—¿Quién fue el primero en hablar de la estaf@? El hombre se tragó un nudo en la garganta y apenas pudo articular una palabra. —Fue el señor Randall. Él nos convenció... —su voz se fue apagando por los nervios. El detective asintió mirando al bloc con indiferencia. —Escribe todo, redacta una conf
—Gracias, pasaremos en el transcurso de la mañana —dijo Milo antes de colgar la llamada. Anja sintió que su corazón se detenía un instante al ver su expresión preocupada. —¿Quién era? —lo interrogó. —Era de a Clínica —respondió él—. Ya están los resultados de los exámenes. Tenemos que pasar por e
—¿Qué quiero hacer yo? —preguntó Anja son comprender. —Ver si quieres quedarte aquí en Suiza, o irte o... ir a vivir a otro lugar... —en ese momento él también parecía ansioso por todas las posibilidades que tenían frente a ellos. —No te voy a alejar de Niko —le aseguró Anja. —No podrías ni aunqu
Anja estaba ansiosa mientras esperaba a que Niko regresara del jardín de niños. Todas las dudas habían desaparecido ya, pero el reloj parecía avanzar lentamente y cada minuto que pasaba se sentía como una eternidad. Finalmente Milo abrió la puerta y lo puso en el suelo, y de inmediato el niño salió
—¡Wafe, mami! ¡Uuuuucho wafe! —repitió Niko y Milo no pudo evitar ponerse a aplaudir mientras Anja hacía un puchero. —¡Claro que sí, mi amor! ¡Wafles! ¡Mami te va a hacer wafles enseguida! ¡Vamos! —exclamó ella saliendo de la cama emocionado. —¿Y papi no está invitado? —fingió protestar Milo. —¡P
Anja y Milo pasaron casi toda la mañana en busca del servicio de catering perfecto para el evento. No querían que fuera algo extremadamente refinado pero tampoco tan simple. Habían visitado varias empresas, probado diferentes menús y evaluado la calidad del servicio. Algunas opciones les habían impr
—Lo hiciste por Niko —recordó. —Exacto, lo hice por él —admitió Milo y luego se pegó a ella con un movimiento suave—. Pero sabes que es cierto que no lo seré de nuevo, y eso sí es por ti. —Porque ya no eres soltero —murmuró Anja. —No, ya no. Soy un hombre cazado con z de zolo soy para ti. —Solo
—¡Anja! Milo se puso el primer par de pantalones que encontró y corrió detrás de ella, tratando de alcanzarla antes de que saliera de la casa. No tenía idea de qué diablos estaba pasando, y mucho menos por qué Alina estaba en su casa y en su cama. ¡Y ciertamente él no tenía nada que ver con eso! —