¡Una prueba más!
Missie regresó al rancho un mes después de la operación de Elizabeth Leanders. Lois Vincents y Naty se quedaron a cuidarla durante la recuperación.
Llegó junto a Dereck y Nahomy. Juanne los recibió complacido. Sobre todo porque Missie corrió a sus brazos en cuanto entró por la puerta. Se abrazó ante todos y le plantó un largo beso en la boca.
Mamá Tulia se acercó y separándolos les dijo:
–Muchachos, ya tendrán tiempo para esos esos besos. Ahora déjeme que la vea. Usted esta demacrada señorita Missie. Eso parece un varón, por su aspecto tan pálido.
Missie se rió por un rato. Pero la vieja cocinera se puso seria.
–No me diga que usted todavía no sabe que está embarazada, señorita Misssie.
La muchacha volvió a reír y le dijo:
–Mamá Tulia, aún no les traeré a un jovencito Juanne al rancho. Pero más adelante tendré el agrado de hacerlo.
–No señorita, yo no tengo estas
¡Dónde está Missie!Juanne bajó a recibir a los visitantes que venían a traer a Missie. Pero se encontró con una brigada especial de la policía y el alcalde Monroe.–¿Dónde está Missie? –les dijo–. Pensé que venías a traerla.–Cuando veníamos, un auto se atravesó y me obligó a detenerme, eran como diez hombres armados y varios autos. Me obligaron abajar de mi carro y se la llevaron. Los guardaespaldas llamaron a las autoridades y aquí están. Al parecer es un secuestro. –Explicó GordonJuanne lo tomó por la solapa y le gritó:–Si tú estás involucrado en esto, ¡te juro que te mato, desgraciado!Los detectives separaron al hombre de Juanne.–Por favor tranquilícese. Estamos investigando, al parecer son forasteros. Esperaremos a que se comuniquen con usted.Los detectives se quedaron en la puerta del rancho mientras que Juanne y el alcalde Monroe subieron al despacho.Después de un largo rato, Juanne le pregu
Mi Yuvan... ¡Vas a ser papá!Ella tomó el sobre con el resultado, y fue abriendo los ojos de a poco, se secó las lágrimas que no la dejaban ver y antes de abrirlo vio que Juanne estaba llorando. Acarició su rostro con el dorso de la mano, luego secó sus lágrimas y le dio un beso en cada mejilla. Después aspiró aire con fuerzas.El doctor salió y arrastró con él a mamá Tulia y a Eva que estaban en la habitación.Missie desdobló aquél papel y lo leyó, después lo apretó contra su pecho y lloró en silencio por un rato. Buscó los ojos de Juanne y le dio un beso suave en la boca, su mirada tenía un brillo diferente. Sonrió tiernamente mientras le decía bajo:–Mi Yuvan... ¡Vas a ser papá!Andrea llegó temprano para saber sobre la salud de Missie. Subió al cuarto de la muchacha después de que Laye, la nueva acompañante de Missie le notificó de su visita.–Pasa Andrea –le dijo Missie.–Ah, ¡Felicitaciones futura mamá
¡Esta relación es de dos!Missie se emocionó tanto al ver a sus padres llegar al rancho.–¡Mamá, qué bueno ver que te estás recuperando tan pronto! ¡Estoy feliz de que hayas podido venir! –dijo Missie.–¡Estoy feliz de verte hija! ¡Y más feliz de ver lo hermosa que estas con tu bebe en camino! –Le dijo su madre muy emocionada.Juanne se acercó y sonreído saludó:–Señora Leanders un gran gusto tenerla aquí, y que además se le vea tan bien.–¿Eres el joven que ha conquistado el corazón de mi hija? –Elizabeth Leanders le preguntó sería y prepotente?Lois Vincents oyó el tono alto de su ex mujer y se acercó hasta ellos.–Elizabeth él es Juanne Martins, ya te había hablado de
“Helen Heminway”Elizabeth Leanders que estaba cerca oyó la conversación y preguntó.–¿Helen Heminway? ¿La chica de los ojos esmeraldas?–¿Conoce usted a Helen Heminway? –le preguntó Juanne–Entre las mujeres que administraba Roland, en la agencia de modelajes ese nombre era muy conocido.–Eso suena bien. Sé que ella estaba en un atelier y modelaba para los clientes. Quizás se especializó y siguió su carrera –dijo Juanne.Elizabeth rió en forma irónica para luego decir:–¡No, no te ilusiones tanto! La empresa de modelaje del desgraciado de Roland Giüre era una pantalla para trasladar las chicas a cualquier parte del mundo. Es una pena decirlo, pero es la realidad. El era un traficante de mujeres. Y ese nombre era muy conocido. Es una linda chica de ojos color esmerald
“Un papá mingón”Missie dejaba instrucciones a las personas que se encargarían de su madre, el médico del hospital del rancho estaba con ellos.–Doctor, le ruego que esté al pendiente de mi madre –cualquier cosa, por pequeña que sea, por favor, nos avisa.–No se preocupe .Vaya tranquila señorita Missie.–Eva, igual para ti. Sé que no es necesario decírtelo, pero te ruego, me cuides a mi mamá. Gracias.Se acercó a su madre y agachándose a su lado le tomó la mano:–Pronto estaremos de vuelta. ¡Te amo!–Y yo a ti… Le dijo Elizabeth –quien se puso un poco apagada.Llegaron a Toronto más pronto de lo que imaginaron, se hospedaron todos en el apartamento de Juanne.Al llegar allí Missie buscó la foto de la chica por t
“Noche de pétalos y flores”Pasaron el resto de la tarde en un ir y venir a diferentes empresas y tiendas. Juanne seleccionaba artículos y cosas para que se enviaran al rancho, incluso enseres y equipos para el cuarto del bebe. Ella los seleccionó.–Juanne, por cierto, te diste cuenta que tanto la mamá como el vecino de Helen Heminway hablaron de “el niño”, así que tienes un hermano.Juanne se quedó pensativo y después le obsequió una sonrisa espléndida.–¡Guao! Sí. Siempre se refirieron a “su hijo” y “el niño”. Aun no podemos estar seguros. Pero es una señal.Ya cuando caía la noche Missie se veía algo cansada.–Juanne ¿aún te quedan cosas por hacer? Podríamos quedarnos unos días más si es necesario. En esas el t
¡No es tu hijo!Juanne y Missie subieron hasta el tercer piso. Había un niño corriendo por el pasillo en una pequeña bicicleta. Sus cabellos amarillos cortados al estilo honguito le trajeron a la mente a la bella mamá Anne. Por fin había encontrado a su hermano. Juanne trató de levantarlo de la bicicleta, pero el niño se resistió y dio atrás a su bicicleta y se impulsó con más fuerza y pedaleó como todo un profesional de carreras, Juanne tuvo que apartarse o de lo contrario aquél veloz remolino lo iba a dejar en el suelo. El niño dio vuelta en el pasillo y gritó:–¡Mamá!Missie corrió a la puerta y cuando la mujer salió se adentró en el apartamento, no les pasaría lo misma de la vez anterior.–¿Qué sucede, ¿Quién es usted? –le dijo la
“Ella es la mujer que amo”Juanne y Missie acompañados de Helen y el niño llegaron al rancho. Era una emoción, ya casi olvidada para mamá Tulia, Eva y los demás trabajadores del rancho, la presencia de un chiquillo revoloteando por la casa grande y todo el rancho.Missie seguía con sus tareas diarias. Se fue muy temprano a continuar con el laboratorio dentro de la misma alcaldía de la región.Juanne andaba con su hermano de la mano enseñándole todos los alrededores de la casa y del rancho.–¡Joan! ¡Joan! –gritaba Lorain detrás del chiquillo que correteaba.Missie llegó temprano de su laboratorio en construcción y se encontró con aquél remolino en la entrada de la casa. Lo atajó y lo levantó en sus brazos.–¡Hermana, hermana! ¡Ya llegó mi novia! –gritaba agitado mientras Missie lo volvía a colocar en el piso.Todos los trabajadores que estaban cerca rieron junto a Lorain y Missie.Juanne venía del hosp