Seattle
Keene Taylor “El escándalo se desató, el líder de la banda de rock más popular del momento, fue descubierto según nuestras fuentes en compañía de la hija del senador conservador de nueva Orleans. La chica solo tiene veinte años por lo que el escándalo es aún mayor” No, puede ser acaso quiere tirar su futuro a la basura. Aprieto mi mandíbula infinitamente molesto, presiono el botón de silencio mientras trato de contenerme para no gritar. —¿Dónde está ese inconsciente idiota? Quiero a Garrett, aquí sin demoras ¡Me están escuchando! Lo quiero para ayer si no lo encuentran están despedidos todos. Ladro golpeando el control remoto sobre la superficie del escritorio. Una vez más el idiota está causando problemas, no es solo su imagen que está arruinando. Perjudica a la banda completa como a su sello. Se acabó, está vez no se la dejaré pasar estoy cansado de sus líos de faldas. —Diana, comunícame con Luisa Haden —La chica asiente con su rostro pálido —Ahora, no te quedes como estatua allí. La pobre mujer inicia su carrera como sus tacones de seis centímetros se lo permiten que apenas la sostienen firme mientras se tambalea hacia su escritorio para buscar su agenda. Garrett, está vez pagarás por tus tonterías. No arruinaras mi sello, mucho menos pasaras sobre mi idiota. Abigail Torres Voy tarde… Como pude quedarme dormida. Está vez Luisa me terminará despidiendo. Apresuró mis pasos rogando al cielo que solo por hoy una llanta del automóvil de Luisa perdiera el aire que eso la atrase y no se entere de mi tardanza. En el camino sin detenerme cambio uno de mi tenis por los tacones, odio esas cosas pero por presentación debo verme como una verdadera agente. ¡Oh, algo por el estilo! Estoy por poner el siguiente zapato sin percatarme quien está frente de mí chocando sin ningún remedio, con una pared de músculos, para luego rebotar directo al piso. Pero el golpe que se visualiza en mi mente jamás llega porque unas fuertes manos me sostienen de los brazos. Para luego acomodar mi cuerpo tembloroso sobre su pecho fuerte y cálido. No, quiero ver el rostro a quien, pertenecen pero no tengo más remedio que elevar la mirada. Para encontrarme con la versión masculina de un dios griego. De acuerdo, es probable que aun este en mi camita dormida y este solo sea un lindo sueño. —Estas bien, te hiciste daño —Asiento, sin dar una respuesta solo moviendo mi cabeza —Se comió el ratón tú lengua o te golpeaste fuerte —Dice, el hombre que me sostiene entre sus brazos. —Abigail finalmente llegas, ¿Por qué siempre llegas tarde? Acaso no tienes un despertador en casa. Cómo bono eso es precisamente lo que voy a darte. Eres una buena agente pero tú puntualidad, deja mucho que desear señorita. Disculpa, Keene. ¡Hay no puede ser! Entonces no estoy soñando… Esto es real. El hombre en cuestión me estudia con su mirada luchando por contener una carcajada por la expresión en mi rostro al ser descubierta con las manos en la masa. Luego dirige su mirada hacia Luisa que tiene el ceño fruncido por el disgusto. —Tranquila, Luisa, entiendo. Ahora que ella está aquí podremos iniciar con nuestra reunión —Dice, con una voz ronca que me descoloca por unos segundos, mientras insiste mantenerme aún entre sus brazos, cuando trato de salir de ellos. —De acuerdo, ahora mismo iniciamos, vamos a mi oficina —Luego, Luisa nuevamente se concentra en mi con su mirada de luego arreglaremos las cosas tú y yo — Muévete Abigail, deja de incomodar a Keene. —Sí, claro ahora mismo. Si me disculpa —Con mi mirada le indico que debe soltarme. Pero el hombre que me retiene esboza una sonrisa en sus hermosos labios, en lugar de dejarme libre de sus manos. —Sera mejor que te ayude a caminar de lo contrario, probablemente puedes caer de bruces, cuando trates de cambiarte los zapatos y al mismo tiempo caminar. ¡Esto no es cierto! Se está burlando de mi falta de atencion. Mi rostro me arde… probablemente termine desmayándome en cualquier momento.Keene TaylorAsí que su nombre es Abigail. Sonrió por su reacción ese pequeño rostro con forma de corazón se tiñe completamente rojo a mí pequeña broma, no soy muy a fin de hacerlas, pero su mirada tímida, despertó algo en mí que hace mucho tiempo no sentía.Luisa, me observa preocupada. Sabe que no soy conocido por ser muy paciente con mis subalternos. Más bien con nadie.—Keene, vamos acompáñame a mi oficina. Abigail mueve los pies no tenemos todo el día, ella nos será de utilidad para solucionar el problema, es muy competente en su trabajo —Si, no lo dudo.Mi mirada recorre su rostro bajando hasta su cuello, observo como su tersa piel se tiñe con un ligero tono rojo. Estoy tan concentrado en la dulce señorita Abigail, notando esos sutiles cambios que al escucharla hablar me siento extrañamente más encantado con ella. Por lo que aun la mantengo entre mis brazos.—Mmm, gracias por la ayuda. Puedo continuar sola desde aquí, señor…—Taylor, mi nombre es Keene Taylor —Sorpresa se expres
Keene TaylorQue criatura más combativa, la sonrisa en mis labios es difícil de contener ¡Me encanta! Esa personalidad. Y estoy seguro que será un dolor en el trasero de Garrett.—Keene, disculpa la actitud de Abigail, ella es muy buena en su trabajo. Pero es una chica que siempre habla sin detenerse a pensar mucho.—No, estoy molesto Luisa, me gusta ese carácter. Además necesito alguien que no se deje amedrentar por Garrett, eso evitará que mi hermano se la coma viva.Luisa, se ríe a carcajadas, sabe de lo que hablo. Garrett, es difícil de manejar mi hermano tiene el ego sobre la cabeza como un farol, razón por la que se mete en tantos problemas.Y es a mí quien le toca limpiar sus idioteces.—Si, estás seguro que Abigail, puede con la tarea y no terminará matando a tú hermano —Suelta una nueva carcajada Luisa después de luchar para contenerse —Yo la elegí porque es buena en lo que hace, sin embargo al final es decisión tuya. Ya que estás de acuerdo. Dejare las cosas como están.Asie
Abigail TorresAmbos hombres clavan su mirada sobre mi rostro con diferentes expresiones, con las cuales me dan deseos estar en cualquier lugar menos en presencia de ellos dos.—Señor Taylor, Ella, está esperando por usted, supongo—Dice la chica ofreciéndome el vaso con agua en mi dirección. Lo que me hace más notoria para los dos hombres.—Diana, acompaña a la señorita Torres a la sala de reuniones, pronto llegarán los demás chicos de la banda. Espere ahí, por favor —Dice Keene Taylor.Asiento, sin dar una respuesta es mejor que este en otro sitio por el momento. En especial por la malhumorada mirada que dirige hacia mí Garrett Taylor.¿Qué sucede con ese hombre?, Cierto que estoy un poco agitada por mi carrera por llegar tarde. No, es para tanto que me mire con disgusto.Bien, en ese caso como dice mi hermana Marta patitas para que las quiero, me pongo en marcha con Diana. Poniendo una breve distancia con ambos hombres.No, sin antes dirigir una última ojeada disimulada a ese hombre
Garrett Taylor¿Qué chistecito es este? ¿Cómo que una niñera? Estoy por protestar cuando mi hermano me dirige una mirada de advertencia para que mantenga mi boca cerrada.Luego, concentra su mirada que es muy diferente a la que me dedico para contemplarla a Ella.¿Qué demonios me estoy perdiendo aquí? Desde cuando mi hermano se distrae con una simple chica esto es sumamente interesante.Lo que me hace prestar más atencion a la mujer cuyo rostro se tiñe de rosa, mientras baja su mirada a su tableta fingiendo buscar en ella. Esa acción me golpea directo en mi cara, removiendo una sensación en mi interior de reconocimiento ¡Pero de donde!Abigail Torres dice mi hermano que se llama, sin embargo no logro entender porque me siento extraño con su presencia como si me perdiera de algo. Y lo peor es que en mi interior está surgiendo otra emoción que no me gusta ni comprendo que tiene todo que ver con mi hermano si consigue entrar en el corazón de esta mujer.Abigail TorresUna vez finaliza la
Garrett TaylorSu insistencia en decir que no es mi niñera es divertido.—Así, que niegas que mi hermanito te contrato para limpiarme el trasero —Ella comienza a negar, pero luego se detiene —Me entiendes eres mi niñera señorita Torres no tienes defensa contra eso es una verdadera lástima.— ¿Por qué es una lástima? —Pregunta confundida con mis palabras.Me acerco lentamente a ella como acechando un pequeño conejo que cayó en mi trampa, la acorralo entre mis brazos haciéndola retroceder para mantener su distancia conmigo.—¿Por qué soy un peligro para una chica como tú, mi pequeña niñera? —Hablo en serio con mi advertencia aunque ella no me entienda.—Así, quien dice que no sea al contrario señor Taylor —Me reta haciendo a copio de valentía.Muy interesante en todos mis años en la farándula jamás una chica se había mostrado tan valiente en mi presencia todas comparten muchas características que van de la admiración al quererme complacer pero con ella ni siquiera noto el nerviosismo tí
Garrett TaylorLa imagen de Abigail arrodillada sobre el suelo es tan excitante que muy malos pensamientos acuden a mi cabeza, esa posición puede ser muy divertida en una situación diferente.Me concentro en su pequeño cuerpo arqueado, para luego buscar su rostro que se torna de un lindo color rosa ¡Muy tentador! Un carraspeó seguido de una voz murmurando disculpas me saca de mi perdida momentánea de cordura.¡Pero que diablos se me está cruzando por la cabeza!Si está mujer fue contratada por mi hermano para fastidiar mi vida, debería estar burlándome de ella, hacerle la vida difícil en lugar de estar teniendo un tipo de fantasía erótica con ella entre mis piernas.—Déjame ayudarte Abi te hiciste daño ven hermana —Dice una mujer solo unos cuantos años mayor que la mencionada —Señor Taylor disculpe el espectáculo simplemente no pudimos detenernos a la velocidad que veníamos.—No, hay problema —Digo encogiéndome de hombros sin mover ni un dedo para ayudar.—Si, bueno, soy la hermana ma
Garret Taylor—Garrett, finalmente llegas hermano por un momento se nos cruzo por la mente que te habías ido directo a casa —Es el recibimiento de Dylan.—¿Qué te hizo suponer esa idiotez? —Pregunto tomando una de las cervezas sobre la mesa para llevarla a mis labios.—Se me ocurrió por el hecho que ahora tienes niñera —El muy idiota me recuerda mi cruz —Pero vaya, vaya mira quien nos acompaña esta noche.Señala con su cerveza en dirección donde Abigail se detiene decidiendo si acercarse donde nos encontramos o quedarse a una distancia prudente de nosotros. Al final parece decir por quedarse en la barra en lugar de compartir el espacio con los niños malcriados como de seguro somos reconocidos por ella.—Mira, parece que la ricura no le apetece sentarse con nosotros acaso nos considera no gratos de su compañía, creo que eso terminara por resentirme con ella —Dice Erick con un divertido puchero.—Ya déjenla en paz pobre chica simplemente nos está concediendo nuestro espacio —Interviene
Garrett TaylorVer al tipo arrimarse a ella me encendió en cuestión de escasos segundos sacando a la chica sobre mi regazo para ir por el hombre que se atreve tocar su rostro con sus asquerosas dedos juro que voy a partirle su estúpida cara.—Garrett —Escucho la empalagosa voz de quien sabe como se llame me marcho sin prestarle la mínima atención.En este momento lo único que quiero es alejar ese tipo de Abigail ni siquiera entiendo claramente porque siento hervir mi sangre con solo imaginar que ella, llegue a salir de este lugar en su compañía.Aunque se que no me debería importar ni un bledo igual no puedo dejarlo pasar ¡No, en mis narices!—Como que siempre hay imbéciles que no aceptan un no por respuesta —Digo conectando mi puño con el rostro del tipo que al verse sorprendido no tiene tiempo ni de defenderse.Una vez en el suelo completamente noqueado sangrando de su nariz fijo mi mirada furiosa en Abigail que se cubre la boca con sorpresa. Luego su mirada se transforma en otra co