Papà, vieni!: ¡Papá, ven!
—No pude hacerme el chequeo porque la ginecóloga no fue, pero me realicé un examen de sangre, tengo anemia así que tuve que comprarme unas vitaminas.—¿Qué más?—¿Qué más? ¿Qué quieres decir? —le pregunté de vuelta más nerviosa e inquieta.Sus ojos se mantenían fijos sobre los míos intimidándome a un nivel espantoso.—¿Quieres decirme que una simple anemia te tiene perdida? No puedes engañarme, toda esa ropa que compraste tiene un significado.Yo fruncí el ceño ante sus palabras.¿Cómo demonios sabe que me vuelvo compulsiva cuando estoy asustada por algo?Eso era lo único que mi padre me dejaba hacer, mi vía de escape.Pero eso solo lo sabía yo, ¿Cómo es que él lo entiende?—¿Cómo sabes…?—Yo pregunté primero.Me mordí el labio inferior moviéndome incómoda sobre su regazo.—Es que soy un poquito hipocondríaca.Aaron me miró de manera penetrante antes de asentir.—Puedo distraer un poco tu mente.Antes de que yo pudiera hablar, su pulgar recorrió mi cuello suavemente erizandome la piel
Bajé del taxi que mi madre pagó mientras sentía el temblor en mis piernas.Esta sensación no desaparece, está aturdiéndome, volviéndome completamente loca.—Señorita Eleri.La señora de limpieza me miró con verdadera sorpresa antes de dejarme pasar.A duras penas la saludé y ella me guió a donde mi madre me esperaba sentada mirándome con altivez.—Así que has decidido ser sensata y volver. Que sepas que tu primo está muy enojado contigo.Ignoré la retahíla sentándome frente a ella.Viéndola y al mismo tiempo no.Podía escuchar gritos, esos eran mis gritos.Mis sollozos.Esa era yo llamándolo.—¡Aaron!—Necesito respuestas mamá.—¿Respuestas? ¿Es lo único que tienes que decir después de estos meses? No seas ridícula…—¿Qué pasó conmigo después de…. Que abortara?Ella me miró con sorpresa como si no se esperara mi pregunta.—¿No lo recuerdas?Llevé una de mis manos hacia mi boca intentando contener las náuseas y la otra la llevé a mi vientre de manera protectora.¿Cómo había podido hace
DIEZ AÑOS ATRÁS:—Eleri, basta de jugar con Scott, no es tu muñeco —reclamó mi madre entornando los ojos pero yo la ignoré.Apreté a Scott contra mí arrullandolo.Me encantan los bebés.La tía Sandra dice que voy a ser una buena mamá pero yo sé que es una locura.Mi papá no me dejará casar con el hombre de quien me enamore.Nunca permitirá algo así.—Venga cariño, Scott tiene hambre, más tarde jugarás con él.Se lo tiendo a mi tía y me dirijo al jardín ignorando a mi madre diciéndome que me quite las flores del pelo y que madure de una vez, me gusta leer en ese lugar porque siento que se ambienta a las cosas que leo.Miro mi reflejo en el móvil y sonrío al ver que la corona de flores que tenía en la cabeza aún no se marchita.Busco mi aplicación para leer y me sumerjo en el mundo de la literatura ajena a todo lo que me rodea.Ojalá mi padre me comprara libros en físico pero eso nunca pasará, no le gusta que perdiera mi tiempo en leer.—Esto es tan lindo.Sonrío enamorada del personaje
Estoy tan deprimida que no me importa quien viene a verme.Aaron no se ha acercado a mí desde que lo eché pero puedo oír su voz a través de la puerta preguntando por mí.Sé que no debería sentir este dolor en mi pecho.Recuerdo lo frío que ha sido desde el accidente y lo comparo con el Aaron del pasado, a quien no se parece en absoluto. Mi Aaron me amaba. Este hombre no es ni siquiera la sombra de lo que era, aunque yo tampoco lo soy.Ambos hemos cambiado por las circunstancias de la vida. No sé lo que ha pasado con él pero para mí fue un infierno dejarlo.La culpa de abortar recae en mis hombros dolorosamente.Y mis recuerdos del pasado están confusos, sin embargo, no puedo confiar en él ahora, no cuando me ocultó tanto.No cuando me trató como a una extraña cuando años atrás decía que yo era el amor de su vida.—Eleri, te traje tu almuerzo, anoche no cenaste, tampoco quisiste desayunar —me dijo Jessie entrando con una bandeja.Al ver que yo no decía nada se sentó al lado de mi cama
—Quiero que me digas todo lo que te pasó —susurró en mi oído haciéndome estremecer. Empujé con mis manos su pecho y Aaron me dejó ir, pero no demasiado lejos.Pronto tomó mi muñeca con delicadeza guiándome a un sofá donde me hizo sentar clavando la mirada en mí.—A penas recuerdo. No sé si fue el golpe que me di en la cabeza lo que desató todo o…Me quedé callada mordiendo mi labio inferior y Aaron me miró con el ceño fruncido.—¿O qué?—No sé si te dijeron como me golpeé la cabeza —murmuré vacilante.—Me dijeron que salvaste a una niña.—No sé si fue por causa de esa niña, tenías que verla, era tan hermosa. Pero antes de que perdiera el conocimiento me llamó mamá.Él pareció demasiado tenso con mi declaración antes de hablar otra vez.—¿Por eso fuiste a casa de tu madre?—Necesitaba respuestas, pensaba que me estaba volviendo loca y ella sería la única que sería sincera conmigo. —¿Y yo no?Tenía otra vez esa expresión dolida que me irritó.—¿Acaso dijiste algo durante estos meses j
Aaron se detuvo abruptamente.Cada músculo de su cuerpo parecía visiblemente tenso.Evidentemente no se esperaba que yo le pidiera el divorcio.—Eleri… —su tono amenazante brotó.Sin embargo, él no puede intimidarme.Sus ojos me miran oscurecidos, llenos de tanta cólera que me hace estremecer aunque mi expresión se mantenga discreta.—Puedes estar tranquilo, no voy a molestarte más, lamento que tuvieras que hacerte cargo de mí y creyeras que me salvabas. Ahora no estoy en peligro, no con Sage y sé que él me protegerá cuando le cuente todo. —No digas tonterías Eleri, todavía estás conmocionada, tienes que descansar.Él intentó tocarme pero yo di un paso atrás sintiendo como mi corazón latía cada vez más rápido ante su mirada gélida. Jamás habría imaginado que Aaron llegaría a verme de esta manera y ciertamente duele más de lo que quiero admitir.No podía leer la expresión de Aaron pero algo me hace pensar que estoy enojándolo de verdad.—No estoy conmocionada, esto tenía que ocurrir ¿
La tensión entre nosotros ha aumentado sobremanera. La habitación se siente cargada del deseo palpitante que tenemos el uno por el otro. No podemos dejar de besarnos, tocarnos hasta saciarnos pero ese es el problema, la necesidad que sentimos no es fácil de aplacar.Su boca posesiva me toma con ardor haciéndome olvidar incluso mi propio nombre, estoy entregándome a cada sensación que mi cuerpo está experimentado. Él está volviéndome absolutamente loca.Los ojos de Aaron de vez en cuando me examinan como si estuviera buscando mi aprobación. Él podía decir todo lo que quisiera, pero yo sé que a pesar de su apodo, conmigo es diferente. Estoy segunda que si yo le hubiera pedido protección incluso a cambio de nada él me la habría dado.De repente, haciéndome olvidar el hilo de mis pensamientos Aaron abrió mucho más mis piernas antes de rozarse contra mi humedad.—Oh Dios…—Siempre te sientes tan bien, princesa. Tan empapada para mí.Sus orbes estaban clavadas en nuestro roce íntimo pro
Respiré hondo vistiéndome otra vez.Me sentía completamente tensa, la niña no dejaba de llorar y por alguna razón me siento mal.¿Este es el instinto maternal despertando?Creo que es demasiado pronto pero realmente quería consolar a esa niña… la hija de Aaron, además tengo mucha curiosidad de conocerla.Sin embargo, recuerdo la amenaza de mi querido esposo, por lo que me quedaré en la puerta, donde no pueda verme.Vacilante caminé hacia la puerta y la abrí ligeramente viendo al poderoso Don de la mafia italiana en Boston arrodillado frente a una niña que no paraba de llorar cubriéndose el rostro.—Ali, principessa, deja de llorar. ¿Qué quieres? Pide lo que quieras dulzura, lo tendrás —le pidió él evidentemente desesperado.Aaron la atrajo hacia él en un abrazo cálido que puso a temblar mi corazón. Ese es mi Aaron.El antiguo, el que conocía.Solo que ahora solo se muestra de esa manera con su niña.Me duele y a la misma vez me enternece.Sé que es mi culpa que él no confíe en mí para