—Oye Leda, tú que fuiste allá arriba —le dijo el cocinero—, ¿escuchaste si por fin el señor ese va a comprar el castillo? Danna se quedó paralizada. —¿Eh? ¿De qué hablas...? —balbuceó—. ¿Comprar? —¡Sí, el señor que llegó... Keller creo que se apellida! Dicen las mucamas que viene a comprar el cas
Estaba seguro, ahora lo estaba. Danna tenía razón: Olivia Winston no la dejaría fuera de su vista en ningún momento, porque su secreto era demasiado grande como para arriesgarse a que Danna pudiera contarlo. Y si ya había sido capaz de matar a su madrastra, una simple chica del servicio no significa
Sacó una mano de su cabello y acarició su mejilla, luego deslizó sus dedos por su cuello, el contorno de sus labios y la barbilla. La iba a llevar al límite de la locura y más allá, iba a hacerla gemir de placer hasta no poder más. Mientras sus manos se deslizaban por su cuerpo con delicadeza, ella
La fiesta comenzó a prepararse de inmediato y Loan intentó ver a Danna durante todo el día, pero Olivia la tenía trabajando todo el tiempo, dándole apenas tiempo para amamantar a su hijo. La expresión de Loan se endureció ante aquella situación, la impotencia lo estaba matando, pero realmente estaba
—Eso es mentira —siseó Loan entrando y tomando su mano herida para quitarle la venda—. ¿Esa infeliz te hizo esto? ¡Dímelo! Danna pasó saliva y asintió. —Quería que fuera más torpe. Como no cumplí sus expectativas me pegó la mano a una olla hirviendo. —¡Maldit@ bruja! —gruñó Loan mientras sentía c
Loan tenía la impresión de que algo no iba bien. No podía identificar qué era exactamente, pero había algo en el aire. Se sentía en la estancia como una energía negativa que no sabía explicar. Y teniendo en cuenta que Olivia Winston estaba en la habitación eso ya era decir mucho. Aquella sin dudas
Ella asintió intentando secarse las lágrimas, pero finalmente pus aquella pequeña bolsita sobre la cama y salió. Loan la miró por un largo momento, pero terminó metiéndola en su maleta sin abrirla. Probablemente fueran recuerdos muy preciados para Danna y él quería que si los compartía con él fuera
—Olivia Winston, queda arrestada por el asesinato de Myrna Winston, antigua condesa de Winston. La cara de la mujer se transformó en un segundo al escuchar aquellas palabras. —¡¿Qué?! ¿De qué está hablando, se volvió loco? —sin embargo había más impotencia que sorpresa en su expresión. El señor c