Harry se observó los nudillos llenos de sangre cuando su padre finalmente los separó de aquella pelea que había iniciado Santiago. En realidad, Harry solo había esperado que Camila saliera de la habitación para defenderse de una vez por todas de su hermano. Aunque por lo general él solía ser bastante tranquilo, cuando se trataba de Santiago siempre perdía el control. Incluso en esos momentos donde tenía los nudillos lastimados por los golpes, se sentía orgulloso de haberse defendido. De haberle partido la cara a su hermano.La cena familiar se había ido al carajo, pero no le importaba.Lo único que realmente le importaba en esos momentos era la manera en la que Camila se encontraba llorando, con las manos temblorosas sobre aquel sofá. Podía ver la manera en la que ella trataba de esconder sus manos de cualquiera que pudiera verlas. Su mirada viajando de un lado a otro por aquella sala. Ni siquiera tenía que preguntarle como se sentía para saber que ella estaba pidiendo a gritos que la
La puerta de habitación se cerró de golpe cuando Harry se sentó en la cama de Santiago. Por un momento se acomodó el saco del traje negro y entonces suspiró con demasiada fuerza. Estaba cansado pero incluso así estaba esperando pacientemente a que ella dijera lo que tuviera que decir en aquellos momentos. Camila al verlo cómodamente sentado se sintió terriblemente frustrada y es que no podía creer que él hubiera soltado aquellas palabras con tanta facilidad.Estaba agradecida que los padres de Santiago no hubieran escuchado nada de lo que habían discutido en aquel pasillo, porque si no todo se hubiera complicado de una peor manera.—Eso no estaba en el plan que habíamos establecido en el hospital—susurró ella—. Eso para nada estaba en el plan, ¿Por qué lo has hecho?—No lo sé—respondió él, con una gran expresión de seriedad en el rostro—. Supongo que solo quería meterle un poco más de diversión a todo esto.—¿Un poco de diversión?—Creí que habías aceptado que yo fuera el padre.—¡Si,
Ni siquiera el reloj marcaba las diez de la mañana cuando Harry se percató de todo el desastre que estaba sucediendo por culpa de la prensa. Aunque era demasiado temprano, se sentía totalmente cansado por lo que había sucedido en la tarde anterior. Desde que tenía memoria, recordaba que siempre los eventos sociales terminaban cansándolos por completo, como si está rodeado de tantas personas terminará por desgastar por completo su energía. Mientras trataba de terminar su desayuno, observaba todas las noticias y notas sociales que había sacado de la prensa sobre la situación en la que ellos se encontraban viviendo. Sabía que su padre se iba a poner totalmente furioso cuando viera que a las cosas habían salido como claramente él no quería que sucediera. Camila se encontraba dormida en la habitación de huéspedes, llevaba varios días quedándose dormir azulado durante esos días no había sucedido absolutamente nada. Aunque sentía que poco a poco estaba comenzando a conectar un poco más
Camila se mantenía incompleto silencio mientras Santiago manejaba por aquel lugar, ni siquiera estaba totalmente seguro para que se encontraba yendo a una cita con él, lo único de lo que estaba segura era que no debería de estar ahí. Sabía que pasar tiempo con su exnovio no era nada favorable, también sabía Que no debía de pensar en el pasado porque probablemente eso terminaría provocando que ella se pusiera llorar frente a él. Lo que menos necesitaba era demostrar los pocos sentimientos que aún permanecían ahí por el, ya habían pasado suficientes días desde su cumpleaños, desde que todavía comenzado a suceder de esa manera. se sentía totalmente feliz de haber conocido a Harry, incluso por momento sentía que había conocido a Harry gracias a Santiago. Ocasionalmente había pensado en agradecerle a Santiago por lo que había hecho ya que gracias a eso había conocido un gran hombre. De lo que si no estaba totalmente segura era de lo que estuviera pensando Santiago en esos momentos. A veces
Harry suspiró molesto antes de ver a su padre, no podía creer que él en verdad hubiera permitido que Santiago se llevara a Camila. Sabía que su relación con él no era muy buena, pero al menos había creído que su padre iba a tener un poco de decencia para que ellos dos no se fueran juntos. Pero claramente se había equivocado y en estos momentos estaba tan molesto que cualquier cosa que su padre le dijera, sin duda no le iba a importar en lo absoluto.—Solo te voy a pedir una cosa—pidió si padre. Caminando hacia él con una expresión de seriedad en el rostro—. En verdad necesito que te alejes por completo de esa mujer... sé que dijiste que estaba embarazada de ti, pero hijo, el aborto siempre es una opción y creo que lo sabes perfectamente. Eres un médico, pues realizar ese procedimiento sin ningún problema, ¿Cierto? —preguntó antes de decidir depositar su mano en el hombro de Harry. Él al escucharlo, se levantó del sofá y se acomodó ligeramente el cabello. Tratando de librar un poco de
Por un momento Camila guardó silencio antes de simplemente negar rápidamente con la cabeza, lo que sea que estuviera pensando Santiago en esos momentos, ella no pensaba hacerlo. Ni en ese momento y en ningún momento. Simplemente lo que le estaba pidiendo era una completa estupidez. En esos momentos había que haber aceptado salir a comer o mejor dicho disque tener una cita con él, había sido un total error, estaba molesto, indignada y totalmente ofendida por lo que le acababa de solicitar. Le había pedido que difamara al hombre que próximamente se convertiría en su esposo porque, aunque sonara totalmente loco. Había decidido casarse con Harry en cuanto tuviera la oportunidad. No porque tuviera dinero, no porque de esa forma se podría vengar de Santiago, simplemente se había percatado de que Harry realmente era un buen hombre y lo quería mantener en su vida sin importar lo que le sucediera. Era totalmente honesto con ella y eso era exactamente lo que le gustaba. Que el fuera honesto y no
Harry despidió a su paciente con una gran sonrisa en el rostro, mostrándose totalmente feliz por los impresionantes avances que había tenido en tan solo unos cuantos meses. Por un momento su paciente lo observó y entonces cerró la puerta del consultorio para irse. Dejándolo completamente solo en aquel lugar. En ese momento Harry se pasó las manos por el cabello y observó fijamente como su celular se mantenía con la pantalla apagada sobre el escritorio. Molesto se levantó de su asiento y camino hacia él para quedarse viendo como no Camila no le llamaba. No lo entendía, ya habían pasado unas cuantas horas desde que ella se había ido con Santiago a tener aquella estúpida cita a la cual la habían obligado a ir. Estaba nervioso, ansioso y sobre todo celoso de lo que pudiera estar sucediendo. Tenía confianza en Camila, pero temía que él la besara frente a todos y ella no pudiera negarse por culpa de las cámaras de prensa que pudieran estar a su alrededor. Realmente estaba harto, harto de te
Una gran sonrisa llena de orgullo se dibujó en el rostro de Harry cuando observó a Camila abrir la puerta de su consultorio médico. Al verla lo primero que pudo notar fue la manera en la que su vientre demostraba que poco a poco comenzaba a crecer. No recordaba exactamente cuánto tiempo de embarazo llevaba, pero estaba seguro de que se podía notar como claramente su vientre comenzaba a crecer poco a poco. Estaba emocionado y mientras la veía le era totalmente imposible ocultar esa explosiva emoción que crecía rápidamente en su interior. Camila había llegado mucho más rápido de lo que había esperado y aunque aún le quedaba un pequeño trabajo por entregar, quería llevársela de ese lugar de inmediato. Había llamado a uno de los mejores restaurantes que conocía de la ciudad para poder hacer una reservación privada. Aunque se podría decir que llevaban un poco de tiempo saliendo, en ese pequeño tiempo, ella nunca le había pedido algo o nunca le había tirado una clase de indirecta para que