Capítulo 051

Apenas tocó la cama, Natalia se quedó profundamente dormida.

El sueño la reclamó con premura y se la pasó las siguientes horas soñando.

Los sueños eran variados, ninguno igual que el otro.

Se veía a sí misma corriendo por un gran prado, seguida de sus hijos. Las flores, los pájaros, todo era simplemente hermoso. Risas y aplausos resonaban en el lugar. Pero de pronto, el escenario cambió y se encontró a sí misma sentada en un tribunal.

Natalia se removió en el banquillo de los acusados, mientras escuchaba una sarta de mentiras.

“¡Mala madre!”, parecían gritarle todos.

—No, no soy una mala madre —trató de defenderse con vehemencia, pero su voz salió estrangulada. Las palabras no fluían y el jurado seguía acusando y señalando en su dirección.

Natalia se desesperó.

Necesitaba que la oyeran, necesitaba que entendieran que no era lo que ellos estaban suponiendo, que amaba a sus hijos más que a nada en el mundo y que no permitiría que se los arrebataran. Eran suyos. Los amaba.

De repe
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