Ella miró al lado y sonrió devolviéndome la mirada, cómo si esta batalla ya la hubiese ganado. Aleric hace un rato me había soltado, pero sentí unas nuevas manos, era Nikolay. — Ivonne, por favor, no puedes hacernos esto, no puedes cerrarte en tu dolor. — mencionó y sonreí con sarcasmo, mira quién lo dice ruso. — Por favor, necesitas descansar, estaremos juntos y superaremos esto, lo prometo. — agregó, ¿Cuántas promesas me ha hecho desde que nos casamos? Y lo peor, no ha cumplido con ninguna de ellas. — Ella lo hizo, Nikolay. — mencioné esperando que me creyera y que cobrara justicia conmigo, porque ella no merecía quedar impune después del daño que me había hecho. — Ella mató a mi bebé, ella quiere destruirte. — agregué, pero en ese mismo instante en que vi sus ojos también vi la duda, él no me estaba creyendo y eso dolía. — No la escuches, Nikolay, ella solo busca justificar el hecho de que perdió a tu hijo. — mencionó Nat a mis espaldas, en ese momento desee darle un golpe en la
Nikolay Petrov ¿Qué había hecho? Sé que debí confiar en Ivonne, pero era imposible que Nat estuviera implicada en la muerte de mi hijo, aunque de todas formas los resultados de los análisis que le practicaron a mi mujer especificarían todo tal cuál sucedió y este lío llegaría a su fin. Ivonne no quiere ni verme y la comprendo, yo tampoco querría hacerlo al estar con un cabrón cómo yo que no supe darle el lugar que se merecía, ninguno de los dos está bien, pero no quiero perderla, sí, perder nuestro bebé me afectó más de lo que acepto, pero trato de ser fuerte por ella, para estar con ella y que me diga que prácticamente me ha importado una m****a la muerte de nuestro bebé no es nada bonito. Me senté en el sillón pensando en todas las palabras que ella me ha dicho, de verdad la he cagado, pero tengo que lograr que ella vuelva a confiar en mí, tengo que hacerlo porque Ivonne es mi vida y sin ella no nada andaría bien. Tendré entre ceja y ceja a Natalia, porque sí algo de lo que di
Me fui al cuarto de entrenamiento, detrás de mí apareció Andrew, creo que venía a asegurarse de que todo estuviera bien, aunque nada estaba bien. No me sentía bien, quería acabar con toda esta m****a, lo vi mientras me volteaba para golpear el saco de boxeo que se encontraba a mis espaldas, el primer golpe dolió en el alma, pero fue una sensación satisfactoria, mucho, deseaba todo esto, necesitaba que mi cuerpo doliese para que mi alma dejase de doler un poco. Estuve algunos segundos así, golpeando el saco y es que de alguna manera me estaba ayudando a liberar todos los sentimientos que tenía cargadas dentro de mi ser, a pesar de que mis manos ardían y mis nudillos parecían querer sangrar. — No te sigas lastimando. — mencionó mientras tomaba mi cintura y me apartaba de aquel instrumento que había golpeado durante varios minutos. — No puedo dejar que sigas lastimándote de esta manera. — agregó nuevamente. — Suéltame Andrew, déjame tranquila. — mencioné respondiendo a su pregunta.
— Está bien. — mencionó ella. — No diré nada más al respecto. — llegamos a la clínica y ella fue la primera en bajarse del carro, luego nos sentamos en la sala de espera, la traje con el ginecólogo de Ivonne, después de todo tenía que entregarme algunos análisis que le practicaron. — Quédate aquí, necesito conversar con el doctor un segundo. — mencioné sonriendo de lado mientras la dejaba atrás en su silla. — Santiago. — aclaré mientras él me miraba y luego miraba hacia atrás. — Veo que te importa un carajo cómo se encuentre tú esposa en estos momentos. — mencionó sonriendo de lado. — Muchos quisieran estar en el lugar en que tú estás. — agregó mientras me dejaba claro lo que sentía por Ivonne. — No seas cabrón, ella no es nada para mí. — mencioné sonriendo. — Simplemente le hago un favor trayéndola hasta aquí. Lo que en verdad quiero de ti es saber si los resultados de los análisis de Ivonne están listos. — agregué. — Le diré lo mismo que al hombre que llamó por teléfono para pre
Ivonne Petrova Desde aquella vez que se me pasaron las copas, tanto a mí cómo a Nikolay y terminamos en una noche de pasión, cómo la que tanto había necesitado desde nuestra pelea, desde la pérdida de nuestro hijo, sentir su cuerpo cerca del mío, sentirlo tan mío cómo yo tan suya, desde ese entonces no he parado de sentirme mal, de hecho, no aguanté la curiosidad y hace dos días exactamente me hice un test de embarazo, el cual resultó positivo, el primero en saberlo fue Aleric. Hace dos días. — No puede ser. — susurré mientras miraba la prueba de embarazo. — Mi cerebro debe estar jugándome una mala pasada. — volví a mencionar, me encontraba completamente sola en la habitación, Nikolay había llevado a Natalia a una cita médica, solo podía pensar en que esa cita pudo haber sido mía. Salí de la habitación a paso rápido con el objeto entre mis manos, necesitaba deshacerme de esto, pero cómo iba tan concentrada en el resultado de la prueba me golpeé con una silueta bastante dura, Ale
— Pueden ir a visitarnos cuando lo deseen. — mencionó Aleric a mi madre, padre y a Andrew que se acercaba desde atrás. — Sé que le harán mucha falta a Ivonne, por lo que aquí les dejo un teléfono, el único número anotado será el que le daré a Ivonne, no realicen otras llamadas. Y no se preocupen, yo cuidaré de ella cómo si mi vida dependiera de ello. — agregó provocando que una sonrisa se escapara de mi rostro, no podía creer que todo esto estaba pasando ahora.— Está bien, Nóvicov. — mencionó mi padre mientras abrazaba a Aleric. — Te estoy entregando lo más preciado que la vida nos ha regalado. — mencionó nuevamente, Nikolay se quedaba viendo a su hombre de confianza cómo un enemigo, entendía que ellos tenían idea de todo, pero no se lo habían dicho para impedir que me marchara, o algo así se ideó mi cabeza. — Bien, Antoine. — mencionó Aleric sonriendo. — Te espero en mi casa con la familia. — mencionó sonriendo nuevamente y siguió caminando para dejar las maletas en su camioneta. —
— ¿Ellos son...? — pregunté mientras soltaba a Aleric y ella bajaba con rapidez, debo decir que en un momento pensé que se dirigía hasta donde yo estaba, pero solo corrió a los brazos de Aleric para asegurarse de que estuviese bien. — Sí, son los hermanos de Ann... Aleric me ayudó a cumplir mi promesa. — mencionó ella sonriendo tímidamente mientras Nóvicov tenía su mirada fija en ella. — Los asustaste Nikolay y no tendría que preocuparte de lo que sucede entre Aleric y yo, después de todo, fuiste el primero en dejarme claro que yo no significaba nada para ti. — mencionó provocando que mi pecho se sintiera más pequeño cada vez. — No puedes negarme intentar ser feliz, Nikolay. Aleric me da la calma que tú nunca me has dado. — volví a mencionar. — ¿Tú en verdad quieres ser feliz con Aleric? — pregunté, mi voz sonaba cómo la de un tonto que no creía nada de lo que estaba escuchando y es que en verdad no era capaz de creer que estaba pasando. — ¿Me estás bromeando no? — pregunté nuevamen
— No nos preocupemos por eso. — mencionó una voz familiar a mis espaldas. — Creo que tenemos tres motivos más de qué preocuparnos ahora. — agregó, sí, se trataba de Aleric, volteé para verlos y lo acompañaban dos niños y una bebé. — Sabía que Nikolay te había prometido cuidar de los hermanos de la mujer que murió esa noche que saliste del internado. Así que aquí los tienes, supongo que le darán más vida a la mansión. — agregó. — Aleric, tú... — dije buscando las palabras correctas para expresarle lo que estaba sintiendo en estos momentos, aunque no logré encontrarlas. — Gracias por todo lo que has hecho por mí. — mencioné, él solo sonrió y se acercó para tenderme a la bebé que llevaba en brazos. — ¿Seré capaz de cuidar de esta bebé cómo se lo merece? — pregunté en voz alta, aunque más bien era un pensamiento para mí. — Claro que sí, Ivonne, serás una gran madre para estos niños y para tú bebé también. — dijo Aleric mientras besaba mi mejilla provocando que mis mejillas se enrojecier