Apenas termino de enviar mi solicitud, me llega un mensaje diciéndome que tengo que asistir mañana a las ocho de la mañana a la clínica "San Rosetta" para que me hagan una serie de análisis y que también tienen que asegurarse de que haya dicho la verdad con respecto a mi virginidad; obviamente no creerían que yo lo fuera, digo... tengo veintitrés años. Me quedo pensando por unos instantes y recuerdo que esa clínica es demasiado cara, antes de sacar conclusiones, decido seguir leyendo el mensaje. Más abajo dice que los gastos están pagados y que con el número de acceso, que se encuentra más abajo del mensaje, podré pasar, sin rellenar solicitudes ni preguntas. Estando más tranquila con esta última información, bloqueo mi teléfono y lo tiro sobre la cama, al igual que yo me arrojo sobre mi cama bocarriba, mirando el techo como si fuera la cosa más fascinante del mundo. A la mañana siguiente me despierto muy temprano y me arreglo, creyendo que me estoy escabullendo de mis padres, me encu
Me enseña a cómo arreglar mi cabello de forma sencilla, pero sin dejar de ser sensual, también me enseña a como maquillarme de colores cálidos y elegantes, luego me da algunos tips de como tomarme la foto. —Por cierto, no sé si ya lo leíste, pero, si varios te buscan, se va a hacer una subasta, espero que al menos te toque uno guapo. —Espero…. Al notar mi inquietud, ella me abraza con fuerza y me dice que lo estoy haciendo para ayudar a mi familia, que no puedo botar a la basura todo lo que he estudiado y nos hemos esforzado todos en mi familia para que yo llegue hasta donde estoy, que nos tocó la mala suerte de llegar a este punto, pero que solo es una etapa pasajera y que retomaremos nuestras vidas cuando salgamos de todas las deudas. Sus palabras me llegan al corazón, asiento con la cabeza y le dedico una enorme sonrisa, me siento más animada. Marian se queda conmigo hasta que la noche cae, después de cenar ella se fue a su bloque de departamentos, afortunadamente queda cerca de
Antes de que pueda husmear en las pestañas, una repentina conversación me salta, haciendo que me dé un pequeño susto, en la conversación se encuentra un archivo que lleva por título “Contrato”, no pierdo tiempo en abrirlo y empiezo a leerlo. Uno de los puntos importantes es que, no puedo tener novio ni tener relaciones con absolutamente nadie, también me debo someter a un tratamiento de anticonceptivos, que, si se entera que he roto estos acuerdos, el trato se cancela y me va a demandar por incumplimiento de contrato, que mi pago se realizará cada fin de mes, que será un numero de ocho cifras y que además me enviará cosas que querrá que use en nuestros encuentros y que debo estar disponible 24/7. Bajo más y veo que el contrató estará vigente por cinco años y que él es el único que puede romper el contrato, pero que va a darme una buena compensación. Termino de leer el contrato y me pide una firma electrónica, sin más remedio, firmo el contrato y lo reenvió. La conversación se cierra
Coloco mi teléfono en posición en que pueda verme y en donde puedo leer lo que me pone. Su primera orden es que acaricie mi vagina por encima de mi ropa interior, cierro un momento los ojos y en eso me llega un mensaje, diciéndome que quiere que vea todo lo que hago. ¡Qué hombre tan pervertido! pero no me sorprende, para eso ha pagado por mis servicios, Dios mío... me estoy muriendo de la vergüenza. Suavemente doy masajes sobre mi intimidad, evitando cerrar los ojos, poco a poco mi ropa interior se va mojando cada vez que paso mis dedos, antes de seguir, me llega otro mensaje, diciéndome que me imagine a la persona que me atrae, cuando leo eso, la persona que se me viene a la mente es el señor Baker, sé que es una tontería que me acuerde de él, pero se me hace tan atractivo e irresistible... que no puedo evitarlo. Teniéndolo a él en mente, empiezo a tocarme otra vez, susurrando levemente su nombre. Pasa una ligera brisa y el aire que pasa por mi entrepierna hace que me estremezca y un
—Un mensaje— Susurro mientras lo abro. “Mañana en la noche hay una fiesta, tengo todo preparado para ti, saliendo de clases te esperará una limusina para llevarte a tu departamento” Tengo dos preguntas en este momento ¿Qué clase de fiesta será? Y ¿¡Qué departamento?! El único que tengo es donde vivo con mis padres, esto se está empezando a poner raro para mí, ojalá que no me pida que me vaya a vivir ahí, porque tendría que responder a un extenso interrogatorio de mis padres, aunque claro, sería la oportunidad perfecta de irme de aquí y tengo la excusa perfecta, no me gusta mentirles a mis padres, suficiente tengo con mi tercer trabajo, pero prefiero esto a tener que ver como siguen tratando como un niño a mi hermano y él muy imbécil se comporta como uno. Les diré que me iré a vivir a la universidad. Durante mi primera clase casi no me puedo concentrar, de hecho, desde la mañana estoy demasiado distraída, ni siquiera pude desayunar por lo mal que me sentía al haber tomado esa decisió
—Creí que se lo había comentado— Niega suavemente con la cabeza y resopla ligeramente. —Me dijo que esté departamento es suyo y que él se encargará de los gastos, también me dijo que, a partir de ahora, seré su chofer. —¡No hace falta! — Exclamo asustada. —Puedo moverme por transportes públicos, no me molesta. —Si lo que le preocupa es la limusina, puedo cambiar de transporte, solo tiene que decírmelo. —Pues le he dicho que puedo moverme por transporte público— Le reprocho entre dientes. —De verdad, no hace falta tanta atención. —Señorita, no sé qué relación tenga con el señor, pero sus órdenes fueron claras y no puedo desobedecer. —¿Qué se supone que haga contigo como chofer? Llevo una vida sencilla, mis padres no saben nada de esto— Resoplo con fuerza, con mi mano izquierda libre, la paso por mi cabello repetidas veces, desesperada por la situación. —¡Nadie sabe nada! Bueno, mi amiga... ¡Pero nadie más! Me siento como una loca desquiciada gritándole a la nada, resoplando y gruñ
—Exacto y dejame decirte que su perfil todavía no está aprobado, solo te lo envié para que pudieras deleitarte con la foto y tranquilo, pasó todas las pruebas, en un rato haré público su perfil— Se queda callado por unos instantes, como si dudara en decirme algo. —Mira, sé que te mueres por comerle el coño, así que te lo diré de una vez, la chica es virgen y apenas lo vean, van a pujar por ella, así que sé el primero, trataré de darte una mano.—¿De verdad es virgen? — La sorpresa es tan grande que no he podido evitar preguntar.—Sí y tengo un documento que lo avala, tu novia es virgen, así que imaginate cómo van a caerle los interesados.—Muy bien, mantenme informado y gracias.—De nada Derek, sabes que siempre estoy para ayudarte.Termino mi llamada y me vuelvo a tumbar sobre el sillón, pero he decidido apagar el televisor, por mi mente todavía ronda la imagen de Tris, su rostro sonrojado y esa expresión tímida... mierda, mierda, esa mujer logra sacarme de mi tranquilidad.Bajo un p
—Bien, nos vemos luego.Cuelgo la llamada y me voy a dar una ducha, necesito despejar mi mente y tranquilizarme. Desde que Astrid llegó a mi vida, tengo que darme varias duchas frías, de forma directa o indirecta, logra alterarme, detesto la idea de que alguien más la toque y sea el primero en su vida, que ocupe su tiempo y sus pensamientos.El día de mi viaje llegó demasiado rápido o al menos así lo siento, últimamente he notado a Astrid más tímida de lo normal, en especial cuando está cerca de mí ¿Sera que le atraigo? Sé que tengo el ego demasiado alto y para ser honesto, se me haría absurdo que no le atraiga a Williams, pero tampoco conozco sus gustos.Estando tan lejos de ella se me hace un martirio ¿Quién diría que sus pláticas vanales y sus desvaríos fueran demasiado entretenidos? Estando en el hotel, abro la aplicación de Rayan y veo que mi chica está conectada, al parecer espera mi llamada, una pequeña sonrisa se dibuja en mis labios, así que decido hacerle una llamada.Cuando