53 LA VERDAD SIEMPRE ES MEJOR … Serem llegó a casa y se sorprendió de encontrar a las chicas, todas sentada en la sala, y evidentemente ella era el tema de conversación pues se quedaron en absoluto silencio cuando ella entró. —¿Hablaban de mi?— preguntó sorprendida de que se hubieran reunido allí en el medio del living para tomarla como tema de conversación. Era evidente que todas estaban preocupadas por ella, ni por un segundo creyó que las chicas querían de alguna manera tomarla como tema de chisme o para quejarse de lo poco que trabajaba durante los últimos días. —Algo así— respondió Alison evitando el tema y tener que dar explicaciones. —¿Somos tan evidentes?— preguntó Margaret con una sonrisa culpable en los labios. —¡Lo son!— confirmó Serem— Guardaron silencio cuando entre… y eso significa… que era de mi que hablaban, o que no quieren que sepa de lo que hablaban. —No tenemos secretos para contigo Serem— musito Alison con sinceridad— Solo estamos preocupadas por ti. —¿Preo
54 ES UNA ESCORT Yagiz y Conrad bajaron en el ascensor, ambos tenían planes distintos para la tarde, pero llevaban días sin hablar, y a Conrad le preocupaba de más que Yagiz continuara ilusionándose con esa mujer que no le convenía. No podía enamorarse de esa forma casi adictiva de una put@, y mientras más se demoraban en abrir la boca , más Yagiz se iba metiendo en un terreno pantanoso del cual no parecía querer salir. Arena movedizas… esa zorra lo había metido en arenas peligrosas y movedizas. Se estaba metiendo hasta el cuello, y aún así se veía terriblemente feliz. —¿Qué harás el resto de la tarde?— le preguntó Conrad a su amigo, pensando que quizás ya había llegado la hora de hablar y contarle la verdad que había descubierto casi que por accidente— Hay un buen bar cerca de aquí. Es bastante discreto y podremos mantener el bajo perfil— musito el financista y Yagiz sonrió. —¿Es que planeas seducirme en ese bar?— bromeó el Ceo y Yagiz rodo los ojos con aburrimiento. —¿Vienes o
55 NADA QUE PUEDAS DECIR ME HARÁ CAMBIAR DE OPINIÓN Yagiz camino la joyería completa, pero nada parecía llenar sus expectativas. Conrad lo seguía con la boca abierta a unos pocos pasos, pues no podía creer como es que su mejor amigo no hubiera dicho ni una sola palabra al respecto de lo que le había contado. Al contrario, ahí estaba enloquecido tratando de encontrar una joya costosísima y especial, nada más y nada menos que para deslumbrar a una prostituta. Para el modo de pensar de Conrad, el sencillo hecho de que Yagiz le mostrara un anillo, él que era el hombre más rico de Estambul, era más que suficiente para que le diera el sí. nMás para Yagiz, aquel asunto era algo de suma importancia. No quería una joya vulgar, quería algo que aunque fuera de lejos se asemejara a la dulzura y la ternura que veía en Serem.El anillo de compromiso lo escogería él, y esperaba que la vendedora terminara de mostrarle una nueva colección que había llegado de Paris, para acabar de tomar una deci
56 UNA PROPOSICIÓN DE MATRIMONIO Yagiz pasó por Serem, esta vez no estaba del todo claro de lo que quería hacer. En el bolsillo de su saco, llevaba aquella prenda de la cual Conrad no había sido participe a la hora de escogerla…, pero sin dudas había estado de acuerdo en que era hermosa cuando se la mostró. Ella subió en el coche nerviosa, pues esa noche no podría salir con él. Tenía que salir con Pierro, y cuando Yagiz la llamó, no fue capaz de decirle por teléfono que no podría verle, así que en lugar de darle una respuesta negativa enseguida, pues simplemente accedió a verlo, al menos cinco minutos, y así se lo hizo saber. —¡Muero por verte!— le había dicho al otro lado de la linea— Está noche estaré ocupada, pero necesito verte al menos cinco minutos. Yagiz supuso que el trabajo al que ella se refería, sin dudas tendría algo que ver con la presencia en Estambul de Pierro. Esa tarde se había cruzado con el magnate de las industrias textiles en un evento de la bolsa de valore
57 SI SI QUIERO! —Si…Si quiero ser tu prometida—respondió por fin Serem y el espacio dentro de aquel vehículo se hizo grande, pues ella buscó la forma de fundirse en él en un abrazo que hablaba de lo emocionada que se sentía ante un sueño que nunca creyó posible. Más ahí estaba él, como un caballero de brillante armadura haciéndola sentir más valiosa que lo que en realidad era, al tomar su mano. Yagiz no perdió tiempo, y en santiamén sacó la joya que reposaba en el pequeño cofre y se lo colocó en el dedo del corazón a su prometida. A Serem se le asomaron a los ojos, lágrimas de una felicidad a la cual no creía tener derecho. Y admiro esa fina joya de oro y diamantes en su dedo, y lo vio a él a los ojos después. «¡Dios!¡Cuanto lo amaba, y que difícil se le hacía alejarse!» Se entregó de nuevo en ellos brazo fuertes que la envolvian, y apoyó su cabeza en aquel pecho que era el lugar que más segura y amada la hacía sentir. —Santo Dios! Pensé que dirías que no— bromeó él recon
Capítulo 1 "UN CEO DIFERENTE"Yagiz mira otra vez la portada de la revista en la que aparece en primera plana, acompañado de una de las modelos que lo persiguieron durante toda la noche de la gala de los empresarios más importantes de Ankara. La foto no llega a ser comprometedora, pero lo pone en boca de media población femenina del país. Lo juzgan como otro de los cientos de herederos que viven de exceso en exceso y de borrachera en borrachera.La abuela no estará feliz con esa noticia, cada vez que se publican noticias de ese tipo, su pobre abuela parece darle más importancia de la que en realidad tienen. Es que los tiempos de la respetable señora Ozdemir eran otros.Ella estuvo enamorada de su esposo, hasta el día que este falleció, en el mismo accidente aéreo en que habían muerto los padres de Yagiz, su único heredero y la luz de sus ojos.La fortuna de los Ozdemir es la más extensa de Turquía, y el rostro de Yagiz sumado a esto, lo hacen un hombre irresistible para las mujeres que
"HAZ LO QUE TENGAS QUE HACER". Serem había caminado todo el día tratando de encontrar un empleo, pero resultaba ser otro día perdido. La salud del señor Keskin no hacía otra cosa que empeorar, la familia cada vez sufría más peripecias para pagar las cuentas, entre ellas la renta de la vivienda en la que vivían que ya tenía varios meses de atraso. Serem era la más preocupada con la situación, ella era la mayor de las hijas del matrimonio Keskin, y siempre había sido la más consciente. Había abandonado sus estudios, con tal de ahorrar y que la educación de su hermana menor fuera mucho mejor que la suya. Las facturas de la farmacia, con las medicinas destinadas a su padre cada vez eran más altas. La situación en lugar de mejorar empeoraba. Nadie le daba una oportunidad y le daba un empleo por básico que pareciera. A pesar de ella tener toda la disposición no tenía la experiencia, ni tenía la preparación académica necesaria para que alguien la contratara. La joven comenzaba a desesp
“INICIO DE UN ENGAÑO ” Serem camino con paso apurado acercándose a la fila de muchachas que esperaban por audicionar. Era rídiculo, pero sabía que esa Agencia de Modelos en específico aceptaba a muchachas como ella sin ninguna experiencia en el mundo de las pasarelas y el espectáculo. Cuando vio el anuncio supo que quizás había alguna esperanza, su madre le había gritado la noche anterior que explotara su belleza y a ella no se le ocurría un método mejor de acerlo que audicionar. Si no resultaba ya podría decirle a su progenitora, que se equivocaba, y que nadie pagaría una sola Lira por ella . La fila era interminable, pero lo que más le sorprendió fue que uno de sus vecinos que tenía fama de delincuente y desadaptado fuera quien estuviera tomando los datos de las muchachas. Ese hombre le ponía los pelos de punta. Tan pronto ella dejó de ser una niña pequeña, y comenzó a verse como una señorita, cada vez que se topaba con él le decía puras groserías de carácter lascivo. Serem se a