Capítulo 307
David, al haber perdido la memoria, volvió a ser como cuando era joven.

Aunque su movilidad seguía limitada y tenía que evitar la supervisión de la familia Costa, cada vez que venía a hacerse su tratamiento, siempre me traía pequeñas sorpresas.

Era como cuando trataba de conquistarme en el pasado, como cuando estábamos recién casados.

No importaba lo ocupado o cansado que estuviera, siempre se tomaba el tiempo para prepararme una pequeña sorpresa, a veces era un ramo de flores, otras veces unas entradas para una película que quería ver, o algún dulce que me encantaba.

En ese entonces, éramos pobres y lo que me daba no valía mucho, pero cada vez me sentía conmovida hasta el punto de ponerme roja como un tomate.

Por su dedicación, por su amor.

Esos ojos que alguna vez fueron fríos y sin alma, ahora estaban llenos de pasión y sinceridad, aquellos ojos de color melocotón, que alguna vez parecieron tan indiferentes, ahora me miraban con una intensidad profunda, como si yo fuera su todo, su
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP