Stephanie Toussaint.La curiosidad me invade, cuando escucho a Amelia maldecir. Al seguir su mirada, me encuentro con ese par de increíbles ojos azules, los cuales me acompañaron gran parte de mi vida.Nos quedamos mirando por unos segundos. Fueron los más largos de mi vida. Mi corazón se acelera, mis palmas sudan y mi boca la siento seca.Cuando veo que comienza a caminar hacia donde estoy. Me coloco nerviosa y lo único que atino a hacer es girarme y decir, “Ame, llévame con papá.”Amelia frunce el ceño, pero me dice, “Ven conmigo, reina.”Y así nos dirigimos rápidamente hacia preoperatorio, dejando a Enzo en la sala de espera. ¡Dios! Solo espero que esos dos no discutan.La última vez en que esos dos intercambiaron palabras por teléfono, discutieron. Eso fue hace cinco años.Matt no ha cambiado nada. Sigue siendo el hombre con una presencia importante, el cual luce millonario y sofisticado. Suspiro a la imagen del padre de mis niñas.“Amelia, ¿Qué hace Matt aquí? ¿Quién está enferm
Vicenzo Toussaint.Una vez que regresamos a Nueva York con mis chicas, las dudas me invadieron. No por mí, sino por mi familia. He trabajado mucho para lograr tener todo lo que tengo.Fueron casi dos años de esperar por Steph para que fuera legalmente mi mujer, pero eso no significa que siempre me sentiré inseguro con respecto a sus sentimientos hacia Matt.Yo sé que Steph me ama… pero también sé que, a pesar de todo, Matt es su primer amor. Y uno difícil de olvidar, por lo tanto, siempre tendrá sentimientos hacia él.Durante estos cinco años, hemos estado viviendo en nuestra pequeña burbuja familiar. Nos creamos una rutina en donde somos un gran equipo, siendo una pareja y siendo padres. ¡Adoro a mis chicas!Volver a Nueva York, implica que, a pesar de que quiera evitarlo, en algún punto, las chicas tendrán que reencontrarse con Matt. Solo espero que el maldito, haya madurado.Suspiro a la ansiedad incipiente que implica el estar de vuelta en esta ciudad.Una vez que estamos en el ho
Matthew Anderson.Nunca creí verla de nuevo. Le dije adiós hace cinco años, el día en que Vicenzo me dijo que estaba con ella. Hoy tuve que venir al hospital, ya que me harían un tour de las principales dependencias del hospital, por lo tanto, que estuvieran aquí me tomó por sorpresa.Me convertí en socio mayoritario de este lugar, dado a la mala administración del antiguo presidente del hospital. Esto, en realidad, lo estoy haciendo como un favor personal a Edward, jefe de cirugía.En vista de que el hospital se declararía en quiebra y este fue el primer hospital en el que trabajó Steph y Amelia, que aún sigue aquí, decidí hacerme cargo.Si bien es primera vez que invierto en salud, me dedico a comprar empresas que están al borde de la quiebra. Para salvarlas o para venderlas a un mayor precio.Pero con el hospital estoy decidido a salvarlo. Se quedará dentro de mi patrimonio de por vida y con el tiempo, espero que Christian quiera manejarlo.Me quedé absolutamente aturdido al verla
Stephanie Toussaint.Me quedo viendo la escena que se despliega ante mi vista. Matt abraza a su prometida, mientras le besa la frente y la sostiene contra su pecho.Y pensar que hace cinco años, era a mí quien abrazaba con locura. ¡No, Stephanie! No vayas por ahí. Eres una mujer felizmente casada con una grandiosa familia. Añorar algo que tuviste no le hace bien a nadie.Y por sobre eso, Matt es un idiota que no ha cambiado nada. Te engañó, tiene un hijo y ahora se casará también.Me sacudo los confusos pensamientos, cuando Matt me queda mirando desde la puerta y sin evitarlo, lo escucho decir, “Steph, por favor, ¿podemos hablar?”Sin poder huir del lugar, me coloco la ropa de niña grande: Me paro derecha, levanto mi mentón, y lo miro de frente, carente de toda emoción. “¿Qué quiere, Señor Anderson?”Se para delante de mí, abre mucho los ojos, mientras dice, “¿Señor Anderson?”“Ese es su nombre, ¿cierto? A no ser que vaya a adoptar el apellido de su prometida. Eso sería bastante progr
Stephanie Toussaint.Luego de la conversación incómoda con Matt, me dirigí a la sala de espera. Allí estaba tranquilamente esperándome Enzo. Si alguna vez él se sintió intimidado por el recuerdo de Matt, espero que hoy le haya demostrado que es solo eso. Un recuerdo.Esperamos cuatro horas, hasta que, por fin, vemos salir a Amelia. Rápidamente, nos ponemos de pie, ansiosos de escucharla.“La operación fue todo un éxito, Steph. Tu papá ya está en su habitación, descansando. Antes de venir a darte las buenas noticias, esperé a que saliera de la anestesia. Está bien. Respira tranquila, amiga.”“¡Gracias Ame!” La abrazo fuertemente mientras beso su mejilla.Enzo se acerca a ella y también la abraza, mientras le dice, “Buen trabajo, hermanita. Jamás dudamos de tu destreza.”Amelia se ríe y le pega en el brazo. “Sí, lo sé. Soy asombrosa. Deberían pagarme más en este hospital.”Todos nos reímos a su comentario. Luego dice, “reina, me iré a recostar un rato. Estoy de guardia hoy día y hoy ha
Stephanie Toussaint.Tomo la mano del pequeño Christian y caminamos lentamente por el restaurante. Esto me permite poder observar el recinto y en verdad que es muy bello. En la entrada puedo ver mucha gente esperando en la barra a que alguna mesa se desocupe y hay una fila de personas esperando afuera solo para entrar al área del bar.“¿Recuerdas por dónde estaban sentados?”“Hum… solo recuerdo que ingresamos y la señorita nos condujo por un pasillo.”Frunzo el ceño intentando recordar el pasillo. “¿Había algo más por dónde pasaron? ¿Algo que llamara tu atención?”“No lo recuerdo.” Veo como el pequeño baja su mirada en señal de tristeza. ¡Por Dios! Es tan adorable. Me dan ganas de abrazarlo y ¡llenarlo de besos!Le digo, “no te preocupes, cariño. Encontraremos a tus padres.”Él levanta la vista y dice, “No tengo mamá. Y no me agrada la novia de papá. Es muy gritona.” Frunce el ceño después de decirlo.Suspiro, ya que me doy cuenta de la suerte que tienen mis niñas. Enzo las ama con lo
Stephanie Toussaint.Luego de conocer al hijo de Matt y de la conversación incómoda que tuve con él, regresé rápidamente a los brazos de Enzo.“Nena, te demoraste. ¿Pasó algo? ¿Está bien?”Sonrío a su preocupación incipiente mientras le digo, “sí, cariño. Estoy bien. Lo que pasa es que cuando salí del baño, me encontré con un pequeño afuera, perdido.”Ethan frunce el ceño y dice, “Qué extraño. Siempre le pedimos a las familias que asisten con niños que no les quiten los ojos de encima y que los pequeños deben estar siempre acompañados de un adulto. Por lo general es un restaurant tranquilo, pero tú sabes Enzo, como son los adultos cuando hay una barra de por medio.”Veo como Enzo asiente mientras dice, “Sí. Uno puede tener extra-seguridad, pero siempre suceden cosas que escapan al control de la gerencia.”Luego gira su mirada hacia mí, mientras dice, “¿y qué pasó con el pequeño? ¿Lo pudiste ayudar?”Me muerdo el labio, insegura si decirle la verdad a Enzo. Es cierto que es un gran hom
Vicenzo Toussaint.Entramos en la habitación y sin esperar a encender la luz, tomo de la mano a Steph y rudamente la aprieto contra la pared. Subo sus manos arriba de su cabeza, la inmovilizo con mis caderas y nuevamente estrello mi boca caliente contra la suya.Introduzco mi lengua, masajeando la suya. Muerdo su labio inferior suavemente y Steph me responde con un exquisito gemido. Beso su quijada y bajo a su cuello. Se lo muerdo juguetonamente, sin liberarle las manos ni alejarme de ella. Lo chupo y lo beso. Su respiración es agitada y una serie de gemidos abandonan sus labios.Me encanta sentirla mía. Amo tenerla toda para mí y deseosa por complacer y ser complacida.Libero sus manos y le quito el abrigo. Rompo el vestido que estaba trayendo, dejándola solo en ropa interior.Ella me quita rudamente mi abrigo y también rompe todos los botones de mi camisa, dejando mi pecho expuesto. Rápidamente desabotono mi pantalón y me desnudo.Giro a Steph, dejando su cara y sus manos contra la