Al ingresar al auto, Katerin mira alrededor que no haya alguien atrás, que quizás esperaba que ella subiera para hacerle daño.

Él hombre ingresa al auto y sin mirarla se dispone a manejar, un silencio sepulcral invade el auto, cada quien sumido en sus pensamientos.

Pero un fuerte rayo que se pudo admirar cerca, hizo sobresaltar a Katerin, su dolor volvió a empezar, por lo que la mujer empezó a temblar.

Zac, al verla de esa manera, detiene el auto y se quita el abrigo, de manera respetuosa se lo coloca a ella y no pudo evitar ver los pechos erectos de la mujer que se pueden notar atrás vez de la tela mojada, este trqga grueso y coloca sus manos en el volante.

Jamás nadie había sido tan gentil con Katerin.

Ella se pone ansiosa, mueve sus piernas como señal de preocupación y miedo, ese hombre la observa y prende la luz del auto para mirar a la mujer, puede ver los golpes que ella tiene en su rostro.

—¿Qué te ha pasado?— la voz de ese hombre hizo erizar a Katerin, ella pasa saliva y no lo mira.

—me caí, por favor no hagas más preguntas—pide ella nerviosa

—¿Te he visto en algún lugar?— pregunta Zac, ella le fue a responder con debilidad y por más que luchó, la mujer se desmaya.

Ese hombre se asusta

—¿Mujer?, ¡Háblame!— exclama él con preocupación y al tocarla está hirviendo en fiebre, él saca su celular móvil y hace una llamada que fue respondida de inmediato

—señor Ferrero

—escucha, el auto de la mujer que lo lleve a un mecánico, y necesito que llames a Noriega para que esté listo y atienda una emergencia— ordena ese hombre a su mano derecha

—¿Está usted bien?— pregunta Teo

—haz lo que te ordeno— habla arrogante el hombre y cuelga la llamada

Aún que ella esté desmayada, su cuerpo tiembla y ese hombre se apresura a manejar rápido para llevarla a un lugar seguro, donde sea atendida y se pueda abrigar.

—señor, bienvenido a casa— lo saluda con gran respeto su mayordomo

—Teo ¿ya llegó?— pregunta él hombre, este tiene a la mujer entre sus brazos

—con su Doctor señor, ¿desea que haga algo por usted?— pregunta él mayordomo sin mirarlo a los ojos

—prepara algo ligero para ella— ordena aquel hombre y camina hacia su habitación

Al llegar a su habitación.

El Doctor Noriega ya está listo para atenderla junto a su asistente, la enfermera Lorna.

Zac se marcha para dejarlos hacer su trabajo, pero tiene mucho estrés. A él no le gusta meterse en la vida de nadie, pero siente la necesidad de ayudar a Katerin.

—¡Espera!, ¿Quién es ella?, la verdad se me hace conocida— habla Teo a su jefe, es la mano derecha y amigo de Zac

—a mi también, averigua quién es, y otra cosa de aquí no podrá salir sin mi permiso, cuando tengas la información me avisas, ¿Sabes si Alondra ya llegó?.

—no llegó amigo, la señorita no viajó.

—¿¡Cómo que no!?— pregunta él, enojado.

—Todo se programó... Ella a último momento dijo que no podía viajar porque tenía unos inconvenientes.

Él hombre hace un gesto de desagrado

—no te enojes, sabes cómo es la señorita Alondra— habla con sarcasmos Teo

—no entiendo, ¿cual es tu rabia con ella?

—tu sabes mis motivos hacia ella, asi que no te hagas el tonto— lo fulmina Teo y aquel hombre lo fulmina más, es una batalla de miradas, por lo que Teo no pudo soportar la mirada fría de su jefe. —me rindo, ¿Necesitas que haga algo más por ti?

Él hombre se marcha sin decir nada, por lo que Teo se encoge de hombros.

Él llega a su habitación se baña y se coloca ropa cómoda, saca su celular móvil y llama a su novia, pero esta no contesta y eso lo enfurece más, al llegar nuevamente a la habitación donde está Katerin Aniston, llega también la empleada con la cena para ambos y se marcha.

—señor Ferrero, está mujer sufre de maltrato físico, además, la enfermera la reviso y es posible que haya tenido un aborto por la sangre que tiene en su entre pierna.

Zac desea saber más de Katerin Aniston. Como le enfurece que golpeen a una mujer.

Al ver a Katerin moverse un poco, los hombres hacen silencio.

Él Doctor prefiere dejarlos solos, él sale de la habitación, de igual manera deja los medicamentos que ella debe tomar.

Katerin mira a su alrededor, su mirada es un poco borrosa

—¿Dónde estoy?— susurra ella y luego se queja del dolor.

Ella al tener un poco de claridad en su mirada, se queda sorprendida al poder ver bien al hombre que la salvó.

—estas en mi casa, dime algo mujer, ¿Te maltrata tu esposo?, ¿Por eso perdiste tu bebé?— las preguntas de Zac, alteraron a Katerin.

—debo irme a casa— dijo ella soportando las ganas de llorar y se puso de pie.

—¡Calma!, Solo quiero ayudar, puedes por favor decirme

—debo regresar a casa, mis hijos están solos, él lo puedes lastimar— katerin se intentó poner de pie, pero está muy débil, Zac se acerca y la toma entre sus brazos para ayudarla, ambos queda a tan solo centímetros, hasta la respiración se pueden sentir.

Ella baja su mirada y empieza a llorar, Zac la abraza.

—no estás sola, sea quien sea que te esté haciendo la vida cuadritos, yo la volveré un infierno.

—no lo haga señor, no quiero involucrarlo en mi m*****a vida.

—tu no lo hiciste, yo lo hice desde que detuve mi auto para ayudarte— habla él con firmeza, la expresión de su rostro es fría, aunque tiene corazón, Zac es un hombre poderoso y multimillonario, dueño de inmobiliaria Ferrero, CEO importante en su país y tiene muchas propiedades como cadenas hoteleras de calidad, empresas y sucursales en el exterior, restaurantes 5 estrellas, además, de gran mansiones que valen miles y miles de dólares.