Andrew
Cody estaba demasiado curioso respecto al asunto de criar a Tocquer, quizás su mala experiencia le provocaba ganas de saber más para estar preparado. Me sentía halagado de que me considerara tan buen padre como para saber prevenir todo tipo de cosas, pero la verdad es que solo soy un poco más experto que él en este asunto.
Una cosa que mi madre mencionaba todo el tiempo, era que nadie, está listo para ser padre. Mucho menos existe un manual para eso. Jamás habría imaginado cuánta razón tenía hasta que tuve que experimentarlo por mi cuenta.
La primera noche que Tocquer pasó conmigo fue la más difícil. Su llanto taladraba en mi oído mientras lo mecía sin parar a mitad de la noche esperando que conciliara el sueño. Recuerdo que conforme pasó el tiempo, hubo una o dos ocasiones en que lloré con él, esperan
Cody-A-Andrew—gemí—Aaaaah. -Shh—susurró sobre mis labios—Nos van a escuchar.Casi mordiéndome la lengua reprimí todos los gemidos que amenazaban con salir de mi garganta. La boca de Andrew continuaba dejando besos húmedos por mi cuello mientras sus manos, que estaban dentro de mi camisa jugueteaban con mis pezones.-Andrew no… No hagas esto más difícil—pude sentir su sonrisa momentos antes de que se llevara uno de mis pezones a su boca.Cubrí mi boca con una mano, esperando que eso fuera suficiente para callarme. Conducido por la desesperación, puse una de mis manos sobre su entrepierna y presione su erección abultada dentro de sus pantalones. Si la boca de Andrew no estuviera tan ocupada, probablemente lo hubiera hecho gemir.Levantó la cabeza para besarme, comencé a desabrochar su pantalón y en cue
CodyLos días pasaron igual, volveríamos a la universidad en una semana, tanto la madre de Andrew como Elena ya estaban mejor, por ende Andrew ya no estaba tan ocupado. Pero Tocquer seguía de vacaciones y hasta que él no entrara a clases, era casi imposible que Andrew tuviera algún momento libre.Andrew: ¿Te gustaría ir al cine el viernes?Y ahí estaba, dándome lo que tanto quería, pero, podría ser mi molestia, mi frustración, mi enojo o todo lo anterior lo que me impedía disfrutarlo. &
AndrewNo he hablado con Cody desde ese día.No estoy seguro de si terminamos o estamos en un “tiempo”.Pero sea lo que sea, se siente horrible.Pensé en llamarlo muchas veces, mandarle mensajes y solucionar las cosas. Pero sus palabras no salían de mi cabeza.Miro a Tocquer que está sentado sobre una manta en el suelo mientras colorea un nuevo libro que acabo de comprarle hace unos días y, me pregunto, si habré hecho algo malo.Cuando conocí a Cody, supe de inmediato que lo que sentía no era algo normal. No podía sentirme de esa manera solo por un amigo y no deseaba ver a nadie como anhelaba verlo a él todos los días. Nos volvimos cercanos y por un momento fue suficiente, pero, cada vez que me detenía frente a la escuela de Tocquer y lo veía correr hacía mí, me sentía culpable.Culpable por
¿La gente puede morir de aburrimiento? ¿Soledad? ¿Culpa? ¿Tristeza? ¿Todas las anteriores?Quizás lo descubra pronto.-Sí vas a seguir con esa cara mejor cuelga.La voz de Dallas me hace regresar los ojos a la pantalla de mi computadora, se supone que haríamos una videollamada para hablar pero no he podido decir mucho en los últimos diez minutos.-Lo siento—digo agachando la mirada—Es solo que…-Si tan mal te sientes, ¿por qué no solo te disculpas?Le había contado a Dallas las cosas horribles que le había dicho a Andrew, la razón de nuestra pelea y el cómo teníamos tres días sin hablar. Se sentía que había pasado muchísimo más tiempo.-No es tan fácil—le digo acomodándome en mi silla.-De hecho lo es, solo que te encantan los dramas.S&eacut
Andrew-¿Ya se durmió?—preguntó Cody en un susurro. -Sí, creo que por fin se durmió—respondí igual. -¿Y ahora qué hacemos?Estábamos en el cuarto de Tocquer, los tres acostados en su cama, bastante apretados de hecho, pero Tocquer dijo que tenía sueño y no quería dormir solo.Desde que Cody y yo nos reconciliamos las cosas se han sentido mucho mejor. Ayudé a terminar su mudanza y ya que volveríamos a la escuela mañana, decidimos pasar el día todos juntos, ya que probablemente nos ocupemos más adelante.Pero sea como sea, lo disfruto. Adoro estos momentos y sé que Cody igual. Es como si después de haber hablado hubiéramos encontrado un perfecto balance en nuestra relación.-Creo que yo también necesito una siesta—dice Cody dejándose caer en mi ca
AndrewSu voz cargada de inocencia estaba perturbando hasta lo más profundo de mi alma. Cody y yo rodamos por las cobijas hasta que logramos cubrirnos lo suficiente y ahora, sentados en la cama completamente cubiertos, mirábamos a Tocquer fijamente sin tener una mísera idea de que decir.-Toc, ¿p-podrías esperar en la sala, por favor?—pidió Cody tan amable como le fue posible. -Pero quiero saber que estaban haciendo. -No es nada Toc—digo intentando parecer tranquilo. -¡Pero se veía divertido! ¡Papá Cody hasta estaba brincando!El silencio vuelve a apoderarse de todos y no tengo palabras. Ni volviendo a nacer sabría cómo demonios responder a eso.-Le preguntare a la abuela, ella siempre me dice todo. -¡NO!-¡NO!Tocquer se queda quieto en su lugar debido al grito y nos mira con los ojos abiertos, espe
AndrewEstoy consciente de que me encuentro prácticamente corriendo a casa, pero no siento que este avanzando nada. Puedo identificar la mano de Cody aferrándose a la mía mientras corre a mi lado con su semblante preocupado y mirando hacia atrás en más de una ocasión. El corazón me golpea las costillas y me tiembla el cuerpo, mis pies son tan pesados que resuenan como plomo contra el suelo, ¿o soy solo yo que me siento inconcebiblemente asustado?Ver la entrada al restaurante en lugar de ser reconfortante aumenta mi desesperación. Cruzar el pasillo hasta la puerta de mi casa me hizo contener el aire dentro de mis pulmones. Cuando por fin entramos uso mi cuerpo para cerrar la puerta, Cody suelta mi mano y ahora mis dos brazos envuelven el cuerpo de Tocquer con más fuerza.Primero pienso que es Tocquer el que está temblando, pero no, resulto ser yo. Solo me doy cuenta cuan
DashaSi de algo he estado segura desde que era una niña, es que no quería tener hijos.Cuando tenía catorce años conocí a Andrew. Era el niño más lindo de la escuela y era amable hasta con la gente que no conocía. No recuerdo el momento en el que me di cuenta que me gustaba, solo sé que sentía algo, era cómodo y que cuando me pidió ser su novia fui inmensamente feliz, tanto como lo puede ser una niña ilusionada con su primer amor.Él fue todas mis primeras veces. Primer novio, primer beso detrás del gimnasio de la escuela y mi primera vez teniendo sexo alcoholizada en la casa de uno de nuestros amigos. ¿Romántico, no?La verdad es que ninguno estaba tan ebrio esa noche, pero las hormonas combinadas con el alcohol no resultan en nada bueno. Fue una noche desastrosa, pero Andrew tenía una especie de talento para hace