Dasha
Si de algo he estado segura desde que era una niña, es que no quería tener hijos.
Cuando tenía catorce años conocí a Andrew. Era el niño más lindo de la escuela y era amable hasta con la gente que no conocía. No recuerdo el momento en el que me di cuenta que me gustaba, solo sé que sentía algo, era cómodo y que cuando me pidió ser su novia fui inmensamente feliz, tanto como lo puede ser una niña ilusionada con su primer amor.
Él fue todas mis primeras veces. Primer novio, primer beso detrás del gimnasio de la escuela y mi primera vez teniendo sexo alcoholizada en la casa de uno de nuestros amigos. ¿Romántico, no?
La verdad es que ninguno estaba tan ebrio esa noche, pero las hormonas combinadas con el alcohol no resultan en nada bueno. Fue una noche desastrosa, pero Andrew tenía una especie de talento para hace
Andrew Tocquer se veía guapísimo el día de hoy. Traía puesta su camisa azul favorita (tiene de todos los colores y una favorita respectivamente), su cabello bien peinado y luce entre emocionado y confundido. La verdad es que no supe explicarle mucho, solo pude decirle que iba a presentarle a alguien porque la palabra “mamá” nunca logró salir de mi boca. El restaurante ya estaba cerrado, Cody y yo cocinamos algo para comer todos juntos porque no iba a dejar a Tocquer solo en un momento como este y Cody dijo exactamente lo mismo para conmigo. Sabe que la estoy pasando mal, sabe que tiemblo constantemente y que no puedo dejar de pensar en que algo va a salir mal. Tengo miedo y no sé exactamente por qué. Tocan la puerta y casi dejo caer los platos que llevo en la mano. Cody los toma y los deja sobre la mesa para tomarme de la mano mientras llama a Tocquer para que venga. -Por favor dime que todo va a estar bien—suplico en sil
Cody -Tenemos que hacer esto más seguido. La ventaja de tener un departamento, es que ahora no tengo que meter a Andrew a escondidas para que podamos estar juntos. El problema son los vecinos, aunque hasta ahora no hay ninguna queja, por lo que no veo porque parar. -Entonces, ¿vamos por una segunda ronda? Andrew vuelve a abrazarme, atacando mi cuello nuevamente provocándome cosquillas. Aún estoy intentando recuperar el aliento de la primera vez y este chico quiere ir por un segundo round. -¡Andrew, no!—intento apartarlo, pero sus caricias me provocan un cosquilleo que me impide usar toda mi fuerza— ¡Andrew espera! ¡Déjame respirar! Por supuesto no se detiene y no es hasta que suena su teléfono que se quita de encima para que pueda respirar con normalidad. Puedo ver como la sonrisa que estuvo presente en su rostro desde que nos encontramos en la mañana hasta este momento de la noche, desaparece en un abrir y cerr
La escena es curiosamente interesante. Los tres estamos de pie en la entrada de la escuela, viendo salir a todos los niños mientras buscamos a uno en específico, que término encontrando junto a su amigo Dani, hablando de quien sabe qué, pero al parecer involucra que Tocquer corra alrededor del niño como si fuera un avión.Es cuestión de segundos para que mi niño nos vea y la expresión en su rostro es más de lo que merezco. La sonrisa tan grande, los saltos de alegría y como hace que su amigo voltee a vernos, completamente feliz de que su familia venga por él a la escuela es… Simplemente…-¡Papi!—grita corriendo directamente a mí.Me agacho para poder abrazarlo y levantarlo en mis brazos, sintiéndome exactamente igual que cuando era un bebé y dependía completamente de mí y de mis brazos.-¡Papá Cody!<
CodyAndrew había pasado muy temprano por mí en la mañana, tomando como excusa los arreglos que faltan para la fiesta de cumpleaños de Tocquer y su regalo. Andrew y yo habíamos acordado comprarlo juntos, un regalo de parte de los dos para él. Al principio fue un poco complicado ya que los gustos de Tocquer son curiosamente variados, pero al final ambos nos decidimos por un telescopio, ya que el pequeño había desarrollado una fascinación por las estrellas desde hace un tiempo.Aparte, Andrew le compró una bicicleta y yo, sin decirle a él, también le escogí un regalo.-Bien, casi lo tenemos todo—dice Andrew mientras caminamos con las bolsas en las manos—Solo nos faltan los gorritos de fiesta para los niños.Eso fue idea de Neal y aunque Andrew planeaba discutir con él solo por darle la contraria, Tocquer intervino emocionado c
AndrewTocquer abre primero los regalos de la familia y decide abrir los demás cuando todos se vayan, ya que le da algo de pena tener tanta atención. El primero que abre es el de mi madre, le hizo un peluche a mano de un tigre. Tocquer lo abraza con fuerza y va a dejar un beso en la mejilla de su abuela. El regalo de sus tíos es un equipo de exploración, con brújula, lupa, una pequeña pala y todo lo necesario para convertirse en un pequeño Indiana Jones. El regalo de Neal consiste en una camisa que dice “El mejor tío” con una flecha apuntando a la derecha y un uniforme de futbol como el que yo uso.Al final, voltea a vernos a Cody y a mí y ambos le entregamos su telescopio. El abrazo que nos da es tan fuerte que a veces me sorprenda que tenga solo seis años. Luego, Cody se levanta y trae otro regalo del que no tenía idea y se lo entrega a mi hijo. Mi pequeño
Cody La fiesta de Tocquer ha sido un éxito, terminó más tarde de lo que pensé pero nos hemos divertido como nunca. No me siento muy intranquilo dejando a Andrew solo sabiendo que está molesto pero también comprendo que él necesita espacio para relajarse y pensar en cómo sobrellevar la situación. Estoy caminando hasta mi auto, pensando en que puedo hacer para animar a Andrew cuando la veo. Dasha viene bajando de su auto aparentemente muy inquieta y solo se detiene porque estoy en medio de su camino. -Ho-Hola Cody. No estoy de humor para devolverle el saludo, mucho menos para ser amable con ella, así que decido ignorarla y hacer como que no la vi. -¡Cody espera! ¡Puedo explicarlo! Sigo caminando, sigo ignorándola. No quiero hablar con ella, no quiero tener una conversación que pueda hacerme odiarla un poco más. Ella es la madre de Tocquer, tengo que llevarme bien con ella o en el mejor de los casos ser capaz de soportarla
CodyLa determinación con la que lo dijo se sintió como una patada en el estómago. Sus ojos estaban puestos sobre mí con fuerza y sin una sola señal de desistir. Casi como si yo fuera lo que le impide tener lo que ella quiere.-¿Eso incluye a Andrew?Necesitaba esa respuesta, de eso dependía lo que estaba a punto de hacer.-Sí, también incluye a Andrew. Pero juro que no es lo que estás pensando.Su postura cambia y ya no se ve a la defensiva, ahora parece de nuevo la chica asustada que suplica una segunda oportunidad después de arruinar algo.-Quiero que Tocquer me ame—dice en un suspiro, y quiero creerle—Quiero que Andrew me perdone y quiero que seamos una familia, contigo, con Neal, con quien sea, pero quiero ser parte de eso Cody, es todo.Una parte de mí me dice que no está mintiendo, que puedo confiar en el
DashaSiempre supe que tendía que decirle la verdad a Andrew, aunque nunca estuve realmente preparada para eso.Quedamos de vernos en su casa cuando Tocquer estuviera en la escuela, los documentos que Andrew me pidió vienen en mi auto y esta vez, hablaremos de todo.Me toma varios segundos reunir el valor suficiente para entrar a la casa, pero cuando por fin lo hice, me recibió el rostro serio y molesto de Andrew. Sé que Cody también estaba adentro, como el nuevo papá de Tocquer, merecía saber que pasaba también. Honestamente, esperaba que Neal estuviera ahí, debe de estar realmente ocupado para no haberse aparecido.El silencio es abrumador, pesado, hostigoso. Las miradas inquisidoras de Andrew y Cody me hacen sentir más incómoda de lo que esperaba. Inhalo un poco de aire y pongo los papeles sobre la mesa.-Ahí están los papeles que pediste&m