Nikolay Petrov No podía creer que había caído en su juego, pero tampoco podía creer que sus nudos fuesen tan malos, literalmente me había soltado hace unos minutos sin que ella se diera cuenta, pero quería saber cuáles eran sus alcances en este momento. — Me vas a hacer explotar, Ivonne. — mencioné sonriendo mientras miraba a Ivonne concentrada moviéndose encima de mí rozando su mojada y deliciosa vagina sobre mi miembro, tenía deseos de tomarla en mis brazos y hacerla mía cómo había querido desde que la vi en aquel traje de baño. — Déjame hundirme en ti preciosa, sabes que lo deseas también. — M****a, tú nunca aprenderás, ¿Verdad? — preguntó ella sonriendo, sus mejillas se encontraban rojas debido a la tensión, pasión y deseo que sintiésemos, es que siempre que nos juntamos de esta manera no podemos terminar de otra forma. — Quiero que me hagas el amor tan duro, Nikolay. — mencionó nuevamente y ya no aguanté más, necesitaba tocarla, necesitaba pegarla contra mi cuerpo y sentirla po
Ivonne WilsonGolpes en la puerta, sonidos de armas disparándose, los hombres de Bruno cayendo al piso heridos o muertos, de pronto todo mi mundo se nubló de rojo y pólvora, y mucho lejos de querer huir para refugiarme buscaba a todos lados a Nikolay.— ¡Ivonne aquí! — escuché su voz viniendo tras de mí, corrí hacia él mientras él me abrazaba en sus brazos. — ¿Estás bien? — preguntó, pero no podía decir nada, me encontraba casi en un ataque de pánico, recordé la noche en que salí huyendo del internado, no quería que se repitiera la historia. — ¡Maldita sea Ivonne! ¿Estás bien? — volvió a preguntar, atiné a asentir y pareció calmarse un poco. — Vamos. — comentó tomándome del brazo y jalando de mí, pero los hombres que habían ingresado ya estaban muy cerca.— Nikolay. — susurré mientras miraba mi bolso queriendo dar a entender que el arma seguía allí. Él negó con la cabeza provocando que me confundiera.— No quiero que te lastimen Ivonne, nos entregaremos y veremos qué es lo que quieren
Nikolay PetrovUno de los días más negros de mi vida fue cuando el hombre que conocía cómo mi padre, Alexander Petrov, aceptó su derrota ante este imbécil que aseguraba ser mi padre biológico, mi madre por supuesto no lo negó, pero no fue un engañó, en ese momento la alianza más grande que había era entre los rusos e italianos, y este cabrón De Rosas se aprovechó para violar a mi madre.Alexander se enteró, pero tenía perfectamente que, si lo asesinaba correría sangre no solo en distintas organizaciones, sino que también en ambos países, no solo habría una guerra de bandos, también una guerra política, De Rosas tenía información acerca de nosotros los Petrov y en Italia, él tenía peso político, cosa que nos convenía.— Te irás de mi país Ángelo, dejarás a mi familia y no comentarás nunca más que mi hijo Nikolay es tuyo, él es un Petrov y quiero creer por la amistad que algún día tuvimos, que tomarás la mejor decisión para ambos, porque sabes muy bien cómo terminarán las cosas. — menci
Ivonne PetrovaRecuerdo un poco de todo lo que sucedió, Nikolay peleando con su hermano Bruno, yo descubriendo que Nikolay sí tenía un hermano, además de sobrinos, me recuerdo perdiendo la conciencia, recuerdo a mi padre diciéndome que volviera y luego de eso despertar en el hospital o clínica de alguna parte de aquí, todo fue tan rápido que parecía película.— Amor. — mencioné, apenas abrí los ojos vi a mi esposo, a mi querido ruso sujetando mi mano, no creo que haya pasado mucho tiempo, se encontraba con la misma ropa manchada.— Dios Ivonne, me has dado el susto de mi vida. — mencionó con lágrimas en sus ojos, me sentí vulnerable al verlo así, sin dudas Nikolay Petrov se había convertido en mi debilidad. — Pensé que te perdería, aunque sabía que serías igual de obstinada que ese día que salvaste mi trasero, lo volviste a hacer ahora. — agregó. — Y la verdad es que no quiero acostumbrarme a ello, yo debo ser quien te salve. — mencionó.— Nada de cosas estúpidas. — mencioné mientras
Nikolay PetrovCuando desperté por la mañana me sentí miserable, lo primero que vieron mis ojos fueron los moretones que tenía en el rostro Ivonne, sonreí de lado, ¿Por qué todo lo que amo tiene que terminar lastimado por mi culpa? Y no solo hablo de mi esposa, Bruno tuvo que asesinar a su padre para salvarme, mis sobrinos perdieron a su abuelo y no tienen la más mínima idea de por qué.Me levanté de la cama en dirección al baño, la ventana daba al jardín, nos habíamos olvidado de bajar la cortina, la hermosa mañana se estaba haciendo presente, quería que Ivonne la viera al despertar y sintiera la paz que yo estaba sintiendo al ver los primeros rayos del sol asomándose.Una vez en el baño lavé mi rostro y cepillé mis dientes, aún sentía el sabor metálico de mi sangre en mi boca, recordándome el fatal día que viví junto a mi esposa.Cuando salí me encontré a Ivonne sentada en la cama, se encontraba despierta.— Pensé que te habías ido. — mencionó ella con una sonrisa acompañada de una
Ivonne PetrovaMe sentía diferente, de un momento a otro, al ver a Nikolay distante de mí, al recordar que no me había dicho que tenía un hermano, que tenía sobrinos, sentí que me mentía, que no era sincero conmigo y me dolía, me lastimé sola pensando algo que no era, porque cuando me hizo el amor de aquella manera en la que estamos tan acostumbrados recordé todo lo que me hace sentir, todo lo que somos capaces de hacernos sentir.— ¿Escuchas mi corazón? — preguntó de pronto Nikolay, aún me encontraba entre sus fuertes brazos que solo me envolvían en su calor. — Late únicamente por ti. — agregó nuevamente.Bajamos a comer, él tomando mi mano, aunque antes de eso me maquillé el rostro con todos los polvos que me había regalado Margarita, no quería asustar a los niños ni mucho menos, así que era mejor mantener aquel golpe oculto, al menos en lo que fuese posible.— Buenos días, señora Ivonne. — mencionó sonriendo el pequeño Massimo mientras me entregaba una rosa roja. Sonreí mientras ve
Capítulo 40: ¿Natalia? Creí que estabas muerta.Nikolay Petrov¿Qué estaría pasando con Ivonne? ¿Por qué se sentía tan mal? ¿Qué pasó de pronto para que recayera? ¿Será que estuvo mal el haberla hecho mía? Dios, no la lastimé, ambos lo disfrutamos, nunca se negó a hacerlo, ¿Qué mierda había hecho? Volví a poner la vida de mi mujer en peligro, ¿Será que es más preocupante de lo que pensé?El doctor llevaba cerca de media hora con ella dentro de la habitación, he querido entrar en dos ocasiones, pero simplemente Ivonne se niega a que el medico la revise estando yo presente, ¿Por qué estaba pasando esto? Justo ahora, en nuestra luna de miel, ahora que el problema se había acabado, ahora que no corríamos peligro, o al menos, el peligro no se encontraba cerca de nosotros.Cuando por fin el médico salió de la habitación de mi mujer me acerqué hasta él, me encontraba derrotado y la misma expresión del doctor me lo había confirmado.— Ella… ¿Ella está bien, doctor? — pregunté con un tono de v
— ¿Quieres que te lleve al médico? Buscaremos otra opción Ivonne, no me parece para nada que estés pasando por esto sola, quiero ayudarte, pero desde anoche, desde que te revisó el médico, desde que me hiciste aquellas preguntas has levantado una especie de barrera entre nosotros. Quiero saber qué es lo que sucede para poder ayudarte a superarlo. — mencioné sonriendo de lado, tímidamente, mientras me acercaba a ella, no quería arruinar esto otra vez, no quería ser yo el hombre que lastimara su corazón de nuevo. — No es necesario el doctor, Nikolay, él ya te explicó lo que me pasa, es el estrés de lo que sucedió. — dijo ella con un tono de voz bajo, sabía perfectamente que mentía, porque en sus ojos veía la batalla interna que estaba teniendo para decirme aquello. — De verdad, estaré bien, solo necesito un poco de tiempo, y también acostumbrarme a esta nueva vida, ¿Entiendes? — mencionó. — ¡Maldita sea! ¿Es eso entonces lo que te está separando de mí? ¿¡La mierda de vida que llevo!?