Garrett Taylor

Diversión, simple diversión me repito mientras vamos con los chicos en busca de problemas a uno de los clubs más calientes en el centro Seattle.

¡Quiero perderme entre el alcohol y compañía de una linda mujer!

Ocupamos nuestro lugar en la zona exclusiva donde fluyen las atenciones de todos porque saben quiénes somos.

—Esto es genial Garrett no te parece encantador —Dice Axel mientras aplaude por la presencia de una comitiva de chicas que entran en nuestra visión periférica.

Todas parecen recién graduadas de la universidad por lo que no deben ser tan mayores de edad, solo con la suficiente para ser permitido su entrada en este club.

—Mmm, nada especial supongo —Digo, haciendo alarde de creerme la última maravilla descubierta.

—Debes estar ciego hermano esas chicas son una belleza además tan jóvenes e ingenuas —Remata Dylan con una gran sonrisa —Siempre que ya sean legales en mi caso no tengo objeciones.

—Claro hermano, como digas un día ese pensamiento te meterá en problemas —Digo, llevando una cerveza a mis labios.

Sin ningún interés realmente dirijo mi mirada al pequeño grupo de universitarias que están haciendo un verdadero espectáculo para quien las mire.

Entre ellas una chica menuda de cabello castaño con un vestido corto color vino de infarto se sube a la mesa iniciando un baile de lo más sexy, despertando mi interés de inmediato ¡Maldita sea esos movimientos deberían ser ilegales en este estado!

Me pierdo en sus cuervas mientras los demás que la rodean la animan continuar con movimientos de sus caderas cada vez más atrevidos.

Hasta el momento no he visto su rostro, pero de algo estoy sumamente seguro la quiero en mi cama esta noche sin ninguna duda.

—¡NO! Que, no, estabas interesado en ninguna de esas chicas que apenas deben ser legales —Murmura burlón Erick.

—¡Cállate! No sé, que hablas idiota

—¿Qué no sabes que hablo? Basta como miras a esa chica, para saberlo Garrett.

Pero no escucho mas sus burlas camino en dirección a la pista donde ella se encuentra moviéndose al ritmo de la sexy melodía, imaginando que de esa forma será en mi cama.

Estoy a unos pocos metros cuando escucho que sus amigas murmuran en alto su nombre animándola a continuar con su exhibición.

“Abigail”

Es precisamente en ese momento que vuelve su rostro en mi dirección enfocando su mirada en la mía, despertando algo más que mi interés. Regalándome una linda sonrisa en sus labios mientras se inclina hacia adelante permitiendo que pueda apreciar su hermoso escote.

¡Demonios debo poseerla!

Es una ninfa seductora que salió del infierno para provocarme.

Pero no soy el único concentrado en ella muchos de los hombres en el lugar buscan obtener su atención acercándose peligrosamente a ella.

Uno entre ellos el mas valiente sube a la mesa colocándose a su lado poniendo sus asquerosas manos sobre sus caderas, un instinto casi primitivo se apodera de mi al notarlo, abriéndome paso entre los cuerpos danzantes para llegar donde se encuentra la chica, que por su rigidez es obvio no esta de acuerdo con sus atenciones.

—Parece que existen idiotas que no entienden que significa ¡NO, ESTOY INTERESADA! —Digo, soltando un puñetazo directo en su cara.

Mi puño en el tipo inicia con una pelea que estoy dispuesto a ganar lo más rápido que pueda para luego presentarme con ella, pero con lo que no contaba es que el idiota se acompaña con amigos que se unen a la pelea, mientras siento el primer golpe en mis costillas, que realmente no es tan doloroso golpea más fuerte mi hermano que este marica.

Pero me sobrepasan en numero lo que complica las cosas, mi alivio a la situación llega deprisa cuando ahora mis amigos se unen a la pelea.

Entre el mar de puños noto como Abigail es arrastrada por sus amigas fuera de la marea de golpes entre gritos de que llamen a seguridad, alejándola de mi vista en cuestión de segundos.

¡No, no, me niego perderla de mi vista! Pero ya es tarde no la veo por ningún lado.