—¿Así lo quieres, nena? ¿Esto es lo que te gusta? —le preguntó con una sonrisa casi tierna. Noémi asintió, entre protestas, intentaba retorcerse bajo el cuerpo de Levi, pero solo bastaba una suave presión con sus caderas para mantenerla inmóvil. El dolor se mezclaba con el placer y ella gemía desco
Cuatro minutos contados por el reloj antes de que aquella vocecita se alzara con un chillido estridente que significaba "tengo hambre". —¡Tengo el biberón! —¡Tengo al bebé! —rio Noémi acomodándose en la mecedora con Peter y Levi se quedó mirándola embobado. Se había bañado a la carrera y se había
Levi cerró los ojos. En ese momento había creído que no tenía mucho que decidir, y seguía creyéndolo todavía. —Ni siquiera le hiciste la prueba de paternidad ¿verdad? —le susurró Noémi y Levi pasó saliva al abrir los ojos. —No me atreví. Él no tenía a nadie más y yo... no lo sé, supongo que en ese
Levi sentía que se le saldría la baba mientras veía a Noémi prepararse para salir. Llevaba una camisa de algodón blanca y un pantalón de mezclilla desgastado, bajo una gabardina negra y botas altas. Levi le sonrió a su atuendo con aprobación y Noémi se contoneó hasta él. —Estás pensando en si será
Una hora después tenían las llaves en las manos y Levi y Noémi corrían a recoger las cosas en el departamento para mudarse de inmediato. A la muchacha no le sorprendió lo poco que Levi tenía, ya se había dado cuenta de que no era la clase de hombre que se aferrara a las posesiones materiales, así qu
Levi abrió la puerta y encontró a Noemi al otro lado, con el rostro cansado y demacrado, los ojos bajos y una sonrisa que intentaba ser sincera. Parecía casi apoyada en el marco de la puerta, como si estuviera a punto de caerse en cualquier momento. —¿Nena? ¿Qué te pasa? —preguntó sin saber qué más
—¿Tan mal están las cosas? —preguntó con preocupación y ella negó. —No me gusta hacer tormentas en un vaso de agua pero... bueno estamos haciendo algunas adquisiciones hostiles, bancos pequeños que no han conseguido desarrollarse bien o que intentan hacernos competencia, y por supuesto eso no les a
Era difícil, pero Levi se sorprendía en lo aplicada que podía ser aquella condenada mujer. Le gustaba estar con él, a él le gustaba estar con ella, y cuando su celular sonaba en medio de un almuerzo ella simplemente lo apagaba. —¿Y solo cerrar los ojos y ya? ¿Sin incentivo? ¿Un cuchi cuchi? ¿Un org