Agarro de las sillas y la colocó junto a la mía, pidiéndole a Jennifer que se siente allí, está muy alterada como para dejarla ir a su oficina, le escribo a mi hermano informandole la situación.Una alerta de un correo me aparece, le doy abrir y no me sorprende las imágenes que aparecen, son de Jennifer y mi hermano, en las primeras ella esta mucho mas pequeña, calculo que unos diez o doce años aproximadamente, en otras mucho más de adulta recibiéndolo en su casa, caminando por las calles o en una heladería.Trato de que ella no las vea, no quiero que su condición empeore aún más. En cada una de estas fotos se le nota la incomodidad e incluso el miedo.Se las envio por correo a Carlos, sería bueno que él tenga esta información en caso de que lleguemos a un juicio, la persona que me las envió lo hizo para perjudicarnos, lo que no saben es que las utilizaremos en su contra.Enviaré mi laptop a Abraham, quizás él pueda rastrear de donde me han enviado esas fotos, si logramos dar con esa
—Te noto extraño ¿pasa algo más? —me pregunta Jennifer.Estamos de camino a casa, hay tráfico, supongo que ha ocurrido algún accidente o una reparación vial.—No es nada, solo muchas cosas en la cabeza —volteo hacia ella sonriéndole, agarro su mano dejando un beso en ella.—Ella dijo que se vengaría, es posible que sea obra de ella, tan solo para separarnos —me dice pensativa— aunque Marcos está lejos, sigue buscando el modo de ayudarla.—No te preocupes, recuerda lo que hablamos antes, concéntrate en cumplir tus sueños y nada más, yo me encargo del resto.—Él es muy peligroso, es capaz de amenazar a todos los que te rodean para llegar a ti y destruirte, debes tener mucho cuidado, sería bueno que desconfíes de todo aquel que te rodea —me aconseja preocupada— lo vi trabajar con mi padre muchas veces, secuestraba a la hija o esposa del más allegado a su objetivo para que hiciera el trabajo sucio por él.—En mi caso ¿Quién crees que sería la persona que él utilizaría para llegar a mí? —l
—Que sus hombres rodeen el lugar, que estén vigilantes de quien entra y quién sale, cualquier sospechoso deben detenerlo, mi tío, prima o cualquier otra persona no debe entrar a menos que Robert o yo lo autoricemos —le doy instrucciones al jefe de escoltas mientras entramos.—Buenas tardes señores, ¿pueden explicar que significa todo esto? —nos pregunta el director de la clínica al ver a los escoltas siguiendo mis instrucciones.—Soy el Abogado Alejandro Vilera, él es el abogado Robert Vilera —le muestro nuestras credenciales— mis padres y hermana, tuvieron un supuesto accidente automovilístico, tenemos razones de peso para pensar que fue un intento de asesinato, por tal motivo debemos colocar seguridad para resguardar su seguridad y la de nosotros.—Deberán buscar alguna orden judicial o algo así, este es un centro de salud, no pueden limitar la entrada a nadie —nos exige el director un tanto molesto.—La orden está en proceso, el Juez Olivares la traerá personalmente —nos indica Rob
El juez estaciona el carro frente al buffet, bajamos y el de seguridad nos abre enseguida me reconoce, nos informan que hay un empleado en uno de los departamentos, sin perder tiempo nos vamos hasta allá.—Abraham te presento al Juez Olivares, —hago las presentaciones correspondientes— Juez le presentó Abraham, el que me está ayudando con lo de las fotos y él que descubrió lo que está sucediendo con el abogado Carlos —le informo con brevedad.—Muchas gracias por su ayuda, ha hecho un excelente trabajo, ojalá contáramos con más empleados como usted, dispuestos a colaborar y personas en quien confiar —le dice el Juez a Abraham.—No hay de qué Juez, es mi trabajo —nos entrega un sobre y un pendrive— en el sobre están las fotos del antes y el después, y en el pendrive está el video en dónde muestran a la esposa del abogado Carlos y la amenaza —nos explica.—Con esto me pondré en marcha ahora mismo, que mañana a primera hora la abogada Fuentes y su hermana hagan la denuncia formal, que yo
Al entrar a emergencia, veo a mamá y a Sara en sillas de ruedas, mientras que papá permanece en la cama todavía. Josmar, está junto a mi padre haciéndole una pruebas con una pequeña linterna.—¿Cómo van las cosas por aquí? —pregunto haciéndome notar.Jennifer se pone a mi lado apenas me ve, mi tía está junto a mi mamá viendo a mi padre preocupadas.—Ellas están de alta, pero tu papá debe quedarse hasta que se le haga la tomografía y un neurólogo lo examine —me comenta Jennifer bastante preocupada.—¿Cómo haremos? No podemos dejar a papá desprotegido y no hay hombres suficientes —me dice Robert colocándose frente a mí y hablando en voz baja— además viene mi tío y Lilibeth, ¡qué descaro!—El Juez Olivares y su grupo de abogados están encargados del caso, así que solo preocupémonos por la salud de ellos —le hago saber a mi hermano. Paso mi brazo por los hombros de Jennifer para darle la noticia que menos quería recibir— mañana a primera hora debo llevarte a que pongas la denuncia junto a
Los hombres que contraté para nuestra seguridad, nos llevan a todos al área de emergencia, incluyendo a los médicos y enfermeras, apenas cruzamos la puerta Jennifer se abalanza sobre mí asustada, tiembla de los nervios, la abrazo tratando de tranquilizarla.—¿Estás bien? ¿Te lastimaron? ¿Te hicieron algo? —me pregunta mientras pasa su mano por mi cuerpo cerciorándose de no tener ninguna herida.—Tranquila corazón, estoy bien, no me hicieron nada —le agarro las manos para que se detenga.—¿Qué está sucediendo allá afuera? ¿Esos son disparos? —pregunta Sara asustada.—Marcos llegó aquí amenazándonos, en el momento que iba a salir huyendo llegó la policía metropolitana y está en este momento en un enfrentamiento en la parte del frente de la clínica, debemos mantener la calma y quedarnos aquí —les pido viéndolos a todos.Mi mamá se queda asombrada por lo que le digo, se acerca a dónde está mi padre acostado y se agarran de las manos. Papá está más tranquilo, por nuestro oficio, estamos ac
Es momento de irnos y yo sigo titubeando en dejar a mi hermana y madre solas con cinco escoltas nada más. Sara me regaña y casi me saca de la casa a punta de empujones, Anabel y Jennifer se ríen por la situación.Subo de copiloto y las chicas van detrás, un carro va adelante y otro atrás. Las chicas tratan de sacarme conversación, pero no logro seguirles el ritmo, ya que voy pendiente de la vía y si algún otro vehículo se nos pega.Para cuando llegamos a la estacion de policias, nos recibe el jefe de la policía metropolitana, haciendo que sus hombres nos resguarden, algo que agradezco, al cruzar la puerta principal, nos dejan con una oficial que nos guiará en el proceso, algo que no veo necesario pero insiste en hacerlo así.—Buenos días abogado Vilera, qué gusto verlo por acá —me atiende de manera coqueta y enseguida siento como Jennifer se tensa mi lado.—Tengo una reunión con el juez, necesito que agilicemos esto lo más rápido posible, ella es mí cuñada Anabel y mi novia Jennifer —
Les doy la espalda rodeando el mostrador, llamo a Jennifer y Anabel para que salgan, las coloco delante de mí y las hago pasar a una de las oficinas de atrás para continuar con lo que vinimos.—¡Estás loco Alejandro! ¿Cómo pudiste arriesgarte de ese modo? —me reprocha Jennifer viendo hacia atrás.—Un buen abogado analiza a su cliente como a la parte contraria para saber cómo actuar o manejar las cosas, deberías saberlo bien.—Al menos llama a tus padres y hermanos para saber si están bien —desvía el tema.—Robert me dice que están bien, en la clínica no ha pasado nada, mintió —me informa Anabel aun con la llamada abierta.—Jennifer llama a Sara para saber cómo están, debo hacer otra llamada.Saco mi teléfono y marco el número del jefe de escoltas, mientras le hago señas a uno de los oficiales para que se acerque, le hago seña hacia las chicas, me dice que ya vienen a tomar las declaraciones.—¿Verificó la identidad de ambas mujeres? —le pregunto apenas atiende.—Si, no son sus hermana