El señor Harrison no sabía cómo reaccionar a eso, desde que fallecieron los padres de Zoe él había sido lo más cercano a una familia para ella. Desde pequeña aunque no tenían lazos de sangre, siempre la considero como una nieta y ella en cambio le decía abuelo. - Bueno, Julián ella es la chica de la que te hable, la cual es excelente con las reliquias, y como ya se conocen esto va a ser más sencillo. - ¿Ah sí, reliquias?, que curioso, creí que eras programadora, no conocía este talento oculto tuyo. - ¿Cómo sabes que soy programadora? – Zoe frunció las cejas. No recordaba haber mencionado a que se dedicaba. - Bueno, solo lo imagine, ya que tus modales con la gente son terribles, y eso solo indica que te la pasas todo el día frente a una computadora – Julián no se había podido contener y revelo por accidente que sabía en que trabajaba. Solo que ella no se lo había mencionado, el mando a espiar a Zoe a través de su asistente para descubrir que trabajaba en una empresa de tecnología, v
Se cree que era tan hermosa y seductora por lo que todas las mujeres le tenían envidia y los hombres le temían. Al pasar de los años, ella añoraba tener un hijo, por lo que una noche bajo a la tierra convertida en humana y eligió un hombre para seducirlo. Desde aquel momento, el quedo perdidamente enamorado y juntos formaron un hogar. En el día con los rayos de sol, su apariencia sobrenatural era visible para las personas… Sus ojos se tornaban rojos, sus colmillos se mostraban, sus uñas crecían y sus enormes alas aparecían. Por lo que solo podía salir de noche. Un día comenzó su trabajo de parto, por lo que no pudo evitar ser vista por los aldeanos que acudieron a su encuentro. En ese momento todos pudieron notar sus diferencias, así que temerosos y llenos de ira, intentaron amarrarla y asesinarla. Gracias a su pareja ella logró escapar, abriendo sus alas y desapareciendo en el cielo. El hombre por otro lado, aprovecho para huir con sus 3 pequeñas recién nacidas y llevarlas al lugar m
Después de la abrupta huida de Zoe del museo. Julián y el señor Harrison platicaron un poco sobre lo sucedido. No podían creer que la chica fuera la portadora del collar y que incluso mostrara que era la elegida por la Diosa Lluvie para portar los poderes ocultos del objeto tan preciado. - Es normal que este inquieta, no te preocupes, cuando entienda lo que está pasando se calmará y podremos hacerla entrar en razón. – El señor Harrison notaba la cara de tristeza que tenía Julián. Jamás se imaginó que lo podría ver de esa forma. En todos estos años de conocerlo siempre reprimió sus emociones. - Sí, eso creo. Es normal que un humano tema a lo desconocido, ellos no crecieron con el conocimiento de que existen vampiros y seres de la noche. – A Julián aún le dolía, pero sabía que ahora había muchas cosas en juego como para no darse por vencido. No podía dejar que Zoe callera en manos enemigas. - Creo que Zoe necesita protección, no entiendo porque el collar la eligió a ella, pero estoy
{Casa girasoles} En su casa, Zoe no podía dejar de pensar en todo lo que había sucedido esa noche…. Primero los artefactos que parecían tener poderes mágicos, lo cual era increíble, ya que el collar que en este momento tenía en su cuello y que no encontraba la forma de liberarse de él, era una gran prueba de este poder. Era como si sintiera mucha energía recorriendo su cuerpo. Aun no podía canalizarlo, pero sentía que podía realizar cualquier cosa que deseara, por lo que quería explorar un poco más la forma de expandir ese poder. Y Julián… Se había enterado que ese malandro con quien soñaba todas las noches no era otro más que un vampiro… Quizá por eso lo soñaba, porque quería beber su sangre y matarla… Esto era tan confuso. Tenía tanto miedo de lo que era, pero a la vez tenía tantos deseos de estar un poco más cerca de él… Que la besara, que la tocara, quería sentirlo dentro de ella… <
{Mansión Edevane} En la Mansión Edevane, Santiago se encontraba sentado en su despacho mirando fijamente unos papeles que se encontraban en su escritorio. De pronto la puerta se abrió para mostrar a Amanda, una mujer rubia de largas piernas, quien lucía un diminuto vestido blanco. - Querido, ¿sigues preocupado por la profecía de Agata? – “Agata” era una sacerdotisa que se dedicaba a cuidar de los intereses de los linajes reales, en especial de la familia Edevane. Agata era muy respetada entre las familias de los linajes más poderosos ya que sus predicciones siempre se cumplían, así como sus protecciones y hechizos eran los más poderosos que existían. - Sabes perfectamente que nunca se equivoca. Si ella cree que estamos en peligro debemos hacer todo lo posible por defendernos. – Santiago tenía días sin poder dormir. Solo daba vueltas en su despacho intentando pensar en planes para cancelar las predicciones. - Lo sé, no podemos permitir que nos quiten el poder. ¿Cómo van tus hombres?
Al ingresar Julián y su equipo comenzaron a golpear a todos los vampiros que se encontraban dentro. 3 de ellos decidieron atacar a Julián al mismo tiempo, pero tomo a uno por los hombres y lo uso para golpear al segundo. Mientras sintió una daga atravesando su espalda, con un grito se giró y rasgo el cuello del tercer vampiro, dejando que se desangrara en el piso. Como la herida que tenía era profunda, un cuarto vampiro decidió aventarse y arañarlo por el lado derecho. Después Julián lo sujeto por el cuello y lo aventó. Al final se había desecho de todos los hombres del lugar y con su instinto activo llegó hasta el cuarto donde tenían atada a Zoe. - ¿Qué haces aquí? – Zoe había escuchado una pelea en la parte de afuera, así que cuando abrieron la puerta, estaba sumamente asustada. - Vine a rescatarte – Julián se acercó a revisar si Zoe no tenía heridas graves. - ¿Tu?, pero como supiste que estaba aquí? - Deja de hacer tantas preguntas y cállate. Una vez que reviso que no tenía her
De pronto Zoe despertó, pero aún estaba bastante adormilada y sentía tanto deseo como para no querer levantarse, por lo que Julián aprovecho para darle un beso, el cual ella correspondió tan desesperadamente. Julián besaba tan bien, y Zoe jamás había tenido un beso como ese que le nublaba el pensamiento y solo hacia querer tener más. Bajando sus manos sintió su pantalón y comenzó a desabrocharlo con tanta rapidez. Julián se excito aún más y metió la mano de Zoe en sus pantalones, dejando que lo acariciara. Zoe comenzó a sentir como los labios de Julián se separaban de los suyos y comenzaban a bajar y recorrían su cuello, sus hombros y pronto llegaron a sus pechos, besando uno y otro con tanta desesperación. De pronto pudo sentir como los succionaba y soltó un gemido de placer. Lo que hizo que Julián se excitara todavía más, Así que colocó una mano entre sus piernas. Primero recorriéndola por encima de la ropa interior y después haciéndola a un lado, para permitirse recorrerla comple
{Casa girasoles} Zoe entro a su casa y vio a su amiga Claudia en la sala quien corrió a su lado. - Zoe, ¡¿Estás bien?!, ¿No te paso algo? - Estoy bien, te lo comente por teléfono – Zoe le había llamado a Claudia antes de quedarse dormida en casa de Julián. Solo le había contado a grandes rasgos ya que estaba cansada, pero quería poner al tanto a su amiga para que no se preocupara del porque había desaparecido de la fiesta. Sin embargo esto solo hizo que ella se preocupara más. - Sí, pero no entiendo. ¿Qué paso?, ¿Qué querían? – Claudia se veía tan preocupada y tenía tantas dudas. - Pues al parecer me estaban siguiendo, y nunca supe que querían, solo escuche palabras vagas sobre una profecía, otras chicas secuestradas… No sé, mis pensamientos aún siguen bastante confundidos. - ¿Cómo te encontró Julián? - Julián, ehm – Zoe no sabía si contarle a su amiga. Sentía tanta pena, pero quería explicarle lo que había pasado ya que entre ellas no existían secretos y esto era algo sumamente