roce en el pecho duro de Yagiz.—¡No me mientas Serem! ¡si te hiciste daño quiero que me lo digas, pero ten presente que no fue mi intención!— repitió él mirándola fijamente, y con dulzura la tomo del mentón para que ella también lo mirara a los ojos.A ella se le hizo un nudo en la garganta al ver esos ojos claros observándola cautivados, con fuego ardiendo, un fuego que ella había puestos allí.—¡Te juro que
40 EL MEJOR DESAYUNO —¿Cómo dormiste?— preguntó él mirándolo extasiado, cautivado totalmente por ella que sin proponérselo y sin pretensiones ocupaba últimamente sus pensamientos. Se veía tan hermosa batiendo las pestañas largas como mariposas, que rodeaban esos ojos tan únicos y expresivos—. Te veías tan tranquila, que parecías un ángel de gloria. Te hubiese podido ver dormir, toda la vida.—¿No dormiste? — preguntó ella sorprendida, él asintió brindándole la respuesta a la pregunta de cómo había dormido, y respondió— Si, si dormí muy bien, sin preocupaciones, ni dudas, ni miedos. Ni siquiera recuerdo cuando me dormí.La acarició despacio y a miro a los ojos contemplando a la mujer que estaba seguro que quería como esposa.—Dormí un poco si— respondió Yagiz, y le besó la frente—. Habitualmente no duermo mucho— agregó y diciendo esto giro con ella, haciendo que quedara encima de su pecho, más bien de su cuerpo completamente desnudo.Serem analizó la situación, y mordió sus labio
41 UN AMIGO QUE ADVIERTEYagiz por fin entró en la enorme torre de acero y cristal que confirmaban la sede central del conglomerado Ozdemir.Estaba furioso, ya no sabía si poner a Asya en su lugar, romperle el cuello, o despedirla.El señor Mohamet, padre de la muchacha estaba enfermo, y ella contaba con ese empleo para pagar los costosos tratamientos de su padre, pero estaba cada vez más pesada, autoritaria y celosa.Antes al joven Ceo no parecía importarle, pero ahora era totalmente distinto.No quería que nada pudiera interponerse entre Serem y él. Y si… Asya haciendo una escena de celos era un inconveniente mayor.El auto aparcó en la parte privada del parqueo destinada a los altos ejecutivos de la firma. Se desmontó enojado y camino hacia el ascensor.Tan pronto tomó el elevador destinado a la presidencia, bufeo un sonoro suspiro y se recostó despacio a la pared metálica.«Solo Asya es capaz de arruinar una mañana que iba perfecta»Recordó a Serem, la noche entera en sus brazos
42 VENENO A CONTRARESTARYagiz espero pacientemente para que Asya entrara en la su oficina, la había mandado a buscar hacia ya unos quince minutos, y nada de aparecer.Sin temor a equivocarse, Asya estaba terminando con su paciencia… y que era bastante grande, pero ella no dejaba de estirar la cuerda y terminaría rompiéndose.Al fin la ejecutiva dio la cara y fue anunciada por la secretaria de Yagiz. La muchacha entró y a Yagiz no le pasó por alto los detalles de su rostro, había llorado, y eso solo empeoraba las cosas y la ira que estaba sintiendo.Ella solo guardo silencio, como si fuera una esposa que acaba de descubrir que su marido le es infiel.No dijo nada, solo se quedó allí de pie, esperando que fuera Yagiz quien hablara en primera instancia.El hizo un gesto con la cabeza, y la invitó a sentarse de una buena vez.—¿Qué asuntos querías hablar conmigo esta mañana?— preguntó él, con su tono más ecuánime. Le constaba mantenerse tranquilo ante el teatro que insistía esa mujer en
43 NO ME GUSTA ESA MUJER El resto del día Yagiz estuvo ocupado en ponerse al día con los asuntos referentes a la empresa. Le costaba concentrarse pues todos el tiempo su mente le recordaba a la mujer de sus sueños, desnuda de bajo de él, regalándole la mejor de las vistas de ese par de ojos.Pasarían mil años, y no olvidaría su piel de alabastro, ni su pureza.Claro que todo eso iba en contra, de lo que había creído de ella. No le había importado en absoluto que ella no hubiera sido Virgen, pero esa sorpresa era más que lo que su subconsciente podía manejar. Era demasiado para él, saber que era el primer hombre en el cuerpo de la única mujer que lo había impulsado a perseguirla, durante los últimos dos años.Conrad a su modo extraño le había hecho ver que era probable que Serem fuera igual que las otras cientos de mujeres que solo se le acercaban motivadas por el dinero de la familia Ozdemir, pero él se negaba a creer eso.Si así fuera, tuviera todos las características propias de un
44 VISITA FAMILIARSerem estaba muy nerviosa, todo había pasado tan rápido que no creyó que él hablaba en serio cuando le dijo que quería presentarle a su abuela.Pero ahí estaban, frente a la mansión Ozdemir, y con toda la intención de entrar en los próximos minutos. La muchacha miró hacia adentro de los muros que ocupaban mucho más de una manzana, y se quedó estupefacta al ver la grandeza y el lujo que guardaban. Junto aquella casa, la mansión que compartía con las muchachas, parecía ser una casa de muñecas.—No estoy segura de hacer esto—musito asustada y Yagiz sonrió al verla divagar entre abrir la puerta del coche o deslizarse por el asiento, hasta que nadie pudiera verla—¿Tu si estás seguro?— le preguntó y él sonrió y asintió con la cabeza.—Eres perfecta, es obvio que quiero que mi abuela te conozca, y claro que estoy seguro. ¡Mi abuela te adorará!— le aseguró y la muchacha pasó saliva asustándose un poco más.Los ancianos tienen ese sexto sentido para saber que algo está mal,
45 COMPRASTE ESE ANILLO?—¿Ya le compraste el anillo?— la abuela lanzó la pregunta, y Yagiz tuvo que sonreír y frotarse la cabeza, despeinándo su cabello en el proceso. Su abuela era demasiado directa, y sin dudas quizás Serem no tomara sus avances acerca del matrimonio demasiado bien.—No, aún no— respondió mirando a Serem que le ardían las mejillas pintadas de un delicioso rubor—. ¡Nos estamos conociendo mejor! — musito él mirando el efecto que la pregunta había causado en su acompañante; y lo cierto es que se estaban conociendo “muy bien”.Fue una suerte que aún no hubieran servido el té, pues Serem creyó que, si lo tuviera entre sus manos, lo hubiera podido dejar caer. Se había entregado a Yagiz… y si a eso se refería él con lo de conocerse «mejor», era bastante Valiente de decirlo frente a la matriarca a la cual le debía respeto.—¿¡Conocerse!?—indagó la abuela con una sonrisa picara, que lógicamente le daba un doble sentido a aquello de “conocerse”— ¡No me vengas con eso, Yagi
46 UNA ESCORT LOS MIÉRCOLES...Salieron de casa de la abuela de los Ozdemir, y Serem recuperó un poco la compostura. No se sentía bien de hacerle creer a una anciana que ella era una señorita respetable.Ni siquiera el día anterior en que era aún Virgen se hubiera sentido preparada para conocer a la familia Ozdemir.Podía estar fascinada por Yagiz, por su encanto natural, pero sabía que los estándares del príncipe azul, junto a él se quedaban por el piso.Él era un caballero de los pies a la cabeza, y ese físico, no hacía otra cosa que tornar más difícil la decisión de alejarse de él.—¿Quieres que te lleve ya a casa?— preguntó al verla en el coche tan callada y ausente sumisa en sus propios pensamientos.Aún después de entender un poco a su Serem, a él le quedaban lagunas.Aún antes creía que esa inocencia para algunas cosas podría ser fingida, pero descubrió de primera mano que no.Que era Virgen, y eso la hacía un poco desconocedora del deseo que era capaz de levantar en los hombre