La partida de ese lugar fue triste no deseaba alejarme de mis bebes ellos aún eran muy pequeños me necesitaban, pero a mi lado corrían peligro aun así dejar a mis hijos incluso en las mejores manos era cruel y me lastimaba, pero esta vez y solo por un corto tiempo teníamos que alejarnos, logan y yo íbamos a acabar con la amenaza y a crear un mundo libre de lluvias dolorosas para ellos, porque eran dignos de tener una vida feliz.
El regreso a la ciudad fue cubierto por una lluvia suave y unido opaco, un cielo negro como la noche que nos brindaba una brisa fuerte y constante. A veces no entiendo porque la vida es complicada y difícil o ¿quizás ahora me castiga por lo que le hice a esa mujer? ¿Acaso ella no tenía que pagar por mi dolor? ¿Tengo que ser siempre yo quien llore?, la vi
Vamos a descubrir qué es aquello que más amamos justo al momento de perderlo. Vamos a jugar a saber que es la tristeza cuando somos felices. Hoy los invitare una taza de café, y bajo esta fuerte tormenta les contaré, sobre una joven, sus esperanzas y los dolores que algunos nunca nos alcanzamos a imaginar que existe. Vamos a ver cuáles son esos sentimientos más ocultos, sueños perdidos, y a experimentar el amor de una forma tan loco que puedes llorar y reír al mismo tiempo. Un Amor Descabellado Todo empieza con una joven pareja quienes en medio de una bella noche llena de la más cálida felicidad reciben con mucho amor a su primogénita,
Aquella nota me dejó pensando por unos minutos más sin embargo la hora y mí prisa eliminó por el momento aquella frase de la memoria haciéndome correr a la escuela. Ya era el último año de escuela por eso tenía grandes planes y un sueño hermoso para mi futuro para él que trabajaba tan ferozmente día a día. Luego de la escuela empiezo mi jornada laboral, a eso de las 11:00 de la noche la dueña del establecimiento me indicó que si deseaba podía irme, por un segundo lo pensé mí corazón estaba algo agitado quizás un presentimiento de algo a ocurrir me indicaba que fuera a casa, pero simplemente ignore aquello y pedí quedarme, era noche de fiesta y las propinas eran el plato fuerte, así que proseguí con mis labores. –Nada es pequeño e insignificante en esta vida.
Dos difíciles meses habían transcurrido desde aquella noche las luchas y constantes idas a la comisaría para pedir justicia, se iban alejando, al tiempo que mí cuerpo se recuperaba dejando mi alma aun dañada, lo único que me sostenía de pie aún era mi sueño por lo que volvería a la escuela este era el último semestre de clases para graduarme y empezar la universidad. Al llegar nadie habló del tema, no escuche susurros en pasillos y yo realmente creí que mí vida volvería a ser la misma, pero la tercera semana de haber iniciado las clases un fuerte dolor de vientre se apoderó de mí en medio de la clase de matemáticas lo que me obligó a pedir un permiso e ir a la enfermería debido a que el dolor no pasaba, la escuela no tuvo más opción que llamar a mi abuela. Cuando la abuela ingresó a la sala de enfermería, mí rostro lucía pálido, eso asustó a la anciana quién no du
Y como la vida se mueve por costumbres yo poco a poco me iba acostumbrando a no tener a mi abuela, no fué nada fácil, las cosas eran más difíciles y además la extrañaba aún mucho, pero el adaptarme llevó a ser día a día las cosas un poco más sencillas y en busca de un mejor futuro, opte por conseguir un nuevo empleo, el mismo que no fue tan difícil encontrar me ofrecían una mejor paga, el horario era ajustable a mis necesidades el cambio debido a eso no fué tan brusco y al paso de casi ocho meses todo marchaba bien, el sol era más brillante y el cielo más azul, aquel clima me gustaba mucho, más sin embargo la temporada de lluvia se aproximaba trayendo consigo fuertes vendavales. Aquel día 20 de octubre, me levanté temprano para llevar a Dorian a su escuela y de allí fui a mí trabajo, era un día muy soleado, pero con un extraño olor a tierra mojada –¿Lloverá?
CAPÍTULO 5 RELATADO POR LOGAN: UNA GRAN FIESTA Había estado en el extranjero por años, por un error que cometí de joven mí padre me envió lejos con la excusa de estudiar y para que nuestra familia no se viera involucrada en un escándalo, después de años quede administrando el negocio en aquel país, ya que prácticamente se me tenía prohibido regresar, pero una vez te adaptas las cosas se vuelven sencillas, hice una vida en aquel país, la cuál compartía con mi novia Hellen, todo iba tan perfecto hasta que una llamada puso mí mundo de cabez.a –Regresa tú boda se hará pronto. Esas fueron las palabras de mi padre, sin dejarme responder él viejo cuelga la llamada
CAPÍTULO 6 RELATO DE LISA: ¿EL GRAN DIA? Aunque aquel día hubiera deseado que jamás llegará no fuÉ así, el tiempo no se detiene y el día de mí boda llegó, quería salir corriendo, pero era un plan muy difícil de cumplir para no decir que imposible, tengo que admitir yo me veía hermosa me gustaba aquel largo y tan floreado vestido era perfecto blanco y de un ligero escote, su cola arrastraba, yo era una princesa de esas de los cuentos de hadas, literalmente ya que tenía que lucir perfectas, feliz y enamorada del príncipe. Mientras esperaba la hora mire por la ventana, en mí mente pasaron ráfagas de imágenes de mí escapando, muchas de ellas eran chistosas, pero todas un fracaso suspire desde lo más profundo de mi ser mientras cerraba los ojos, luego de unos s
Mientras lo miraba su brazo rodeo mí cadera y acercaba nuestros cuerpos, por instinto coloque mis manos en su pecho tratando de mantener la distancia, aquel hombre tenía olor a cigarrillos y alcohol tan fuerte que me sentía asqueada, empuje su cuerpo, pero su agarre era fuerte. –Acaso te niegas a cumplir con tú deber de esposa. –¿Mi deber? Parecía chistoso y empuje una vez más, para mí sorpresa él me soltó, pero también debido a la fuerza que ejercí al tratar de alejarme de él, en ese momento lo vi reírse y caminar pasando por mí lado, pensé que se iría a beber de nuevo y cerré mis ojos sólo un instante hasta que sentí esas grandes manos que desde atrás se apoderaban de mí cintura, una de ellas subía desde, hasta mis pechos, mi cuerpo tembló y negué entre gritos, los mismo que parecí
No sé en realidad qué tiempo pasó pero el sol ya escalaba entre la pequeña ventana del baño y alumbraba muy fuerte, aunque aún tenía el miedo intacto me levante y con una de las toallas cubrir mi cuerpo con cuidado abrí la puerta del baño, miré a la cama dónde estaba él aún tendido pensé que aquella era mi oportunidad para ir por algo de ropa, y suspire, cómo quien cree que si no respira se hace invisible aquello sirvió y me dio algo de fuerza por lo menos para dar el primer paso. Sin embargo hay veces que no llegamos tan lejos y esa fue una de esas veces, ya que una voz fría y demandante hizo que me detuviera. –Ven acá. Al escucharla mí corazón se detuvo y negué mientras apretaba mis ojos tratando de impedir que las lágrimas salieran, pero aquel sujeto agregó