Ya había llegado el día, y haci cómo lo dijeron las chicas, la mansión estaba totalmente sola y se podía escuchar el zumbido de una mosca gracias al silencio.Oliver no había vuelto todavía, o no que ella sepa, los señores Beker en la mañana le habían ordenado no hacer ruido y que se mantuviera en su habitación y desde ese momento no los había vuelto a ver o escuchar.Se levantó de la cama y se acercó a la pequeña ventana en la esquina de su habitación, la cual está enrejada, se asomo por las pequeñas hendiduras y observo el patio vacío y oscuro.Siendo la luna la única que alumbra el lugar con su escasa luz.Arrastrando con ellas las cadenas, se encerró en el baño, y con un cuchillo que había guardado con anterioridad, empezó a tratar de quitárselas.Se sentó en la tasa del inodoro y levantó su pie, posicionándolo en su muslo izquierdo, para empezar a quitar el seguro del candado.Le llevo varios minutos poder quitar el seguro, tanto así que estuvo apunto de rendirse, y cuando lo iba
Santiago se acercó a ella a paso lento, sin borrar en ningún momento esa sonrisa burlona que le adorna los labios.Renne tembló en su interior, pero a pesar de eso levantó su barbilla y adoptó una posición que la hacía ver segura.Miró disimuladamente a su alrededor, y solo pudo observar los hombres y carros de Santiago.Estaba atrapada.Y eso le aterraba.Volvió su vista al frente, y observo a Santiago, el cual estaba a unos pocos pasos de ella.—Pequeña Renne, pensabas que podrías escapar de mi tan fácilmente, ja.Renne no respondió, después de todo, si pensaba que podría escapar.Su corazón se oprime al caer de golpe a la realidad.—Fue muy divertido ver cómo te escabullias por la mansión para poder salir, debo decir que por un momento casi, pero casi lo logras—se burlo descaradamente, mientras empezó a caminar a su alrededor.Renne siguió callada, por primera vez no sabía que decir, y tampoco como actuar.—Tambien debo admitir, que no espere que tuvieras las agallas de escapar, me
Ya había pasado aproximadamente tres horas desde que se fue Santiago un poco desconcertado por la actitud de Renne.¡Y es que, quien en su sano juicio, se reía de su desgracia!Durante todo este tiempo ella a estado en esa habitación oscura y maloliente, con la espalda al descubierto y las Miles de heridas que la adornan.Durante todo este tiempo, se la paso reflexionando sobre su vida, sus padres y todas las veces que estos le habían dicho que no saliera sin sus guardaespaldas.Pero ella de terca les desobedeció y mírenla dónde fue a parar.¡Que irónico!.Aquí estaba ella, con la sangre seca en su espalda, la cual ya empezaba a darle comezón, sus muñecas ya ni las sentía, su cabeza duele a horrores, sus labios están partidos por las tantas veces que se los mordió para no dejar salir ningún sonido de ellos, los cuales también hay sangre seca, su mente lucha cada segundo por mantenerla consiente pero es algo que se le está haciendo imposible.No entiende en que momento paso de estar re
Ya habían pasado dos días desde que intenté escapar, las heridas aun estaban frescas y dolían como el mismísimo infierno, durante todo este tiempo no había salido de la habitación y Oliver no había vuelto a la mansión, o eso fue lo que me dijeron las chicas.Ayer había venido un doctor a revisar mis heridas, me unto una pomada y me dió a tomar un relajante muscular, el cual me puso a dormir por un par de horas.Las heridas profundas, las cuales fueron tres, el les cogió puntos y las demás, las desinfecto.En este momento, me encuentro boca abajo, con la espalda descubierta, sucumbiendo al sueño.A Santiago no lo había visto desde ese día, y las chicas salieron de la habitación, hace unos minutos, en busca de mi cena.Quería llorar de impotencia en ese momento, pero me repetía una y otra vez, que no podía sucumbir a ese deseo.La puerta fue abierta, y pasos se empezaron a escuchar, no podía ver quién era, pero supuse que era alguna de las chicas.Me senté con dificultad,dándole la espa
Llegué a casa en busca de un poco de paz y tranquilidad y lo primero que encuentro es una casa desolada y a la chiquilla que me pusieron como prometida, golpeada y con unas severas heridas en la espalda.Cuando llegue un impulso me terminó llevando hacia la habitación de Renne, ya teniendo en mis manos las invitaciones para la subasta a la cual pensaba invitarla, ahí aprovecharía y le diría.Pero lo primero que me encuentro cuando entro en la habitación, es a una Renne, con múltiples heridas en su espalda, acostada en la cama y sin nada en la parte superior.Cuando ella se volvió y me observo con esos ojitos de siervo asustado, una irá descomunal empezó a formarse en mi interior.Por un momento mi vista se fue hacia sus pechos, es de admitir que son muy lindos de echo. ¡Pero ese no es el punto, c*rajo!Ella se cubrió rápidamente cuando cayó en cuenta de quién estaba al frente de ella y que mi vista estaba ahí.—¿Quien te hizo eso?—la pregunta salió por si sola de mis labios, cargadas
El silencio reinaba en la habitación, solo escuchándose sus respiraciones algo aceleradas por su repentino llanto.Desde que llegó a ese lugar jamás había llorado, jamás había permitido que la vieran de esa forma, de alguna manera y otra pensaba que la hacía ver débil.Pero saber que todo pronto terminará, que se podrá reunir con su familia y que dejara de sentir su pecho oprimirse cada día más que pasa en ese lugar, hizo que todas la emociones que reprimió por un año salieran hoy a la luz.Ahí, atrapada en los brazos de su amado, se permitió ser débil, se permitió romperse y bajar todas su barreras y el lloro con ella, después de todo, posiblemente sería la última vez que podrían verse en años.Durante todo este tiempo sus demonios y más grandes temores estuvieron bajo llave, pero ella sabe que luego de salir de allí, todas sus defensas se eliminarán y el peso del año entero que estuvo secuestrada le caerá.El hombre a su lado, a sido el único que la a mantenido cuerda durante todo e
Los copos de nieve caían en una danza suave y hermosa, pintando así, las calles, las casas y las copas de los árboles de un blanco hermosamente llamativo. La noche ya había hecho acto de presencia, al igual que la luna, la cual brilla con luz propia, iluminando todo a su pasó. Sus pasos son lentos pero concisos, mientras sus ojos bicolores, (uno de un gris casi transparente y el otro de un azul cielo, tienen un brillo excepcional), su cabello rojizo se mueve de un lado a otro junto con la suave brisa, y el cual tiene un hermoso contraste con su pálida piel. Sus orejas yacían rojizas por el frio, mientras sus oidos se deleitan con la bella melodía de la canción “tengo ganas”—de Andrés cepeda, el recuerdo de su padre llegó repentinamente, recordó cuando ese hombre que ella ama con tanto fervor, se la dedico a su madre el año pasado cuando cumplieron su veinteavo aniversario , ese simple recuerdo hizo que una genuina sonrisa se pintara en sus delgados labios, la cual no dura mucho al
Sus ojos los sentía pesados al igual que su cuerpo, estuvo durante varios minutos tratando de abrir sus ojos, y cuando lo logro, lo primero y lo único que la recibió fue la oscuridad del lugar.Y como si fuera un balde de agua, los recuerdos le llegaron de manera tormentosa, trato de levantarse dónde estaba, y en ese momento cayó en cuenta de que sus muñecas y tobillos estaban amarrados a una silla.El miedo y la incertidumbre, llegaron a ella como cascada, sus ojos divagan por todo el lugar en un vano intento de descubrir dónde estaba y como podría salir de ahí.Escuchó pasos firmes y fuertes fuera de la habitación, y después escuchó como abrían la puerta, la cual soltó un chirrido ensordecedor, trayendo con sigo una luz segadora, la cual obligo a cerrar los ojos, para luego abrirlos lentamente para acostumbrase a ella.Cuando logro acostumbrase a la luz, pudo identificar con más detalles la habitación donde estaba, es un cuarto pequeño vacío y sin ventanas, estando ella en el centro