Nikolay PetrovCuando sentí a Ivonne temblar debajo de mi cuerpo supe que había hecho bien en contarle todo lo que había estado ocultándole, ambos liberábamos una carga de nosotros, ella al dejar de torturarse pensando cosas que no existían, mientras que yo, por otro lado, podía volver a mirarla sin miedo a que descubriera mi secreto.— Te he extrañado demasiado. — mencioné sonriendo. — Me has hecho mucha falta. — agregué sonriendo mientras sentía cómo ella me miraba con ternura.— Estás vuelto en todo un cursi. — mencionó ella con la misma sonrisa que tanto me encantaba. — Pero también me has hecho mucha falta, no tienes idea de cuento te amo y necesito. — mencionó nuevamente.— Muchas mujeres querrían estar con un hombre que las trate igual que yo. — susurré sonriendo de lado mientras subía hasta que mis labios quedaban frente a los suyos. — Ahora, quiero que me beses, amor. — mencioné nuevamente mientras sonreía.— Te amo. — mencioné sonriendo mientras besaba sus labios, cuando nos
Ivonne PetrovaDos meses despuésLas cosas andaban más que bien, de hecho, hace poco habíamos ido a una de las últimas ecografías de nuestro hijo, ya estaba grandote y seguía creciendo bastante bien dentro de mi barriga, ver los ojos de Nikolay mirando a la pantalla donde se mostraba al pequeño Lukyan me llenaba de sentimiento, me llenaba de alegría.— Amor, ¿Crees que tendremos las cosas necesarias para cuando nos toque irnos a la clínica? — preguntó Nikolay sonriendo de lado mirándome desde abajo, sí, lo tenía apoyado en mis piernas, y sí, aún podía verme, el pequeño Lukyan aún le dejaba un poco de espacio a su padre. — Digo… no quiero que nos falte nada para ese día tan especial. — mencionó nuevamente.— Nikolay, me has hecho la misma pregunta cómo tres veces y es la misma cantidad de veces que hemos hecho y deshecho la maleta. — mencioné sonriendo tiernamente al hombre que tenía encima de mis piernas, además de acariciarle el pelo. — Sé que te preocupa amor, pero créeme que estare
Ivonne Petrova— Creo que será mejor que la llevemos al hospital no quiero arriesgar su vida y la de nuestro hijo. — mencionó Nikolay en ese momento, pero las contracciones eran cada vez más intensas y continuas, cosa que me dejaba en claro que no era conveniente salir de esta casa, mi bebé podría fácilmente nacer por el camino a la clínica y podría contraer cualquier infección o algo.— No, debemos quedarnos aquí, Nikolay. Sería más arriesgado salir de la casa, por favor llama a Santiago, que venga deprisa. — mencioné mientras me recostaba nuevamente en la cama, ¿Sí me imaginé pasando por esto? Claro que no, Lukyan ni siquiera debía nacer hoy, se nos había adelantado por bastantes semanas. — Ay. — dije tratando de aguantar una contracción o patada de mi hijo, ni siquiera sabía que podía ser en estos momentos. Nikolay corrió a la cama para ver que me pasaba. — Tranquilo amor, todo está bien, solo llama a Santiago y al doctor, dile que el bebé nacerá en la casa. — agregué tratando de t
Nikolay PetrovNo pude irme en la ambulancia con Ivonne y nuestro hijo, producto de que Santiago tuvo que irse con ellos para ir pendiente tanto de mi bebé cómo de mi mujer. Me subí en el coche y seguí mi camino hasta la clínica, una vez llegamos le dieron el ingreso de inmediato, yo cargaba con el bolso de nuestro hijo, ni siquiera me han querido dejar pasar, cosa que me ponía cada vez más impaciente.— Se te olvidó esto, idiota. — mencionó una voz que reconocía perfectamente bien, Aleric. — Es el bolso de Ivonne, seguro lo necesitará también. — agregó sonriendo de lado mientras sus ojos me observaban con cautela. — Quien te hubiese visto Nikolay, ahora eres padre. — terminó de decir. — Me alegra que estés aquí, Aleric, tu presencia hacía falta en la casa. — mencioné sonriendo de lado, hace un tiempo había estado pensando junto a Bruno un plan… una trampa para los imbéciles que querían acabar con mi mujer y mi hijo, pero, para lograrlo necesitaba de la ayuda de Aleric. — A Ivonne y
Me recosté al lado del pequeño, admirándolo, se parecía a mí, bastante, sus cabellos apenas son visibles de lo rubio que es, y anoche pude percatarme de que sus ojos son azules, pero su nariz y labios eran finos, cómo los de Ivonne, hermosos. Nunca dejaré que nadie nos separe, así tenga que cometer la mayor locura de mi vida, así tenga que sacrificarme por Ivonne y Lukyan, nunca dejaría que nadie se atreviese a lastimarlos.La puerta de la habitación se abrió, se trataba de toda la familia, supongo que ya era más o menos una hora de visita prudente, la enfermera llegó con la comida de Ivonne, tendría que quedarme a observar que se lo comiese todo, pues no lo ha hecho desde ayer en la tarde y no quiero ni pensar lo que sucederá si es que su examen da positivo para anemia.Ella salió del baño con cuidado, se encontraba más pálida que antes, por lo que me levanté y la tomé en mis brazos para llevarla a la cama. Necesitaba seguir descansando, por lo que las visitas no me parecían buena op
— Ivonne, por favor, te harás más daño. — mencionó Nikolay. — Esta mujer no merece tu enojo, pero sí que la interrogaremos, me ha quedado más que claro que no es una simple doctora cómo aparenta serlo. — agregó provocando que aquellas palabras me tranquilizasen un poco, sonreí de lado mientras miraba a aquella mujer que seguía mirándome con odio. — Ahora ven, será mejor que te lleve de nuevo a la cama, mis hombres están afuera y tienen la orden expresa de llevársela y encerrarla en una de las bodegas de la mansión, y no, no te preocupen, están bastantes apartadas de la casa. — agregó sonriendo de lado. — Hasta aquí llegaste, perra. — le dije mirándola con algo más que odio, sed de venganza. — Ya verás que no necesito de un hombre que me proteja, acabaré contigo con mis propias manos. — volví a agregar, esta vez sus ojos se llenaron de un miedo que ni yo misma fui capaz de comprender, la mujer se encontraba aterrada porque sabía que había llegado su final. Tomé la mano de Nikolay cuan
Nikolay Petrov— ¿Me dirás qué es lo que buscabas al mantener a Ivonne en la clínica hospitalizada? — pregunté mientras me sentaba en una silla enfrente de la mujer que se encontraba esposada a la pared. — ¿Qué? — pregunté nuevamente. — No lo sé, creo que te han comido la lengua los ratones y eso que el exterminador me ha dicho que esa plaga no se encuentra por aquí. — agregué sonriendo sádicamente, creo que en parte extrañaba esto, llenar de terror los ojos de mis víctimas.— No te diré nada, Nikolay, además, ¿Qué clase de hombre se vale de tener a una mujer amarrada a la pared para poder mantener el control? — mencionó la mujer sonriendo de lado mientras escupía a mis pies. Sonreí de lado en respuesta, hice que los dedos de mis manos crujieran para darle un toque más despiadado a lo que estaba por hacer y decir.— Verás, hermosa. — mencioné. — Basta con tener un poco de imaginación para saber qué clase de cosas podría hacer con una mujer amarrada a la pared o a la cama o en donde te
Ivonne Petrova— Veo que has gastado tu primera oportunidad. — mencioné tomando inmediatamente una segunda uña de sus manos. — ¿Me dirás ahora? — pregunté sonriendo de lado mientras ella solo se dedicaba a mirarme. — ¿Sabes que en un lugar húmedo cómo este es bastante probable que se te infecte? Estás corriendo el riesgo de perder los dedos, o imagina, las manos. Algo bastante malo, ¿Verdad? — pregunté ironizando su respuesta.— ¿Quién eres y que hicieron con la pequeña inocente que eras? — preguntó ella cómo si supiera quien era, cómo si me conociese de antes, pero no, la recordaría.— Ya te lo dije, los golpes que me ha dado la vida me han convertido en esto que vez hoy, así que ahora, dime de una vez quien mierda te mandó. — mencioné sonriendo. — Estás soportando mucho dolor por nada, terminaré descubriéndolo quieras o no. — agregué sonriendo. — Volveré por la tarde. — terminé de decir mientras la miraba, espero que recapacites.Nikolay se había quedado conmigo todo este tiempo, mi