Così bella moglie mia, i tuoi gusti mi rendono dipendente, sei diventata la mia ossessione: Tan hermosa mi esposa, tu sabor me hace adicto, te has convertido en mi obsesión.
Sonreí adormilada al sentir a Aaron abrazándome mientras dormía.Alcé mi cabeza deleitándome con su imagen. Realmente ahora no parece ser tan fiero como aparenta y secretamente me encanta. De hecho, todo lo que tenga que ver con él lo hace.Siempre estoy tentada a tocarlo, a querer más de él.Alcé mi mano para trazar su rostro, sin embargo, una oleada de náuseas me golpearon logrando que me detuviera en seco.—Ay no, no ahora…Con cuidado aparté el brazo de mi cintura esperando que Aaron no se despertara y tan rápido como pude después de lograrlo corrí hacia el baño descargando el contenido de mi estómago.—¿Eleri?Aún con la voz adormilada Aaron sonaba dominante.—No vengas aquí, por favor… —susurré componiéndome—. Estoy en el baño, iré en un momento.Tiré de la palanca del baño y rápidamente me lavé la cara y los dientes.Entonces al abrir los ojos desde el espejo lo vi parado detrás de mí.Nuestra distancia es demasiado mínima.Aaron apoya sus manos a cada lado de mi cuerpo sobre e
—¿Eleri? —su voz a través de la bocina me pareció extrañamente preocupada pero creo que lo estoy imaginando—. ¿Pasó algo malo? ¿Estás bien?—Ah, sí. Estoy bien, solo querías que llamaras a Colton y le dijeras que me das permiso para ir al hospital mañana.—¡¿Al hospital?! ¿Te sientes…?—Estoy bien —repetí temblorosa—. No tienes de qué preocuparte. Solo quiero ir a un chequeo ginecólogo, es rutina, nada más.Escuché un silencio ensordecedor del otro lado de la bocina antes de que él volviera a hablar. —Si quieres puedo ir a acompañarte…Un cosquilleo acostumbrado golpeó mi vientre bajo pero yo aparté el pensamiento de que él quería acompañarme como si estuviera preocupado. De ninguna manera lo quería conmigo acompañándome cuando voy a realizarme un examen para saber si estoy embarazada de su hijo.—Ya te dije que es un examen de rutina, a ninguna mujer la acompaña su marido para eso.—Tú no eres cualquier mujer y yo tampoco soy cualquier marido, princesa.Mi corazón saltó tras escucha
—No pude hacerme el chequeo porque la ginecóloga no fue, pero me realicé un examen de sangre, tengo anemia así que tuve que comprarme unas vitaminas.—¿Qué más?—¿Qué más? ¿Qué quieres decir? —le pregunté de vuelta más nerviosa e inquieta.Sus ojos se mantenían fijos sobre los míos intimidándome a un nivel espantoso.—¿Quieres decirme que una simple anemia te tiene perdida? No puedes engañarme, toda esa ropa que compraste tiene un significado.Yo fruncí el ceño ante sus palabras.¿Cómo demonios sabe que me vuelvo compulsiva cuando estoy asustada por algo?Eso era lo único que mi padre me dejaba hacer, mi vía de escape.Pero eso solo lo sabía yo, ¿Cómo es que él lo entiende?—¿Cómo sabes…?—Yo pregunté primero.Me mordí el labio inferior moviéndome incómoda sobre su regazo.—Es que soy un poquito hipocondríaca.Aaron me miró de manera penetrante antes de asentir.—Puedo distraer un poco tu mente.Antes de que yo pudiera hablar, su pulgar recorrió mi cuello suavemente erizandome la piel
Bajé del taxi que mi madre pagó mientras sentía el temblor en mis piernas.Esta sensación no desaparece, está aturdiéndome, volviéndome completamente loca.—Señorita Eleri.La señora de limpieza me miró con verdadera sorpresa antes de dejarme pasar.A duras penas la saludé y ella me guió a donde mi madre me esperaba sentada mirándome con altivez.—Así que has decidido ser sensata y volver. Que sepas que tu primo está muy enojado contigo.Ignoré la retahíla sentándome frente a ella.Viéndola y al mismo tiempo no.Podía escuchar gritos, esos eran mis gritos.Mis sollozos.Esa era yo llamándolo.—¡Aaron!—Necesito respuestas mamá.—¿Respuestas? ¿Es lo único que tienes que decir después de estos meses? No seas ridícula…—¿Qué pasó conmigo después de…. Que abortara?Ella me miró con sorpresa como si no se esperara mi pregunta.—¿No lo recuerdas?Llevé una de mis manos hacia mi boca intentando contener las náuseas y la otra la llevé a mi vientre de manera protectora.¿Cómo había podido hace
DIEZ AÑOS ATRÁS:—Eleri, basta de jugar con Scott, no es tu muñeco —reclamó mi madre entornando los ojos pero yo la ignoré.Apreté a Scott contra mí arrullandolo.Me encantan los bebés.La tía Sandra dice que voy a ser una buena mamá pero yo sé que es una locura.Mi papá no me dejará casar con el hombre de quien me enamore.Nunca permitirá algo así.—Venga cariño, Scott tiene hambre, más tarde jugarás con él.Se lo tiendo a mi tía y me dirijo al jardín ignorando a mi madre diciéndome que me quite las flores del pelo y que madure de una vez, me gusta leer en ese lugar porque siento que se ambienta a las cosas que leo.Miro mi reflejo en el móvil y sonrío al ver que la corona de flores que tenía en la cabeza aún no se marchita.Busco mi aplicación para leer y me sumerjo en el mundo de la literatura ajena a todo lo que me rodea.Ojalá mi padre me comprara libros en físico pero eso nunca pasará, no le gusta que perdiera mi tiempo en leer.—Esto es tan lindo.Sonrío enamorada del personaje
Estoy tan deprimida que no me importa quien viene a verme.Aaron no se ha acercado a mí desde que lo eché pero puedo oír su voz a través de la puerta preguntando por mí.Sé que no debería sentir este dolor en mi pecho.Recuerdo lo frío que ha sido desde el accidente y lo comparo con el Aaron del pasado, a quien no se parece en absoluto. Mi Aaron me amaba. Este hombre no es ni siquiera la sombra de lo que era, aunque yo tampoco lo soy.Ambos hemos cambiado por las circunstancias de la vida. No sé lo que ha pasado con él pero para mí fue un infierno dejarlo.La culpa de abortar recae en mis hombros dolorosamente.Y mis recuerdos del pasado están confusos, sin embargo, no puedo confiar en él ahora, no cuando me ocultó tanto.No cuando me trató como a una extraña cuando años atrás decía que yo era el amor de su vida.—Eleri, te traje tu almuerzo, anoche no cenaste, tampoco quisiste desayunar —me dijo Jessie entrando con una bandeja.Al ver que yo no decía nada se sentó al lado de mi cama
—Quiero que me digas todo lo que te pasó —susurró en mi oído haciéndome estremecer. Empujé con mis manos su pecho y Aaron me dejó ir, pero no demasiado lejos.Pronto tomó mi muñeca con delicadeza guiándome a un sofá donde me hizo sentar clavando la mirada en mí.—A penas recuerdo. No sé si fue el golpe que me di en la cabeza lo que desató todo o…Me quedé callada mordiendo mi labio inferior y Aaron me miró con el ceño fruncido.—¿O qué?—No sé si te dijeron como me golpeé la cabeza —murmuré vacilante.—Me dijeron que salvaste a una niña.—No sé si fue por causa de esa niña, tenías que verla, era tan hermosa. Pero antes de que perdiera el conocimiento me llamó mamá.Él pareció demasiado tenso con mi declaración antes de hablar otra vez.—¿Por eso fuiste a casa de tu madre?—Necesitaba respuestas, pensaba que me estaba volviendo loca y ella sería la única que sería sincera conmigo. —¿Y yo no?Tenía otra vez esa expresión dolida que me irritó.—¿Acaso dijiste algo durante estos meses j
Aaron se detuvo abruptamente.Cada músculo de su cuerpo parecía visiblemente tenso.Evidentemente no se esperaba que yo le pidiera el divorcio.—Eleri… —su tono amenazante brotó.Sin embargo, él no puede intimidarme.Sus ojos me miran oscurecidos, llenos de tanta cólera que me hace estremecer aunque mi expresión se mantenga discreta.—Puedes estar tranquilo, no voy a molestarte más, lamento que tuvieras que hacerte cargo de mí y creyeras que me salvabas. Ahora no estoy en peligro, no con Sage y sé que él me protegerá cuando le cuente todo. —No digas tonterías Eleri, todavía estás conmocionada, tienes que descansar.Él intentó tocarme pero yo di un paso atrás sintiendo como mi corazón latía cada vez más rápido ante su mirada gélida. Jamás habría imaginado que Aaron llegaría a verme de esta manera y ciertamente duele más de lo que quiero admitir.No podía leer la expresión de Aaron pero algo me hace pensar que estoy enojándolo de verdad.—No estoy conmocionada, esto tenía que ocurrir ¿