—Jennifer, por favor déjame explicarte, no es lo que piensas —la sujeto por el brazo para evitar que se me escape.—La típica frase cliché, por favor Alejandro, me vas a decir que no te diste cuenta que no era yo, desde que volvimos a salir dime ¿cuándo me he metido en tu oficina a ser semejante papelito? —me pregunta conteniendo la rabia.—Jennifer ella acaba de entrar, supongo que me quedé dormido por un instante, por eso no la escuché entrar ¿tú crees que después de todo lo que ella nos hizo voy a aceptarla de esa manera? —contraataco buscando el modo de hacerla razonar.—No lo sé Alejandro, déjame ir por favor, necesito estar sola en este momento —me pide, esta vez conteniendo las lágrimas.—No lo voy a permitir, otra vez no, no voy a dejar que te alejes otra vez en mí —le digo decidido.La agarró por la muñeca y me la llevo hasta mi oficina dónde encontramos a Lilibeth bien cómoda en mi asiento haciendo que la sangre hierva por mi venas de la rabia.—Me haces el favor y te largas
JenniferPasamos la noche en su apartamento, desde que llegamos y conversamos, ha buscado la forma de hacerme sentir amada, importante y sobre todo protegida. No esperaba que su pasado fuera tan duro como el mío o más bien, creo que fue peor de lo que me tocó vivir y muy a pesar de eso, ha salido adelante sin estar lamentando lo que pudo haber hecho y no hizo, como es mi caso.—¿Qué haces despierta a esta hora? Aún es muy temprano, vamos a dormir —me abraza desde atrás depositando un beso en mi cuello.—El sueño se me fue, no quería despertarte por estar moviéndome en la cama —me giro quedando frente a él, paso mi mano por su mejilla.—Podemos hacer algo de ejercicio en la cama, quizás eso te ayude —pasa su mano entre mis piernas hasta llegar a mi centro.—No pierdes tiempo, si continuas así no podré trabajar mañana, me tienes agotada —trato de contener una risa al ver su rostro, achina sus ojos con una media sonrisa en sus labios.—Has disfrutado cada una de ellas y solo te he escuch
Agarro de las sillas y la colocó junto a la mía, pidiéndole a Jennifer que se siente allí, está muy alterada como para dejarla ir a su oficina, le escribo a mi hermano informandole la situación.Una alerta de un correo me aparece, le doy abrir y no me sorprende las imágenes que aparecen, son de Jennifer y mi hermano, en las primeras ella esta mucho mas pequeña, calculo que unos diez o doce años aproximadamente, en otras mucho más de adulta recibiéndolo en su casa, caminando por las calles o en una heladería.Trato de que ella no las vea, no quiero que su condición empeore aún más. En cada una de estas fotos se le nota la incomodidad e incluso el miedo.Se las envio por correo a Carlos, sería bueno que él tenga esta información en caso de que lleguemos a un juicio, la persona que me las envió lo hizo para perjudicarnos, lo que no saben es que las utilizaremos en su contra.Enviaré mi laptop a Abraham, quizás él pueda rastrear de donde me han enviado esas fotos, si logramos dar con esa
—Te noto extraño ¿pasa algo más? —me pregunta Jennifer.Estamos de camino a casa, hay tráfico, supongo que ha ocurrido algún accidente o una reparación vial.—No es nada, solo muchas cosas en la cabeza —volteo hacia ella sonriéndole, agarro su mano dejando un beso en ella.—Ella dijo que se vengaría, es posible que sea obra de ella, tan solo para separarnos —me dice pensativa— aunque Marcos está lejos, sigue buscando el modo de ayudarla.—No te preocupes, recuerda lo que hablamos antes, concéntrate en cumplir tus sueños y nada más, yo me encargo del resto.—Él es muy peligroso, es capaz de amenazar a todos los que te rodean para llegar a ti y destruirte, debes tener mucho cuidado, sería bueno que desconfíes de todo aquel que te rodea —me aconseja preocupada— lo vi trabajar con mi padre muchas veces, secuestraba a la hija o esposa del más allegado a su objetivo para que hiciera el trabajo sucio por él.—En mi caso ¿Quién crees que sería la persona que él utilizaría para llegar a mí? —l
—Que sus hombres rodeen el lugar, que estén vigilantes de quien entra y quién sale, cualquier sospechoso deben detenerlo, mi tío, prima o cualquier otra persona no debe entrar a menos que Robert o yo lo autoricemos —le doy instrucciones al jefe de escoltas mientras entramos.—Buenas tardes señores, ¿pueden explicar que significa todo esto? —nos pregunta el director de la clínica al ver a los escoltas siguiendo mis instrucciones.—Soy el Abogado Alejandro Vilera, él es el abogado Robert Vilera —le muestro nuestras credenciales— mis padres y hermana, tuvieron un supuesto accidente automovilístico, tenemos razones de peso para pensar que fue un intento de asesinato, por tal motivo debemos colocar seguridad para resguardar su seguridad y la de nosotros.—Deberán buscar alguna orden judicial o algo así, este es un centro de salud, no pueden limitar la entrada a nadie —nos exige el director un tanto molesto.—La orden está en proceso, el Juez Olivares la traerá personalmente —nos indica Rob
El juez estaciona el carro frente al buffet, bajamos y el de seguridad nos abre enseguida me reconoce, nos informan que hay un empleado en uno de los departamentos, sin perder tiempo nos vamos hasta allá.—Abraham te presento al Juez Olivares, —hago las presentaciones correspondientes— Juez le presentó Abraham, el que me está ayudando con lo de las fotos y él que descubrió lo que está sucediendo con el abogado Carlos —le informo con brevedad.—Muchas gracias por su ayuda, ha hecho un excelente trabajo, ojalá contáramos con más empleados como usted, dispuestos a colaborar y personas en quien confiar —le dice el Juez a Abraham.—No hay de qué Juez, es mi trabajo —nos entrega un sobre y un pendrive— en el sobre están las fotos del antes y el después, y en el pendrive está el video en dónde muestran a la esposa del abogado Carlos y la amenaza —nos explica.—Con esto me pondré en marcha ahora mismo, que mañana a primera hora la abogada Fuentes y su hermana hagan la denuncia formal, que yo
Al entrar a emergencia, veo a mamá y a Sara en sillas de ruedas, mientras que papá permanece en la cama todavía. Josmar, está junto a mi padre haciéndole una pruebas con una pequeña linterna.—¿Cómo van las cosas por aquí? —pregunto haciéndome notar.Jennifer se pone a mi lado apenas me ve, mi tía está junto a mi mamá viendo a mi padre preocupadas.—Ellas están de alta, pero tu papá debe quedarse hasta que se le haga la tomografía y un neurólogo lo examine —me comenta Jennifer bastante preocupada.—¿Cómo haremos? No podemos dejar a papá desprotegido y no hay hombres suficientes —me dice Robert colocándose frente a mí y hablando en voz baja— además viene mi tío y Lilibeth, ¡qué descaro!—El Juez Olivares y su grupo de abogados están encargados del caso, así que solo preocupémonos por la salud de ellos —le hago saber a mi hermano. Paso mi brazo por los hombros de Jennifer para darle la noticia que menos quería recibir— mañana a primera hora debo llevarte a que pongas la denuncia junto a
Los hombres que contraté para nuestra seguridad, nos llevan a todos al área de emergencia, incluyendo a los médicos y enfermeras, apenas cruzamos la puerta Jennifer se abalanza sobre mí asustada, tiembla de los nervios, la abrazo tratando de tranquilizarla.—¿Estás bien? ¿Te lastimaron? ¿Te hicieron algo? —me pregunta mientras pasa su mano por mi cuerpo cerciorándose de no tener ninguna herida.—Tranquila corazón, estoy bien, no me hicieron nada —le agarro las manos para que se detenga.—¿Qué está sucediendo allá afuera? ¿Esos son disparos? —pregunta Sara asustada.—Marcos llegó aquí amenazándonos, en el momento que iba a salir huyendo llegó la policía metropolitana y está en este momento en un enfrentamiento en la parte del frente de la clínica, debemos mantener la calma y quedarnos aquí —les pido viéndolos a todos.Mi mamá se queda asombrada por lo que le digo, se acerca a dónde está mi padre acostado y se agarran de las manos. Papá está más tranquilo, por nuestro oficio, estamos ac