Andrea sentía que el mundo se estaba derrumbando sobre ella. Se apretaba las manos en el regazo haciendo acopio de fuerzas para no ponerse a gritar. —¿Cómo... cómo supiste que Adriana estaba en el hospital? —le preguntó a Zack. —Ben acaba de avisarme. Le pedí que estuviera pendiente de Adriana y a
—¡Eso no es cierto! —sollozó Andrea. —Yo te diré qué es cierto —se regodeó Mason—. Voy a salir por la puerta de ese hospital con la chiquilla en los brazos y no puedes hacer nada porque un juez me la dio. —¿Estás seguro de que quieres jugar esa carta? —La voz tras ellos los hizo girarse y los dos
Andrea no sabía decir exactamente cómo se sentía, pero aquella mezcla de miedo, impotencia y desesperación no la abandonaba. La supuesta enfermera que había sido la causante de darle una mala leche a la bebé ya no estaba por toda la casa cuando llegaron, pero ella se ocupó de comentárselo a Zack en
Andrea ni se lo hizo repetir, salió apresurada y en cuanto llegó a la calle Zack le abrió la puerta trasera de la camioneta para que se subiera. —No se preocupe. Tenemos el turno de la noche en esta zona —dijeron los oficiales estrechando la mano de Zack—. Podemos darnos una vuelta siempre que haga
Eso era cierto. Tan cierto que a Zack se le hizo un nudo en el estómago. —¿Qué sugieres? —preguntó girándose hacia Milo. Su hermano caminó frente a la propiedad con el ceño fruncido. —Tiene verja alta, no barda; típico error de los nuevos ricos, valoran más la exhibición de lo que tienen que la p
Zack les agradeció y poco después pasaban por el edificio de oficinas de camino al departamento. Adriana enseguida se puso a jugar con Milo y Zack arrastró a Andrea a su habitación. —Déjame verte —gruñó él levantándole la barbilla. —Zack, de verdad no fue nada... —intentó zafarse Andrea pero él n
Milo iba seduciendo en la camioneta, como el mejor de los playboys, pero por suerte en menos de veinte minutos la transferencia estuvo hecha y los papeles con su firma digital estampada. —Listo, solo hay que imprimirlos y me ayudas a desaparecer después, porque te juro que esa mujer vendrá a buscar
O´Grady y Byren estaban fuera de servicio por el fin de semana, pero estaban encantados de estar ayudando a la familia de la representante de Baby Storm; así que ellos también se quedarían para imponer la fuerza de la ley si llegara a ser necesario. —Bueno, llegó la hora —dijo Zack cuando dieron la