Cody
Mi mente llevaba rato despierta, sabía que debía abrir los ojos pero mis parpados se sentían pesados y estaba tan cómodo entre los brazos de Andrew que no quería moverme.
-¿Ya es hora?—escuché que preguntó en mi oído.
-Mmm—me quejé—Cinco minutos más.Los brazos de Andrew se apretaron a mí alrededor y el calor que emanaba de su cuerpo me incitaba a quedarme más tiempo.
-Cody, hay que levantarnos—dijo Andrew pero sin soltarme.
-Quédate.Había pasado ya un mes desde que Andrew se quedaba a dormir en mi casa de vez en cuando. Normalmente Andrew se despertaba temprano ya que debía regresar antes de que Tocquer lo hiciera antes que él, pero cada vez era más difícil. Era como si nuestros cuerpos se hubieran amoldado para permanecer juntos.
-Tengo que irme—vo
-¡¿Qué?!—Su mirada cambió inmediatamente y ya no se veía feliz— ¿A qué te refieres con que están en el hospital?Ay no…-¿Qué necesitas?—volvió a preguntar Andrew—De acuerdo, iré en seguida.Colgó el teléfono y nos miró a los tres como si deseara decir algo pero no supiera como decirlo. Eso, era otra señal de que nada bueno estaba pasando.-Niños, ¿por qué no van a buscar una película? Así podremos ver algo mientras comemos—sugerí.Elina asintió con una pequeña sonrisa y tomando a Tocquer de la mano se fueron a la sala. Me acerqué a Andrew y sutilmente pregunté:-¿Qué sucedió?Noté que las manos de Andrew habían comenzado a temblar y que se mordía el labio pensando en algo, proba
Mi corazón me golpeaba la garganta y los cinco segundos de felicidad se desvanecieron al notar que Tocquer intentaba cruzar la calle.-¡Tocquer espera!Pero él no me escuchaba. Estaba demasiado lejos y mi desesperación aumentó al verlo atravesarse frente a un carro. Todo fue muy lento, como si por segundos el mundo se detuviera. Las lágrimas no me dejaron ver bien todo el panorama, pero la verdad me interesaba muy poco como sucedieron las cosas, lo único que me importaba, era el pequeño cuerpo que tenía entre mis brazos.-¡Papá!—gritó contra mi pecho mientras lo abrazaba.Estábamos sentados en la acera, el carro que por poco lo mata siguió su camino y seguía sintiéndome incapaz de moverme.-No vuelvas a hacer eso—sollocé apretándolo un poco más fuerte.-Papá…Me levanté del s
CodyAl día siguiente desperté temprano pero la cama estaba vacía. Conforme se aclaraban mis sentidos podía escuchar el sonido de televisión encendida, sonido en la cocina y dos niños riendo.Salí de la habitación encontrándome con Tocquer y Elina en la sala jugando.-¡Papá Cody!-¡Tío Cody!Los niños se levantaron y corrieron a abrazarme rodeando mis piernas con sus pequeños brazos. Segundos después, Andrew salió de la cocina con una enorme sonrisa exclusivamente para mí.-Justo a tiempo, el desayuno está listo.Tocquer y Elina corrieron al comedor que ya estaba servido y Andrew tomó mi mano para guiarme hasta mi asiento, no sin antes dejar un beso en mi cabeza.-¿Dormiste bien?—preguntó sentándose a mi lado.-Sí—respondí regr
AndrewCody estaba demasiado curioso respecto al asunto de criar a Tocquer, quizás su mala experiencia le provocaba ganas de saber más para estar preparado. Me sentía halagado de que me considerara tan buen padre como para saber prevenir todo tipo de cosas, pero la verdad es que solo soy un poco más experto que él en este asunto.Una cosa que mi madre mencionaba todo el tiempo, era que nadie, está listo para ser padre. Mucho menos existe un manual para eso. Jamás habría imaginado cuánta razón tenía hasta que tuve que experimentarlo por mi cuenta.La primera noche que Tocquer pasó conmigo fue la más difícil. Su llanto taladraba en mi oído mientras lo mecía sin parar a mitad de la noche esperando que conciliara el sueño. Recuerdo que conforme pasó el tiempo, hubo una o dos ocasiones en que lloré con él, esperan
Cody-A-Andrew—gemí—Aaaaah. -Shh—susurró sobre mis labios—Nos van a escuchar.Casi mordiéndome la lengua reprimí todos los gemidos que amenazaban con salir de mi garganta. La boca de Andrew continuaba dejando besos húmedos por mi cuello mientras sus manos, que estaban dentro de mi camisa jugueteaban con mis pezones.-Andrew no… No hagas esto más difícil—pude sentir su sonrisa momentos antes de que se llevara uno de mis pezones a su boca.Cubrí mi boca con una mano, esperando que eso fuera suficiente para callarme. Conducido por la desesperación, puse una de mis manos sobre su entrepierna y presione su erección abultada dentro de sus pantalones. Si la boca de Andrew no estuviera tan ocupada, probablemente lo hubiera hecho gemir.Levantó la cabeza para besarme, comencé a desabrochar su pantalón y en cue
CodyLos días pasaron igual, volveríamos a la universidad en una semana, tanto la madre de Andrew como Elena ya estaban mejor, por ende Andrew ya no estaba tan ocupado. Pero Tocquer seguía de vacaciones y hasta que él no entrara a clases, era casi imposible que Andrew tuviera algún momento libre.Andrew: ¿Te gustaría ir al cine el viernes?Y ahí estaba, dándome lo que tanto quería, pero, podría ser mi molestia, mi frustración, mi enojo o todo lo anterior lo que me impedía disfrutarlo. &
AndrewNo he hablado con Cody desde ese día.No estoy seguro de si terminamos o estamos en un “tiempo”.Pero sea lo que sea, se siente horrible.Pensé en llamarlo muchas veces, mandarle mensajes y solucionar las cosas. Pero sus palabras no salían de mi cabeza.Miro a Tocquer que está sentado sobre una manta en el suelo mientras colorea un nuevo libro que acabo de comprarle hace unos días y, me pregunto, si habré hecho algo malo.Cuando conocí a Cody, supe de inmediato que lo que sentía no era algo normal. No podía sentirme de esa manera solo por un amigo y no deseaba ver a nadie como anhelaba verlo a él todos los días. Nos volvimos cercanos y por un momento fue suficiente, pero, cada vez que me detenía frente a la escuela de Tocquer y lo veía correr hacía mí, me sentía culpable.Culpable por
¿La gente puede morir de aburrimiento? ¿Soledad? ¿Culpa? ¿Tristeza? ¿Todas las anteriores?Quizás lo descubra pronto.-Sí vas a seguir con esa cara mejor cuelga.La voz de Dallas me hace regresar los ojos a la pantalla de mi computadora, se supone que haríamos una videollamada para hablar pero no he podido decir mucho en los últimos diez minutos.-Lo siento—digo agachando la mirada—Es solo que…-Si tan mal te sientes, ¿por qué no solo te disculpas?Le había contado a Dallas las cosas horribles que le había dicho a Andrew, la razón de nuestra pelea y el cómo teníamos tres días sin hablar. Se sentía que había pasado muchísimo más tiempo.-No es tan fácil—le digo acomodándome en mi silla.-De hecho lo es, solo que te encantan los dramas.S&eacut