—Bien, nos vemos luego.Cuelgo la llamada y me voy a dar una ducha, necesito despejar mi mente y tranquilizarme. Desde que Astrid llegó a mi vida, tengo que darme varias duchas frías, de forma directa o indirecta, logra alterarme, detesto la idea de que alguien más la toque y sea el primero en su vida, que ocupe su tiempo y sus pensamientos.El día de mi viaje llegó demasiado rápido o al menos así lo siento, últimamente he notado a Astrid más tímida de lo normal, en especial cuando está cerca de mí ¿Sera que le atraigo? Sé que tengo el ego demasiado alto y para ser honesto, se me haría absurdo que no le atraiga a Williams, pero tampoco conozco sus gustos.Estando tan lejos de ella se me hace un martirio ¿Quién diría que sus pláticas vanales y sus desvaríos fueran demasiado entretenidos? Estando en el hotel, abro la aplicación de Rayan y veo que mi chica está conectada, al parecer espera mi llamada, una pequeña sonrisa se dibuja en mis labios, así que decido hacerle una llamada.Cuando
Recuerdo por unos momentos la primera vez que me llamó Mónica, me enoja que quiera venir a mi vida otra vez y fingir que nada ha pasado, sé que lo ocurrido es agua pasada, pero eso no significa que deba olvidar lo que hizo, no la odio, simplemente no la toleralo, en especial porque quiere seguir usando la falsa mascara de niña buena que no rompe ni un plato.Una vez que termino de bañarme, me arreglo para ir a la cama y tener una buena noche, estoy demasiado relajado y listo para la fiesta de mañana, pero decido no pensar en ello, no quiero ponerme inquieto. Apenas veo en mis sueños el rostro de Astrid, enseguida busco otra cosa en mi mente para distraerme... parece ser que esta noche va a ser más difícil de lo que pensaba.Estando en mi oficina, reviso los documentos que dejó Williams para mí, lo único que se escucha en mi despacho es el constante golpeteo del teclado, luego, la puerta de mi oficina se abre y escucho unos tacones acercarse a mí, luego siento unas manos en mis piernas
Voy a mi cuarto y veo que hay tres cajas sobre mi cama, me acerco a ella y abro una por una con cuidado. Como era de esperar, mi traje es excelente, echo a medida y como me gustan, al igual que los zapatos y la máscara veneciana, me sobo mi hombro derecho y me voy al baño a darme una ducha. Estando listo, salgo de mi casa y conduzco hasta el lugar donde será la fiesta, por obvias razones, decidí usar otro de mis autos para no levantar sospechas en Astrid, mientras manejo, siento como las ansias van creciendo cada vez más dentro de mí y recordar el vestido que elegí para ella junto con su lencería, me están volviendo loco. Llego hasta la finca de mi amigo y un valet parking estaciona mi auto, camino hacia la entrada y soy recibido por nuestro anfitrión, que al verme me saluda con excesiva amabilidad; me gusta mi apellido, me siento orgulloso de él, no solo por el poder y el miedo que infunde, sino también porque representa todo el esfuerzo que le dio mi padre para sacar adelante a su
Astrid.Una vez que estoy arreglada, me avisa la sirvienta que mi chofer está abajo esperándome, antes de bajar, me miro al espejo, me siento rara usando esta mascara, pero la nota decía que eran las reglas del evento. Me recuerdan mucho a las que usaban en los bailes de hace muchos siglos atrás.Mi vestido es algo ajustado para mi gusto y la ropa interior.... no me siento cómoda usando una tanga por mucho tiempo, ya que solo las uso para las video llamadas y luego me las quito, pero ahora la tengo que usar en una fiesta que, a saber Dios hasta que hora va a terminar ¡Pero es parte del contrato! Tengo que usar lo que mi amo diga.Estando en el auto, miro mi teléfono y veo que tengo un mensaje de mi amiga, me ha enviado una foto suya, mostrándome cómo va a ir vestida, así que decido mandarle una yo también para poder encontrarnos en el lugar, si es que no encuentro a mi amo, al menos podré pasar el rato con mi mejor amiga; ¿Por qué no fue ella mi hermana? Me llevo mejor con ella que co
Miro a mi alrededor y noto que no somos las únicas que han tenido esa idea, ya que, los presentes se empiezan a mover por la sala, casi escondiéndose en los lugares más alejados. Yo he encontrado una esquina perfecta, cerca de ahí hay un enorme pilar de mármol blanco, decido esconderme detrás de él.Mi corazón late con demasiada fuerza, al punto que puedo escucharlo, no paro de jugar con mis dedos de forma nerviosa, tomo ligeras y pequeñas bocanadas de aire, dejándolas salir con suavidad, por más que trato de tranquilizarme no puedo. Cierro los ojos por unos instantes y dejo caer los hombros, por mi mente pasa la imagen del señor Baker, desearía que fuera él mi amo, al menos a él le conozco de vista.Siento como unas enormes manos se posan sobre mis hombros, haciendo que toda mi piel se erice y tragar saliva sea una tarea imposible, estoy con los nervios a flor de piel y mi mente es un caos. No me atrevo a mirarlo, estoy demasiado nerviosa.—Fue difícil encontrarte— Su voz ronca y mas
La velada pasa como cualquier otra, hay comida, postres y un baile, muchas “parejas” están en la pista, nunca he bailado ese vals clásico, pero parece ser que a mi amo no le gusta ese tipo de cosas, porque no se ha movido ni un poco, así que decido mirar a las personas que bailan, sin dar señales de querer ir.Escucho como la silla de mi derecha es arrastrada y luego una mano aparece enfrente de mí, levanto la mirada y para mi sorpresa, es él, me está invitando a salir; ¡Todo un sueño hecho realidad! En mi graduación de la preparatoria, nadie me sacó a bailar, me quedé sentada y con ganas de bailar el vals clásico, regresé a casa llorando. Entusiasmada, tomo su mano y me levanto.Caminamos hacia la pista de baile y coloca su mano sobre mi cintura de forma firme, acercándome a él con un movimiento algo brusco, luego coloco mi mano sobre su hombro y empezamos a bailar, mirándonos a los ojos, por alguna razón eso ojos azules me son familiares, pero no quiero sacar conclusiones precipitad
Me toma de la mano y me arrastra detrás de él, me siento como una chiquilla que va a hacer una travesura. Me muerdo el labio inferior, cada paso que doy es un martirio ya que tengo mi vagina un poco hinchada de la excitación además de que está demasiado húmeda.Llegamos a su cuarto y veo que busca un interruptor en la pared, lista para recibir el golpe de luz cierro un poco los ojos, pero eso no ocurre, abro mi ojo derecho y veo que la luz que emiten las lámparas es poca, pero lo suficiente para que se pueda distinguir lo que hay en el cuarto.Él camina hacia la cama sentándose en la orilla, yo lo observo por unos instantes y luego me acerco después de quitarme los zapatos de tacón; sin ellos estoy demasiado bajita para él. Igual que en la fiesta, bajo la parte superior de mi vestido y hago a un lado mi brasier, antes de empezar a tocarme, me quita la máscara tirándola a un costado de la cama. Sus manos se posan sobre mis senos y los acaricia suavemente, de momentos mete entre sus ded
Una vez que por fin libera mis muñecas, poso mis manos sobre su pecho y lo araño con algo de fuerza, él se acerca a mí y hace que rodee su cuello con mis brazos al tiempo que me permite bajar mi pierna de su hombro, luego me levanta de la cama y me estampa contra la pared. Aprieta su cuerpo contra el mío, mis senos se restriegan contra su pecho, nuestros cuerpos están empezando a sudar.—Astrid.... que bien se siente— Dice entre jadeos.Hunde sus labios en mi cuello y empezá a pasar su lengua por ella, luego siento como empieza a succionar con fuerza, con la clara intención de dejarme un chupetón bien marcado.—Amo, no deje marcas— Susurro con suavidad.Separa un poco mi cuerpo de la pared y estampa su enorme mano contra mi trasero, seguramente me dejo la marca de su mano. Un gemido se me ha escapado ¿Cómo es que eso me ha excitado? Él se ha dado cuenta de eso y me da otro igual de fuerte.—Eres mía y si quiero dejarte mis marcas lo voy a hacer.Sus labios se posan en mi pecho y empie