Andrea suspiró y se pasó la mano por el pelo. Se sentía exhausta, perdida y un poco insensible. —Su abogado dijo que este lugar tal como está no era apropiado para criar a un niño, que no era un ambiente saludable, y el juez le dio la razón —murmuró. —¿Y qué dijo tu abogado? ¿No alegó nada sobre e
Si había un buen momento para que la tierra se abriera y se lo tragara, definitivamente para Zack Keller era aquel. No habían tenido una conversación larga, pero había palabras de Andrea que no salían de su cabeza: "Mason me quitó a mi hija porque no quise regresar con él". "¡Ni siquiera tengo un
Un auto lujoso se detuvo frente al edificio y de él salió Mason muy bien vestido y una enfermera que llevaba a la bebé en brazos. Andrea enseguida la tomó y la acunó contra su pecho. —Ben... ¿conoces a algún buen investigador privado? —preguntó de repente. —Puedo conseguir uno. ¿Por qué? —preguntó
Andrea caminó hasta la recepción apresurada. Esperaba a cualquiera de los antiguos clientes que obviamente se ponían nerviosos con el cambio de administración pero al llegar se encontró con una sorpresa inesperada. Ante ella se encontraba un hombre alto y apuesto, vestido con un abrigo azul oscuro.
Estaba a punto de tirarse de los cabellos cuando la chica de recepción entró corriendo. —Te buscan otra vez y ahora una mujer con cara de muy pocos amigos, creo que te van a pegar, ¿llamo a seguridad? —le advirtió la muchacha. Andrea se apresuró a llegar a la recepción para encontrarse cara a cara
Andrea no entendía cómo podía sentirse tan mal y tan bien al mismo tiempo. Había conseguido su contrato, pero Mason tenía el olfato de un sabueso para arruinarle la felicidad. —Voy a... voy a estar en mi escritorio... —murmuró ella por lo bajo como si hablara consigo misma y Zack sintió un nudo en
Los trabajadores sociales se miraron y los dos guardaron silencio, aturdidos. —Bien, podemos hacer esto de dos maneras, director. Usted va conmigo a declarar operativa la guardería, o posamos para las fotos de los titulares de mañana. ¿Cuál prefiere? El Licenciado Gazca era un hombre imponente, co
Mason había bajado la escalera de su mansión rezongando porque la visita, según la empleada doméstica, parecía muy urgente, y se había impresionado al ver a aquel hombre en la puerta de su casa. Nadie tenía que decirle que era abogado, todo en él lo gritaba, desde el elegante traje negro hasta la c