Astrid.Una vez que estoy arreglada, me avisa la sirvienta que mi chofer está abajo esperándome, antes de bajar, me miro al espejo, me siento rara usando esta mascara, pero la nota decía que eran las reglas del evento. Me recuerdan mucho a las que usaban en los bailes de hace muchos siglos atrás.Mi vestido es algo ajustado para mi gusto y la ropa interior.... no me siento cómoda usando una tanga por mucho tiempo, ya que solo las uso para las video llamadas y luego me las quito, pero ahora la tengo que usar en una fiesta que, a saber Dios hasta que hora va a terminar ¡Pero es parte del contrato! Tengo que usar lo que mi amo diga.Estando en el auto, miro mi teléfono y veo que tengo un mensaje de mi amiga, me ha enviado una foto suya, mostrándome cómo va a ir vestida, así que decido mandarle una yo también para poder encontrarnos en el lugar, si es que no encuentro a mi amo, al menos podré pasar el rato con mi mejor amiga; ¿Por qué no fue ella mi hermana? Me llevo mejor con ella que co
Miro a mi alrededor y noto que no somos las únicas que han tenido esa idea, ya que, los presentes se empiezan a mover por la sala, casi escondiéndose en los lugares más alejados. Yo he encontrado una esquina perfecta, cerca de ahí hay un enorme pilar de mármol blanco, decido esconderme detrás de él.Mi corazón late con demasiada fuerza, al punto que puedo escucharlo, no paro de jugar con mis dedos de forma nerviosa, tomo ligeras y pequeñas bocanadas de aire, dejándolas salir con suavidad, por más que trato de tranquilizarme no puedo. Cierro los ojos por unos instantes y dejo caer los hombros, por mi mente pasa la imagen del señor Baker, desearía que fuera él mi amo, al menos a él le conozco de vista.Siento como unas enormes manos se posan sobre mis hombros, haciendo que toda mi piel se erice y tragar saliva sea una tarea imposible, estoy con los nervios a flor de piel y mi mente es un caos. No me atrevo a mirarlo, estoy demasiado nerviosa.—Fue difícil encontrarte— Su voz ronca y mas
La velada pasa como cualquier otra, hay comida, postres y un baile, muchas “parejas” están en la pista, nunca he bailado ese vals clásico, pero parece ser que a mi amo no le gusta ese tipo de cosas, porque no se ha movido ni un poco, así que decido mirar a las personas que bailan, sin dar señales de querer ir.Escucho como la silla de mi derecha es arrastrada y luego una mano aparece enfrente de mí, levanto la mirada y para mi sorpresa, es él, me está invitando a salir; ¡Todo un sueño hecho realidad! En mi graduación de la preparatoria, nadie me sacó a bailar, me quedé sentada y con ganas de bailar el vals clásico, regresé a casa llorando. Entusiasmada, tomo su mano y me levanto.Caminamos hacia la pista de baile y coloca su mano sobre mi cintura de forma firme, acercándome a él con un movimiento algo brusco, luego coloco mi mano sobre su hombro y empezamos a bailar, mirándonos a los ojos, por alguna razón eso ojos azules me son familiares, pero no quiero sacar conclusiones precipitad
Me toma de la mano y me arrastra detrás de él, me siento como una chiquilla que va a hacer una travesura. Me muerdo el labio inferior, cada paso que doy es un martirio ya que tengo mi vagina un poco hinchada de la excitación además de que está demasiado húmeda.Llegamos a su cuarto y veo que busca un interruptor en la pared, lista para recibir el golpe de luz cierro un poco los ojos, pero eso no ocurre, abro mi ojo derecho y veo que la luz que emiten las lámparas es poca, pero lo suficiente para que se pueda distinguir lo que hay en el cuarto.Él camina hacia la cama sentándose en la orilla, yo lo observo por unos instantes y luego me acerco después de quitarme los zapatos de tacón; sin ellos estoy demasiado bajita para él. Igual que en la fiesta, bajo la parte superior de mi vestido y hago a un lado mi brasier, antes de empezar a tocarme, me quita la máscara tirándola a un costado de la cama. Sus manos se posan sobre mis senos y los acaricia suavemente, de momentos mete entre sus ded
Una vez que por fin libera mis muñecas, poso mis manos sobre su pecho y lo araño con algo de fuerza, él se acerca a mí y hace que rodee su cuello con mis brazos al tiempo que me permite bajar mi pierna de su hombro, luego me levanta de la cama y me estampa contra la pared. Aprieta su cuerpo contra el mío, mis senos se restriegan contra su pecho, nuestros cuerpos están empezando a sudar.—Astrid.... que bien se siente— Dice entre jadeos.Hunde sus labios en mi cuello y empezá a pasar su lengua por ella, luego siento como empieza a succionar con fuerza, con la clara intención de dejarme un chupetón bien marcado.—Amo, no deje marcas— Susurro con suavidad.Separa un poco mi cuerpo de la pared y estampa su enorme mano contra mi trasero, seguramente me dejo la marca de su mano. Un gemido se me ha escapado ¿Cómo es que eso me ha excitado? Él se ha dado cuenta de eso y me da otro igual de fuerte.—Eres mía y si quiero dejarte mis marcas lo voy a hacer.Sus labios se posan en mi pecho y empie
—Señor Baker... esto.... esto no puede ser, usted y yo no debemos tener sexo, no.… definitivamente no.Arquea una ceja, confundido por mis palabras, luego se sienta en su lugar y me acerca a él, pongo mis manos sobre su pecho y deposito pequeños besos sobre él, luego levanto la mirada, ambos acercamos nuestros labios y nos besamos, pero apenas recupero la compostura, me alejo de él.—Lo digo enserio señor Baker, usted es mi jefe y no puedo ni debo tener sexo con usted, no.… eso está mal, no es ético hablando laboralmente.—Entonces renuncia, dejar el trabajo no te va a afectar en nada y no te sentirás culpable cada vez que te folle— Se acerca más a mí, luego hace que me siente a horcajadas sobre él. —Pero imagino que tus padres descubrirán que no tienes trabajo y que has estado saliendo de casa a altas horas de la noche, a no ser que decidas irte a vivir al departamento que te di, de lo contrario, tendrías que responder a muchas preguntas.—¿Por qué, señor Baker? ¿Por qué me eligió a
—Descansa, mañana te llevaré a tu casa.—Gracias— Bostezo levemente. —He pensado en mudarme.—Me parece bien, quiero escucharte gemir como ahorita cuando hagamos video llamadas— Ríe levemente. —Imagino que tiene mucho que ver con lo ocurrido con tu hermano.Levanto la mirada, los ojos se me quieren cerrar, pero trato de mantenerlos abiertos por un rato más, ¿Cómo sabe lo de mi hermano? No recuerdo habérselo dicho o, tal vez sí, pero no lo recuerdo, con todas las preocupaciones que he tenido en la cabeza, apenas tengo tiempo de reaccionar a lo que digo o hago.—Sí, los problemas con mi hermano son insostenibles para mí.—Bueno, es una pena que las cosas estén delicadas, pero no voy a negar que me alegra y mucho.Dejo que el cansancio me gane y me quedo completamente dormida, me sentó muy tranquila sabiendo que estoy con Derek y también me siento segura. Una pequeña sonrisa se dibuja en mis labios.Luego de un rato abro los ojos y me encuentro con que estoy tapada con una sábana y una a
Pasa sus brazos por mi cintura y me acerca más a él; pese a que ya estuvimos juntos anoche, todavía me pone muy nerviosa su cercanía, en especial porque se de lo que es capaz de hacer. Pongo mis manos sobre su pecho y trato de alejarme un poco de él, pero no me lo permite.—Porque... sigue siendo mi jefe, además.... no me siento del todo cómoda diciéndole Derek.Su mano derecha se posa sobre mi espalda mientras que su brazo izquierdo sigue sosteniendo mi cintura con firmeza, lo contemplo por unos instantes y antes de que las cosas se pongan difíciles, rompo el contacto visual.—Derek— Susurro su nombre suavemente. —No, por favor.... tengo que volver a casa.Acerca sus labios a mi oído izquierdo, haciendo a un lado con delicadeza mi cabello, luego siento como su respiración va bajando por mi cuello hasta que por fin siento sus labios posarse sobre mi piel, haciendo que me estremezca un poco.—Sé que tienes que irte, sé que tienes que volver a casa.... pero no puedo evitarlo.Pone una d