Autora AdrianitaMD~

.[Danison]

Solo dos días para la magnífica graduación, tenía alistando mi cabello nuevamente bregando a qué este bien peinado, iría justamente rápido. Estefany ayer solo dejo ese mensaje y no se conecto más.

Debe tener el celular apunto de explotar por los tantos mensajes que le envié, tocaron mi puerta y no tardó en presenciarse la voz de Mateo. Mi hermano es mayor que yo solo que reprobó un año por eso está en el mismo año que yo. Tiene 20 años, es alto, ojos marrones cabello oscuro cejas del mismo color, sencillo a veces bromista.

—¡Hey Danison! ¡No estaré aquí gritándote cómo loco sal ya!—Hablo con la voz alzada como todas las mañanas, no pude terminar de acomodar mi pelo así que me mire una última vez al espejo.

No me veo mal, me fui apresurada a la puerta. Mateo ya estaba yéndose a la bajada, lo tuve que seguir.

—Espérame no soy un corre caminó—Reclame un poco molesta.

—No es mi culpa que cierta personita se desvele anoche—Recalco cómo si vigilará mi habitación, o supiera que no duermo temprano.

—No me desvelé tanto, estaba viendo unas cosas, me distraje y dormí tarde—Me defendí, Mateo soltó una risa sarcástica.

—Cuéntame más mentiras.

Cuando llegamos a la sala, corrí apresurada estaba lista para darle un empujón, Mateo corrió. Ya no me importa irme sin saludar a la familia Dior, lo perseguí. Deje a mis piernas por fin correr a velocidad aun que mis pies empezaban a doler.

Me golpeé la cara en el pecho de alguien, detuve mis piernas, el aroma era ese de todos los días, los trajes que llevaba casi a diario me dejaron atónita me congelé.

—Hazme al favor de apartarte—Reclamo, nada más que Axthon. Coloco su mano en mi frente y me aparto de el.

Le mire molesta por su manera de apartar me dolió un poco la cabeza, y tenía vergüenza

¡Que tal si Estefany le había dicho que me acompañe al bailé ¡. No quería verle a los ojos y tuve que hacerlo, me llegó el recuerdo de no olvidar saludarlo.

—¡Buen día Axthon Dior!—Dije casi gritando—El se relamió los labios, parpadeo lentamente y posó su bella mirada en mi persona, estaba por dejar caer mis babas al suelo.

—Es un gusto recibir su saludo señorita Danison, espero y tenga un excelente día.—dijo audaz, yo estaba nerviosa, por cometer una estupidez. El me miró una vez más y yo dirigí mi vista a la salida.

No salió una sola palabra más de su boca, el se fue, por fin pude tranquilizar mi corazón, seguí con mi camino. ¡Por Dios por qué tiene que pasarme esto!..

Mi mente se hizo escenarios, otra vez creyendo que yo caería en sus brazos y el me sostendría, llegué dónde papá y Mateo que me miraba curioso.

—¿Qué?—Le pregunté incrédula.

—Casi te desmayas con el patético de Axthon—Bromeo, algo que no me pareció divertido.

—No tienes por qué saludarlo por obligación o hacerle caso Danison. Ese chico es un arrogante—Escuche decir a papá, pero preferí ignorarlo.

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Estábamos en clase de educación física, jugando al béisbol, no soy buena en esto. Recibí unos cuantos pelotazos en la cara y risas.

—¡RAYOS DANISON!—Reclamo el profesor—Tienes que atrapar la m*****a pelota con la mano no con la cara.

—Eso intento hacer—Quise alzar la voz pero no, aquí venía otra vez la pelota y está vez la lanzaba Peninton con gusto la atraparía.

Venía como una bola de fuego no deje de mirarla y cuando estaba tan cerca mi mano se levantó la atraparía en este momento, pequeña pelota no me golpearas la cara y menos si lo lanza Peninton.

—¡Uuhh!...—Murmuro casi la mayoría que estaba en el campo de golf.

Me había golpeado la cara por suerte tenía casco, mire a Paninton me dedico una risa malévola. Tuve que contener mis ganas de ir allá y jalar ese pelo rubio.

Los chicos me miraron con pena, pero no me dirían nada. Por qué claro, no soy una chica guapa. Terminamos el juego y fuimos a lavarnos la cara, me mire al espejo tenía la piel roja en las mejillas ¿Por el golpe?

—Por poco y te quedas sin cara—Musito Estefany.

—Fue un milagro no perder el rostro.—Tome una crema y me la puse en la piel de mis mejillas, sobe suavemente.

—Nunca le hable a tu Adonis, quería ver la cara que pondrías hoy.—Comento Estefany y al finalizar de hablar soltó una carcajada.

—Por poco y robaba tu celular—Bromeé.

—¿No planeas salir a conocer un chico?.

—Ya te dije que no, ¿Quién querría salir conmigo?.

Estefany me miro apenada y tomo mis mejillas entre sus manos.

—Chica, chica—Repitió dos veces—Si no quieres salir con otro chico que no sea Axthon, intenta invitarlo.—Lleve la mirada al suelo, esto sería difícil además Axthon por Dios nunca quisiera salir conmigo.

—¿Para que?, Quizás lleve a su noviecita.—Estefany soltó mis mejillas.

—Mírame—Hice caso a su petición, mire a sus ojos verdes—Estarás sentada sola, nadie se acercará a ti, tienes una mente negativa que no te deja salir del bloqueé crees que todo puede salir mal. ¡Danison por amor a mi virgen! ¡Haz un intento!

—¡No!—me negué rotundamente, no quería continuar hablando, salí del baño dejando a Estefany, no me importaba que se moleste conmigo.

Llegué al salón, Paninton estaba sentada en su pupitre recibiendo la atención de los chicos que babeaban por ella. Pase por allí, me haría la sorda, ciega y muda si volvía a burlarse.

—Danison ¿Conseguiste?... Te tenía un pretendiente.—Por curiosidad la mire, y me arrepentí de haberlo hecho a su lado apuntaba a un chico con lentes y muchos granos en la cara sonriendo como un pedófilo pederasta.

La ignore pero me apene por el chico, el no tenía la culpa de verse así, cómo odio a las personas como Peninton que se burlan de quienes no poseen belleza.

Las risas en mi curso no pararon y las bromas siguieron. A final de clase me fui triste, Mateo me acompañó a la salida.

—Danison, dile a papá que no iré hoy a casa. Estaré jugando con unos amigos, saluda a los Dior de mi parte.

—Como quieras.—Respondí sin humor.

Papá vino por mi, le conté sobre Mateo el permitió que salga, mientras papá me hablaba de su trabajo yo no podía quitarme de la cabeza quien podría salir conmigo… Toda la ida a la mansión papá no dejo de hablar y cuando llegamos me despedí de el fingiendo estar de humor y haberlo escuchado.

Entre adentro, no estaba nadie por aquí solo los empleados acomodando unas cosas. Subí las escaleras despacio sin dejar de ver mis pies. Mis lágrimas no dudaron en presentarse se deslizaron suavemente por mis mejillas.

Llegué justo a mi cuarto, antes de abrir la puerta me eche a llorar de verdad ¿Por qué no tenía solo una suerte?.. ¿Por qué no podía ser bella como ellas? ¿Por qué tenía que tener este aspecto lleno de inseguridades?...

Apoye mi frente a la puerta con los ojos cerrados, quería gritar sacar este sentimiento de rencor que estaba carcomiendo mi corazón cada parte de mi felicidad convirtiendo en negras sensaciones.

—¿Danison?—Escuche decir a alguien detrás de mí, olvidé que seguía afuera sin entrar a la habitación. Mire a Hanna ella se veía preocupada —¿Te encuentras bien?.

—Si, lo estoy… solo que me fue mal hoy.—Mentí—No es nada ya se me pasará.

—Danison, ya dime, conmigo puedes contar para lo que sea, ¿Mi hermano te molesto de nuevo?.

—No..—negue suavemente—Viene mi graduación y no tendré pareja de baile, mi padre estará trabajando ese día y Mateo ya tiene con quién bailar.—Tuve que contarle la verdad, Hanna se acercó a mi y acaricio mi cabello.

—Cariño eres tan linda, no entiendo por qué alguien se negaría a salir contigo.

—No soy como tú, tampoco una chica hermosa, simplemente una chica llena de defectos.

—Danison, ya no digas más…—Hanna me abrazo, sentía su calor. Necesitaba este abrazo que calmo mi mente, me relaje en total.—Yo te ayudaré a relumbrar en esa fiesta y ¡Claro que tendrás una pareja de baile!.

Se alejo, inspecciono con sus ojos mi vestimenta.

—¿Sabes quién será tu pareja de baile?.

—No, no tengo idea—mencione triste.

—Mi hermano.—Por favor no el…—Axthon estos días estará libre el te va acompañar.

Quería buscar un pretexto para que no siga, pero justo aparece el, Axthon... ¡La vida me odia!. Como pude intenté irme a mi habitación pero la voz de Hanna me detuvo.

—Espera, hablaremos con el.—Mire hacia arriba.

—Dios no me abandones…—Murmure suplicante.

—¡Axthon ven un momento!—apreté los labios muy fuerte.

Axthon ya venía, mi corazón se aceleró. El tenía la mano metida a su bolsillo izquierdo caminando seguro de sí mismo. No quería mentir, pero yo era el queso que se derretía en el sartén.

—Danison necesita pareja de baile como tú tendrás libre entonces debes acompañarla yo la arreglaré muy bien, no te preocupes me encargaré de tu noviecita.

Mire a Axthon que parecía recibir un balde de agua fría por lo que dijo su hermana. Tragame tierra, tragame tierra. ¡Estoy por morir!... Se que te vas a negar. No vas a salir conmigo, por Dios quien querrá salir conmigo.

Ya espera a mi corazón partirse en dos, me largaria a tener un mar de llantos en mi habitación.

—¿Estás de acuerdo Danison?—Preguntó el, no sabía que decir ¿Si o no? ¿Si o no? ¿Si o no?...

—¿Si?..—balbucee

—Dime cuando será tu fiesta.—Prosiguió hablando.

—E-este día al otro.—dije tímida… espero no sea muy notorio.

—Quedamos de acuerdo, estaré esperándote ese día.—Finalizo, casi pude notar que se le estaba por formar una sonrisa pero claro solo me estaba imaginando.

Axthon se retiró, el siempre se va, cómo quisiera que nunca se vaya de mi lado.. su silueta se perdió.

—Observas mucho a mi hermano—Cuestiono Hanna..

—No para nada.—Me excusé haciendo un gesto divertido—¡Puff.!. no, tu hermano no, además tiene novia.

Hanna no pareció creerme. Me tomo del brazo y me llevo con ella.

—Vamos a arreglarte Danison, en esa fiesta tienes que relumbrar y yo seré tu diseñadora.

—Pues vamos.—Aliente emocionada.

Estoy tan feliz… por fin podía creer que Axthon si saldría conmigo. El pequeño animalito dentro de mi estaba bailando de emoción y es lo que yo quería hacer.

Quería disfrutar toda la noche en ese baile.

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Hanna Dior, 24 años. Carismática, linda y tierna. tiene un novio que está en Italia.