Cuando llego a casa ya es hora de cenar, me voy al comedor encontrando a la familia conversando sobre el tema del momento. Me siento junto a mamá saludando a todos. Siento la mirada de Jennifer taladrandome, está justo frente a mi.—¿Qué dijo mi tío al enterarse? —pregunta Robert una vez que ya estamos todos.—Quiso minimizar lo sucedido, pero como papá le mostró las pruebas en contra de Lilibeth no le quedó de otra que aceptar las acusaciones, aunque hay que seguir vigilantes —digo esto último viendo a Jennifer, sé que no le agradara mucho.—¿Por qué? ¿No se supone que con esto debíamos regresar a la normalidad? ¿Ahora qué sucedió? —se cruza de brazos, se le nota la molestia.—Marcos estaba allá, Lilibeth es su protegida o por lo menos eso nos pareció —le explica mi padre— lo mejor es andarnos con cuidado. Mi cuñado se comprometió a controlar a su hija y a sus hombres, pero del dicho al hecho, hay un gran trecho.—Entonces, ¿cómo vamos a proceder a partir de ahora? —pregunta Robert c
—¿Recuerdas la primera noche que pasamos en mi apartamento? no habían muebles, el lugar no estaba pintado, fue el día en que me entregaron las llaves, esa noche dejaste a tu hermana con una amiga y celebramos la ocasión, tú diciéndome que dentro de unos años llevaría a mi esposa junto con mis hijos y ¿sabes cuál fue la mujer que imaginé en ese momento? —la giró hacia mí para que quede de frente, aparto su cabello de su rostro colocándolo detrás de su oreja, la sujeto por el mentón para evitar que baje la cabeza o la desvíe hacia otro lugar— te imaginé a ti entrando agarrada de mi mano y delante de nosotros a dos pequeños brincando y saltando por el lugar, en mi futuro siempre has estado tú, pero para hacerlo realidad necesito que permanezca a mi lado ahora, en nuestro presente, lo que siento por ti es real y sincero.Acerco mi rostro al de ella, devorando sus carnosos labios, la escucho gemir y estremecerse entre mis brazos, nos separamos al quedarnos sin aire. Acaricio su brazo, el e
Las constantes llamada de Sara me hacen despertar, salgo con cuidado de la cama y me voy al balcon a contestar.—¿sucedio algo? —pregunto apenas constesto.—Hoy tenemos mucho que hacer, espero que hayan arreglado sus cosas, nuestros padres estan ansiosos por que lleguen —me cuenta Sara murmurando.—En una hora estamos alla —cuelgo la llamada y apago el telefono para evitar sus interrupciones.Al entrar nuevamente al cuarto me encuentro a Jennifer despierta, me acerco a ella dandole un beso en os labios, me rodeo con sus brazos pegandome mas a ella, quito la sabana, uniendo nuestros cuerpos en un vaiven de deseo y amor hasta quedar saceados.Casi dos horas despues, entramos agarrados de las manos a la casa pensando, que por la hora, todos estan en el jardin terminando de preparar todo, pero resulta que los encontramos en la sala conversando muy entretenidos. Sara es la primera en darse cuenta de nuestras manos unidas haciendo una algarabía por ello.—¡Hasta que al fin! pensé que esto n
—¿Cuál menopausia? mi chica es joven y además hermosa, debe estar cerca de sus días y nada más ¿verdad corazón? —la acerco a mí besándola en los labios.—Váyanse a su habitación o mejor aún, regresen al hotel, así pueden disfrutar todo el día si les da la gana —dice mi hermano entrando a la cocina haciéndonos bromas.Se va a donde está Anabel y le da un beso en la comisura de sus labios abrazándola, ella le da un leve golpe en el hombro por sus comentarios de doble sentido.Las chicas nos avisan de que mi mamá y hermana nos han dejado una lista de cosas por comprar para la barbacoa así que nos vamos los cuatro a comprar, más que nada es bebidas y cosas para picar, por la larga lista creo que esta reunión será hasta el amanecer.Al llegar a caja para pagar lo que hemos agarrado de los estantes, terminamos con dos carritos de compras repletos. Jennifer me dice para regresar unas cuantas cosas, pero me niego. Colocamos todas las bolsas en la maletera para regresar a casa a llevar todo es
Entramos juntos a la cocina, encontrando a mamá y a Sara riendo, mientras que Anabel luce algo apenada. Se ve que tienen bastante adelantado, la ensalada y el aderezando para la carne ya estan listos, mientras que mi padre se encuentra en el jardin, mi hermano y yo vamos con él a darle una mano con la leña para la barbacoa. Josmar acaba de avisar de que está de camino, así que dentro de poco estaremos todos completos. Papá está más feliz de lo usual y es de esperarse pues, es algo que siempre ha deseado. —Está todo listo para empezar a colocar la carne, voy a ir a la cocina a ver que tienen las chicas preparado para empezar a colocar al fuego —Nos dice papá mientras se limpia las manos llenas de carbón.Mi padre entra a la casa, mientras que Robert y yo nos quedamos supervisando la leña, para evitar que se apague y perdamos el trabajo.—Te he visto a ti y a Jennifer más cercanos, más conversadores y cuando fuimos al parque se perdieron un buen rato, se veian diferentes ¿la cosa entr
Mi hermana se sorprende muchísimo ante las palabras de Josmar, es algo que no esperaba, aunque yo le dije en varias oportunidades qué se veía que era un hombre que realmente estaba interesado en ella, no me hacía caso y hoy lo ha demostrado.—Con su permiso señor Alberto y señora Aurora, —voltea a ver a mis padres. Papá hace un movimiento con su cabeza dándole permiso— Sara ¿quieres ser mi novia?Le pregunta sacando del bolsillo de su pantalón una cajita, la abre delante de ella, como me encuentro al lado de mi hermana veo perfectamente lo que trae, es un collar con unos corazones entrelazados y cada corazón tiene sus iniciales.—Sí, claro que sí, acepto —responde emocionada, lo abraza efusivamente.Josmar se pone de pie para colocarle el collar que le ha regalado, ambos están nerviosos, se les nota. A la vez que se escuchan los suspiros de las chicas ante la escena que se desarrolla.La algarabía no se hace esperar, sobre todo por parte de Anabel que es la más alborotadora de las tre
Empezamos un día lunes un tanto ajetreado, investigando si estaba conectado lo sucedido ayer con Alonso o Marcos, el investigador de Carlos nos informo que no pudo ser Marcos o por lo menos no directamente.—Señor Vilera, ¿quiere que pida algo para almorzar o tiene planes para comer afuera? —me pregunta Patricia entrando a mi oficina— su siguiente reunión es a las tres de la tarde, tiene tiempo más que suficiente.—Pide algo para comer —por seguridad, lo mejor es que no esté saliendo de las oficinas si no es necesario— por cierto, ven un momento —le pido señalando la silla frente a mi.—¿Hice alguna otra cosa mal? le juro que me he esforzado por hacer bien mi trabajo —me dice nerviosa.—No es nada de eso tranquila, es solo que he confirmado lo de tu mamá —su mirada se entristece un poco— solo quiero avisarte que he pagado los gastos médicos, además, me encargare de cancelar las cuentas de ahora en adelante.—¿Me está hablando en serio? —pregunta con lágrimas en los ojos.—Muy en serio
—Jennifer, por favor déjame explicarte, no es lo que piensas —la sujeto por el brazo para evitar que se me escape.—La típica frase cliché, por favor Alejandro, me vas a decir que no te diste cuenta que no era yo, desde que volvimos a salir dime ¿cuándo me he metido en tu oficina a ser semejante papelito? —me pregunta conteniendo la rabia.—Jennifer ella acaba de entrar, supongo que me quedé dormido por un instante, por eso no la escuché entrar ¿tú crees que después de todo lo que ella nos hizo voy a aceptarla de esa manera? —contraataco buscando el modo de hacerla razonar.—No lo sé Alejandro, déjame ir por favor, necesito estar sola en este momento —me pide, esta vez conteniendo las lágrimas.—No lo voy a permitir, otra vez no, no voy a dejar que te alejes otra vez en mí —le digo decidido.La agarró por la muñeca y me la llevo hasta mi oficina dónde encontramos a Lilibeth bien cómoda en mi asiento haciendo que la sangre hierva por mi venas de la rabia.—Me haces el favor y te largas