Jhon no estaba seguro de si debía contestar o no, pero tres llamadas después la insistencia era demasiada. Finalmente alcanzó aquel teléfono y contestó. —Hopkins, ¿quién habla? Del otro lado una vocecita melodiosa le respondió. "Agente Hopkins, código y número de acceso, por favor". Durante un s
Jhon se arrodilló frente a ella, sus ojos cerrándose para evitar las lágrimas al sentir el movimiento de su hija dentro de Chiara. El baile de su vida, el tesoro más preciado que jamás había tenido. Una sensación de profunda emoción se extendió por su alma mientras las lágrimas escapaban de sus ojos
—No. Aquella palabra salió de su boca con más determinación de la que Jhon o ella misma esperaban. —¿Qué...? —¡Que no, que no quiero! —repitió con firmeza. Chiara miró a John, con el corazón encogido por aquel sufrimiento que parecía que nunca acabaría. Sabía que el camino por delante sería difí
—Tienes que prometerme que me dejarás hacer lo necesario —le dijo él mientras acariciaba su piel con gestos suaves—. Lamento ponerte en una posición como esta, lo último que quería era que te vieras envuelta en la suciedad de la agencia. Chiara se sentó en la cama, acurrucándose en la manta y lo mi
Del otro lado de la línea se hizo un silencio lleno de sorpresa y de impotencia. —Exactamente. Y si yo pude encontrarlo, no creas que no podrá encontrarlo nadie más —murmuró Jhon—. Fue muy inteligente cambiarle el apellido a tu hijo para protegerlo, lo que no fue muy inteligente fue usar tu influen
Chiara se recostó en la cama y Jhon se sentó junto a ella y apretó su mano con un gesto ansioso mientras Elías colocaba el gel sobre el vientre de Chiara. El doctor Martínez comenzó a mover el transductor lentamente sobre su abdomen para encontrar al bebé. Poco a poco se fueron haciendo visibles los
De repente, solo por ese instante en que Chiara se encontraba frente a Viktor, desafiándolo con aquellos ojos determinados, sintió que la habitación era pequeña y estrecha, demasiado fría para ella. —No esperé esto de ti —murmuró él negando con tono resignado—. Desde que llegaste he procurado que t
Chiara se envaró en un instante. —¿El director de la prisión? —preguntó—. ¿Cómo tendría Víktor Hanover poder para detener la reunión del Comité de Libertad condicional? El abogado suspiró. —Pues podría dar una mala referencia de tu tiempo como reclusa, y el comité ni se molestaría en reunirse. O