DANTE
Cuando llegamos baje con mi mujer en brazos, se había quedado dormida después de haber llorado, preocupada por la idea de que nuestros hijos estuvieran en peligro y no iba hacer yo el que le diría todo lo que estaba ocurriendo.
―Encárguense de él, en rato más iré ―demande, Iván y Franco entendían a que me refería ―tu ven conmigo ―le señalo a Alan, mi soldado.
Iván y los otros siguieron mis órdenes y se llevaron al tipo al sótano, donde acostumbramos a darles la bienvenida a nuestros invitados como él.
Llevo a mi pequeña a nuestro dormitorio. Ella nunca había estado aquí, será extraño para ella cuando despierte pero debía dejarla descansar mientras yo me encargo de los asuntos pendientes que tengo. Antes de entrar, le anuncio Alan que custodiara la habitac
LILLIE Después de secarme el cabello se pasa a la parte de mis hombros y brazos, como no perdonarlo, amo sus cuidados y las atenciones que siempre ha tenido conmigo. Pero más amo el cómo me ve con ojos llenos de amor y el cómo su deseo por mí nunca se apaga. Corta toda distancia entre nosotros, apretando su cuerpo contra el mío. ―Extrañaba tu aroma ―comenta, suspira mi cabello. ―En realidad es el aroma de la loción de ducha ―respondo, en un modo divertido. Rara vez dice algo lindo, y yo salgo con algo así apagando el bello momento, sé que me arrepentiré de esto, mejor me quedo callada. ―Solo se percibir el tuyo ―se inclina y me besa el cuello. Me estremezco deseosa de más y de que esos labios bajen a todas partes de mi cuerpo. ―Nena, no sabes que tan jodido estoy, de desesperación por estar dentro de ti otra vez ―musita, mientras sigue besando mi cuello y mis hombros
DANTEParte de mí se preguntaba de si estaba en un sueño, si era así no quería despertar nunca de el, quedarme todo el tiempo abrazando a mi Fiera, era lo único que deseaba hacer.Toda la habitación olía a nosotros, a ella… no tuvimos descanso alguno en toda la noche. Quise recuperar todo el tiempo perdido y la hice mía cuantas veces quise.¿Cuántas veces había imaginado hundirme dentro de ella y encontrar mi puto infierno otra vez?Su cuerpo y su todo me había hecho mucha falta y ahora estaba ansioso por repetir lo que hicimos toda la noche. Pero ella seguía durmiendo, había quedado exhausta y no quería, el sexo podía esperar para más tarde y mi polla también que estaba más que listo para volver a la acción.La puta erección mañane
LILLIE―Me estas diciendo que no puedo acompañarte ―digo, disgustada ―también son mis hijos, quiero ir.Dante me detiene y suelta un suspiro con pesadez.―Entiende, mi amor ―sus manos acarician mis hombros ―Esto es peligroso, no solo estarías exponiendo tu vida, sino también la de nuestros hijos.Trate de calmarme, hacer a un lado mi enojo. Él tenía razón, sería una tontería de mi parte ir. ¿Pero por qué demonios si podía acompañarlo esa trepadora?―Esta bien ―me cruce de brazos ―pero no quiero que ella te acompañe.Llámenle como le llamen, si estaba celosa. Solo quería a esa mujer muy lejos de Dante.―Mi Fiera esta celosa ―dice en un tono divertido, yo solo me limito a mirarlo con un gesto de molestia. Toma mi rostro entre sus manos, fijando su mirada en la mí
DANTETomo a mi hijo en los brazos, y por un momento me quedo así, viendo solo su pequeño rostro. Para tener tres meses de nacido, era demasiado grande, podía ver lo fuerte y grande que sería cuando creciera.―Tú debes ser Adamo ―susurro.Lillie no solo me dijo como serian nuestros hijos, sino también cuales eran sus nombres. Recuerdo que le había dicho que quería que llevaran nombres con la primera letra del nombre de mi abuelo Angeló, ambos elegimos Adamo y Alessio, ya que sus significados eran lo más cercano a un Mancini.El pequeño no dejaba de verme, estaba muy atento ha todo. Solo espero que no llore en el camino, porque no sabría como callarlo y eso podría exponernos.En el auricular habla Iván, avisando algo que no logre descifrar bien. Una interferencia la interrumpió. Se supone
LILLIE―No sabes que inmensa alegría me da que estemos otra vez juntas ―exclamo Mika, felizmente.En cuanto se enteró de que estaba aquí con Dante, le pido a su novio que la mandara atraer. Él se negó pero como mi amiga es muy necia, salió ganando.―Siento haberte abandonado mucho tiempo ―respondo apenada.No tenía cara para hablarle. Mika siempre había estado para mí, y ahora que ella me necesitaba, yo la abandone.―Tranquila, es comprensible por lo que has pasado. Los hijos siempre serán primero ―toma de mi mano y le da un ligero apretón ―Mírame a mí ―se señala la barriga con su otra mano ―Aunque todavía no lo tenga en mis brazos y no lo conozca en persona, es como si lo conociera de toda la vida y con solo estar ahí adentro ya lo amo demasiado.Ver a Mika así llen
LILLIEItalia, dos semanas después.Un nuevo día, un nuevo amaneces, una nueva vida con mi familia. Nunca me cansare de disfrutar cada día junto a ellos, cada momento. Después de todo lo que hemos pasado, merecemos esta tranquilidad, aunque ese que no siempre me debo acostumbrar. Ser la esposa del mafioso más poderoso de Europa y tener sus hijos, nunca será algo fácil de conllevar. Sé que muchas veces habrán obstáculos, más cosas que enfrentar y personas que nos querrán separar, pero nada ni nadie podrá con nuestro infierno.Mis preciosos hijos, llevan la sangre Mancini, y sé que con eso tengo para nunca descansar. Nadie más volverá a tocarlo y mucho menos apártalos de mi lado.―Creo que es el momento de levantarnos, mis pequeños ―digo, a mis diablillos, y besos su
LILLIEEl funeral término, ni tiempo había tenido de despedirla, de decirle todas esas cosas que sentía y que estaban guardas, ahora todo eso iba quedar ahí. Ahora solo deseaba detener el tiempo, en aquel día cuando la mire por última vez, por estar con mis problemas no le di de mi tiempo, cosa que siempre me voy a lamentar.Los brazos de mi esposo me envuelven en un cálido y reconfortante abrazo, mientras lloro sin control alguno. Perderla y decirle adiós, era de las cosas más difíciles que había hecho en mi vida, pero debía saber enfrentar esto con todo el dolor de mi corazón.―Tranquila mi pequeña ―susurra Dante, besa mi cabeza mientras me aprieta entre sus brazos ―ella no quisiera que estuvieras así y yo tampoco.Él tenía razón, mi madre jamás hubiese querido verme triste, siempre me lo dijo. Pero era inevitable no estarlo, ella me hacía falta y siempre seria así.―Estaré bien ―respondo ―solo que… duele mucho…Suelto un sollozo que no pude retener. Dante me abraza con más fuerza si
LILLIEUn nuevo día. Tres meses han pasado de la partida de mi madre, y hoy sigo tratando de que esto no duela demasiado, pero es imposible. Hoy debo estar al cien, por mi familia y mi amiga que esta muy pronto a casarse.Ella quiso posponer su boda por el fallecimiento de mi madre, pero le pedí que no lo hiciera, mamá no hubiese querido eso y ella quería verla vestida de blanco como me vio a mí el día de mi boda, ya que Mika era una hija para ella.Convencí a mi amiga de que no cancelara la ceremonia, igual sería algo sencillo y solo los más allegados. Debía ver boda, sí que sí, ya que el nacimiento de mi ahijado había llegado y ella había planeado tener primero a su hijo y después casarse.El pequeño Santino, era tan precioso como mi amiga. Moreno, pero con unos ojos claros como su pad