Y como la vida se mueve por costumbres yo poco a poco me iba acostumbrando a no tener a mi abuela, no fué nada fácil, las cosas eran más difíciles y además la extrañaba aún mucho, pero el adaptarme llevó a ser día a día las cosas un poco más sencillas y en busca de un mejor futuro, opte por conseguir un nuevo empleo, el mismo que no fue tan difícil encontrar me ofrecían una mejor paga, el horario era ajustable a mis necesidades el cambio debido a eso no fué tan brusco y al paso de casi ocho meses todo marchaba bien, el sol era más brillante y el cielo más azul, aquel clima me gustaba mucho, más sin embargo la temporada de lluvia se aproximaba trayendo consigo fuertes vendavales.
Aquel día 20 de octubre, me levanté temprano para llevar a Dorian a su escuela y de allí fui a mí trabajo, era un día muy soleado, pero con un extraño olor a tierra mojada –¿Lloverá? – recuerdo decir casi en susurro mirando el cielo azul justo antes de pasar la puerta de la tienda de joyas dónde laboraba.
–Por favor Bora pasa por Dorian hoy, necesito ir a comprar para que la cena no alcanzaré llegar a tiempo.
Le dije por teléfono a mí amiga ya que para aquel día la despensa estaba vacía y los ingredientes de la comida favorita de mí hijo se habían agotado, pero justo a la hora de mí salida un señor de edad se acercó a mí, él lucía tan pulcro e inteligente, además de sofisticado y guapo para su edad, por la fina ropa y sus guardias cualquiera habría notado que era adinerado.
–Señorita necesitamos hablar.
Esas palabras provienen de él y su tono fue amable y tranquilo, pero autoritario se notaba que era alguien de carácter muy fuerte con un corazón cúal fogata que te sirve para quitar el frio y evitar que te congelará, aquel señor empezó por presentar se y mientras me miraba tan fijamente casi a punto de incomodar me dijo.
--Un placer mi nombre es Francisco Hilary.
Aquella frase fué corta e hizo una pausa, quizás por mí cara de desconcierto ya que en ese instante aquel nombre me parecía incierto, no sabía quién era él anciano.
–Soy el abuelo paterno de Dorian
–Espera ¿Qué? o mejor dicho ¿Quién dijo que era?.
Según tenía entendido nunca se descubrió quién fué aquel que abusó de mí, así que cómo era posible que estuviera frente al abuelo paterno de mí hijo, eso seguramente era una broma de muy mal gusto, lo que reflejaba mí cara de desconcierto y enojó, denotando la forma de verlo de arriba a abajo.
–No sé con quién me ha confundido, pero debería pedirle que se retire ahora
Le dije con un tono suave pero demandante , nadie vendría a dañar mí vida, suspire profundo para darme media vuelta y alejarme, pero uno de sus acompañantes extendía hacia mí un papel el cual tomé sin hacer mayor pregunta y empecé a leerlo, cada línea era un cuchillo, cada renglón era una humillación a mí, consternada por el contenido mire al viejo esta vez mis ojos estaban rojos del enojo y mí cara encendida por la furia.
–¿Cree qué ahora tiene el derecho de aparecer frente a mí después de lo que su hijo y usted me hicieron? ¿Por qué apareció?
Tenía tanta ira aquel hombre compró cada autoridad del lugar para dejar limpio el nombre de su hijo y luego lo envió al extranjero, más sin embargo el viejo no mostró ninguna señal de sentimientos en su mirada, era fría y dominante para ese momento él sólo agrego
–Cásate con mí hijo y podrás criar al tuyo en paz.
Cómo era de esperarse me negué a semejante ridiculez con toda mí fuerza, pero él muy astuto antes de marcharse me susurro
–Podrás perder lo que más amas si no aceptas.
Para los siguientes días el joven que me dio los papeles llegaba, y me hacía la misma pregunta.. ¿Te casarás con el joven? Mí respuesta nunca cambió siempre fue la misma, más sin embargo dos semanas después este mismo llegó e hizo la misma pregunta.¿Te casarás con el joven? Mí respuesta no cambió y está vez agregó.
–Señorita esta es su última oportunidad.
Lo dijo antes de darme la citación para una audiencia, aquél señor me demandaba por ocultarle a su nieto, realmente me reí creí que estaba tan loco y que yo jamás perdería, pero la primera audiencia fué demasiado mal, aquel señor no sólo tenía el poder de compra sino también de armar falsas pruebas. ´´Muchas veces el dinero te da todo lo que quieres´´.
Al final todo salió justo como el señor quería y yo perdí ese día a mí hijo, miícorazón estaba tan destrozado. ¿Acaso la vida podía ser más injusta conmigo? Teníamos que salir de aquella sala y él se llevaría a mí Dorian consigo, realmente abrace tan fuerte a mípequeño que no quería soltarlo, entonces fué cuando ese anciano se me acercó y me dijo.
–¿Recuerdas la pregunta? Nuevamente, respóndela.
No la repite, pero ya sabía cuál era, en ese momento mi respuesta cambió.
–Sí.
Pude ver su sonrisa, había ganado y él lo sabía, él señor Hilary no andaba con rodeo y ese mismo día nos mudamos a su casa, mí corazón latía muy fuerte y con gran odio en él, pensé que vería por fin la cara de aquel canalla, pero él no estaba, aún no regresaba del exterior y eso fué cómo una brisa refrescante.
Por casi 6 meses puedo decir que mí vida no fué dura, en casa sólo vivíamos Dorian y yo él anciano Hilary nunca estaba y él hijo de éste seguía de viaje, por lo tanto la vida no era tan mala y yo deseaba con mí alma que siguiera de aquella forma, estudiaba y practicaba deportes, ayudaba en la cocina y luego sólo me dedicaba a cuidar de mí hijo.
Ya siendo sábado y cómo era costumbre había salido a correr, me gustaba hacerlo cada mañana y regresaba casi a las 7:00 AM para despedir al pequeño Dorian que partía a la escuela, sin embargo aquel día había un auto fuera de la casa, uno que jamás había visto, por un momento pensé que era el señor Hilary y suspire para ingresar a casa con una buena actitud, abrí la puerta principal de esta y me adentre, en la sala de star habían dos hombres, no me había equivocado uno era el señor Hilary y el otro era mucho más joven, por el tono y los gestos en él rostro del anciano supuse que aquella conversación sostenida con él joven no era cordial .
–Buen día señor Hilary.
Comente mientras me acercaba el viejo no dudó en regalarme esa brillante, pero fría sonrisa que da muy a menudo y el hombre a su lado volteo, puedo asegurarles que era él más hermoso, chico que había visto, su altura, su cuerpo sus ojos su parecido con él anciano, allí al verlo tan fijamente retrocedí dos pasos mis ojos no dejaban de estar impregnados aquel hombre, esa altura no podía equivocarse, era aquel monstruo que marcó mí vida.
–Él es Logan Hilary mi hijo y tú futuro esposo.
Dijo el viejo , mientras que mí corazón se llenaba de odio, quería brincarle sacarle los ojos, mí rostro demostraba mí asco hacía ese sujeto, sin darme cuenta empecé a retroceder queriendo huir de ese lugar, aquel sujeto me miraba cómo si yo fuera una presa despreciable y me hacía sentir cada vez más pequeña, pero mis pasos fueron detenidos al tropezar contra Daniel.
–Respira profundo y que no vean tu miedo.
Daniel es el tipo perfecto, se veía tan hermoso en todo lo que usaba, era como un príncipe, ese de los cuentos de hadas, el mismo que cada noche me raptaba y me llevaba lejos para ser feliz juntos, era tierno, pero fuerte, sabía que decir y en el momento justo, muchas de las chicas estaban enamoradas de él y lo sabía, pero fingía no darse cuenta de aquello además era alto, y su cuerpo fornido daba una sensación de tranquilidad si él estaba a tu lado, sus ojos cafés te daban la sensación de estar bajo un hechizo y esa voz tan dulce te hacía sentir que estaban en el paraíso, yo podía quedarme horas viéndolos, no puedo negarlo que desde que lo conocí me enamoré de él, cuando iba cada día a preguntarme esa ridiculez a la tienda de joyas, pero era la mano derecha del anciano.
El viejo Hilary con su tono de satisfacción volvió a comentar
–El próximo fin de semana es la boda, todo está casi listo, ni yo sabía que él estaba preparando aquello, Logan me miraba cómo mirara a un gusano, pero no pronunciaba palabra. Aquella semana fue un caos, las reuniones constantes con ese hombre fueron insoportables y terminé siendo una gran actriz que debía manejar un papel por un bien personal.
“La hermosura es pasajera cuando no viene del alma”
CAPÍTULO 5 RELATADO POR LOGAN: UNA GRAN FIESTA Había estado en el extranjero por años, por un error que cometí de joven mí padre me envió lejos con la excusa de estudiar y para que nuestra familia no se viera involucrada en un escándalo, después de años quede administrando el negocio en aquel país, ya que prácticamente se me tenía prohibido regresar, pero una vez te adaptas las cosas se vuelven sencillas, hice una vida en aquel país, la cuál compartía con mi novia Hellen, todo iba tan perfecto hasta que una llamada puso mí mundo de cabez.a –Regresa tú boda se hará pronto. Esas fueron las palabras de mi padre, sin dejarme responder él viejo cuelga la llamada
CAPÍTULO 6 RELATO DE LISA: ¿EL GRAN DIA? Aunque aquel día hubiera deseado que jamás llegará no fuÉ así, el tiempo no se detiene y el día de mí boda llegó, quería salir corriendo, pero era un plan muy difícil de cumplir para no decir que imposible, tengo que admitir yo me veía hermosa me gustaba aquel largo y tan floreado vestido era perfecto blanco y de un ligero escote, su cola arrastraba, yo era una princesa de esas de los cuentos de hadas, literalmente ya que tenía que lucir perfectas, feliz y enamorada del príncipe. Mientras esperaba la hora mire por la ventana, en mí mente pasaron ráfagas de imágenes de mí escapando, muchas de ellas eran chistosas, pero todas un fracaso suspire desde lo más profundo de mi ser mientras cerraba los ojos, luego de unos s
Mientras lo miraba su brazo rodeo mí cadera y acercaba nuestros cuerpos, por instinto coloque mis manos en su pecho tratando de mantener la distancia, aquel hombre tenía olor a cigarrillos y alcohol tan fuerte que me sentía asqueada, empuje su cuerpo, pero su agarre era fuerte. –Acaso te niegas a cumplir con tú deber de esposa. –¿Mi deber? Parecía chistoso y empuje una vez más, para mí sorpresa él me soltó, pero también debido a la fuerza que ejercí al tratar de alejarme de él, en ese momento lo vi reírse y caminar pasando por mí lado, pensé que se iría a beber de nuevo y cerré mis ojos sólo un instante hasta que sentí esas grandes manos que desde atrás se apoderaban de mí cintura, una de ellas subía desde, hasta mis pechos, mi cuerpo tembló y negué entre gritos, los mismo que parecí
No sé en realidad qué tiempo pasó pero el sol ya escalaba entre la pequeña ventana del baño y alumbraba muy fuerte, aunque aún tenía el miedo intacto me levante y con una de las toallas cubrir mi cuerpo con cuidado abrí la puerta del baño, miré a la cama dónde estaba él aún tendido pensé que aquella era mi oportunidad para ir por algo de ropa, y suspire, cómo quien cree que si no respira se hace invisible aquello sirvió y me dio algo de fuerza por lo menos para dar el primer paso. Sin embargo hay veces que no llegamos tan lejos y esa fue una de esas veces, ya que una voz fría y demandante hizo que me detuviera. –Ven acá. Al escucharla mí corazón se detuvo y negué mientras apretaba mis ojos tratando de impedir que las lágrimas salieran, pero aquel sujeto agregó
Había esperado tanto ese día que estaba realmente feliz de regresar a casa, en aquel lugar estaría a salvo y no quería perder más tiempo incluso con mí cuerpo adolorido, organicé todo para regresar a casa junto a mí sol y por fin poder tener un rayito de tranquilidad, antes de salir de la casa cubrí mi cuerpo todo con ropa muy grande para evitar que vieran mis morados y aquellas mordidas. El viaje de regreso a casa fue tranquilo, y quizás era porque había más personas dentro del pequeño auto me sentí tan aliviada que pude dormir un par de horas. Al llegar ya era más de las 2:00 PM y mí hijo esperaba en la puerta por nosotros al bajar del auto y verlo creo que todo el dolor que sentía se desvaneció por aquel momento y sólo corrí a abrazarlo alzarlo y llenarlo de besos, le decía lo mucho que lo había extrañado y cuanto lo amaba más sin embargo mis palabras fueron cortadas cuand
El inicio de semana llegó y mí pequeño regreso de su viaje con Bora, por lo que me vestí muy apresurada, quería verme hermosa, y aparentar que nada malo había pasado o fingir, aquella mañana la pasamos con Dorian, parecíamos de lejos una gran familia llena de amor, mientras jugábamos, la puerta de la casa se abrió y mí sorpresa fué al ver entrar al señor Hilary acompañado por el secretario, mí corazón se estremeció y no pude negarle una gran sonrisa, hasta que sentí su aura baje la cabeza tenía miedo de Logan y él lo sabía, el señor Hilary y el secretario se acercaron a nosotros, vi a este anciano hablar con su nieto mientras entregaba regalos, los ojos del secretario se colocaron sobre mí y pude notar una incomodidad que quizás también fue notada por Logan. –Te daremos un nuevo nieto pronto -Aquel dejó salir esas palabras de golpe lo que notoriamen
Después de ese día Logan ya no era el mismo cambio un poco, quizás fué el dolor de la pérdida de aquel bebé o quizás la conversación que sostuvo en la clínica con Daniel, me esquivaba la mirada y no volvió a tocarme, hasta que mis heridas físicas estuvieran cerradas, luego de eso me dedique a mí niño, cuidar de él y verlo feliz, y los meses pasaron, la conversaciones con Logan eran cada vez menos descortés, y aunque muchas veces me hizo suya, no era brusco, parecía un poco cariñoso. Una noche en medio de aquel acto Logan pronunció unas palabras… ¿Algún día me amarás? Cómo puede aquel sujeto pedir eso, incline mí cabeza hacia un lado y negué con esta, pensé que se enojaría y volvería a ser el mismo, pero sólo se detuvo para bajar de encima de mí, el silencio fué el rey aquella noche.
Estábamos a horas de la fiesta de cumpleaños de Dorian, la casa se llenó de colores, globos, juegos, un payaso. Seguramente aquella celebración sería inolvidable, mí pequeño tendría para él muchos obsequios, supervisé personalmente cada detalle, aunque tenía cierta incomodidad ignore estas para disfrutar del arreglo de la fiesta de mí .Dorian por ser día de semana aún estaba en la escuela y todo sería una sorpresa, por otra parte Logan se encontraba en la casa y me miraba, cada gesto y acción era frívolo y sus ojos profundos e inquietante me seguían, me logró incomodar, pero trate de ignorar aquello, hasta que se acercó a mí. Aún no usas el anillo.Comentó con una voz ronca y tomó mi mano para ver esta fijamente, aquel hombre en realidad me incomodaba y rápidamente me solté para negar. mientras lo miraba -N