Después del gran susto que pasamos, Sonya estuvo dos días en observación ¡Si! Dos días donde lloró, berrinchó y se enojó más de diez veces conmigo porque: no le llevaba pizza, o coca cola, porque no dormía con ella o no le hacia el amor. ¡Dios! quería desertar, tirar la toalla o como se diga.
Llegamos al hospital. Ethan se acerca y me detiene por el brazo. —Se que no necesito decir que guardes el secreto pero tampoco deseo que se enteren y menos mamá de que estoy enamorado de Ivanna. ¿Podrías?
Llevamos un mes en la casita de verano y hace más de una semana empezaron de nuevo los preparativos para la boda, Sonya estuvo relajada hasta el momento en que su madre llegó y se instaló en la otra habitación para poder realizar las compras pertinentes y las diligencias previas a la boda. Llegué a uno de los hoteles del consorcio, no porque soy el gerente sino porque dejé la billetera en casa de mi madre y no llevo encima ni un cuarto de dólar, ¡Seeeeh! Soy estúpido pero salí con algo de prisa debido a las circunstancias, a Dios gracias me traje el teléfono y puedo pedir comida diferente a la que me traen en el hotel y que lo carguen a mi tarjeta. Mi teléfono sonó... — ¿Hola? - era mi madre, estaba llorando. Salimos en dos autos, el Audi de papá y mi todoterreno, Sonya iba a mi lado con mala cara porque vió llegar a Kathrya “tormento" Petrova cuando salía del baño, las chicas chillaban diciendo que estaban completas o todas juntas: ¡yo que sé! Desde entonces mi novia puso cara de pitbull y está amargadísima. ¡Ay Dios, esto no va a ser divertido! Llevamos quince minutos de camino y aún faltan quince, deslizo la mano desde la rodillaCAPÍTULO 13. APOYO MORAL
CAPÍTULO 14. RECONCILIACIÓN
CAPÍTULO 15. CENA CAÓTICA
Conduje todo el trayecto en un silencio casi sepulcral, sentía el ambiente tan tenso y tangible que se podía cortar con un cuchillo no quería ni mirarla, la decepción y la rabia me sobrepasaron y solo quería llegar para salir de su presencia porque me ahogaba... ella también venía en silencio con sus manitos entrelazadas en el regazo y llorando.
Todas las personas necesitamos mantener nuestra vida bajo control, ese control que te proporciona la tranquilidad de reflexionar ante lo duro que es tomar buenas decisiones y que te hace debatirte entre lo que estás haciendo bien o mal, es decir; "Llevar la batuta de tu vida" como dice mi Nana Reyna. Salí de la habitación duchado y vestido, ya eran las once de la noche y todo el mundo estaba bastante borracho. Mis hermanos jugaban a las fuerzas con Logan y Luke. Los enanos estaban dormidos con mamá, mi padre ya estaba con nosotros y las Petrova estaban bastante tranquilas.—¡Hey! ¿Vas a algún lado? – preguntó mi hermano el metiche. Último capítuloCAPÍTULO 18. CON LA SOGA AL CUELLO