—En este mundo hay tantas personas, profesor Pavone, tienes tantos estudiantes, que haya algunos malos es normal, ¡esto no es tu culpa!Estuve consolando al profesor Pavone un buen rato, hasta que logré calmar su ánimo y hacerlo beber un poco de sopa.Al regresar por la noche, saqué los registros médicos de David y los efectos del tratamiento con dispositivos, investigando el siguiente paso para su tratamiento.No sabía qué clase de sentimientos tenía hacia David, así que dejé de pensar en eso.Solo pensaba en cómo curar sus piernas.Si logro curarle la pierna, estaremos en paz, y el futuro será lo que tenga que ser, paso a paso.Todo tiene su propio camino.Tras comparar varios datos y establecer la frecuencia de los dispositivos para el tratamiento de David del siguiente día, ya era más de la una de la madrugada.Me acosté en la cama y me dormí enseguida.Después de la caída, necesitaba pastillas para dormir todas las noches para poder conciliar el sueño. Cuando perdí la memoria, pen
La adolescencia es la etapa en la que las emociones están más inestables; es el momento en que muchos jóvenes se pierden. Recibir ese trato de las personas que más amo me empujó a ir hacia las profundidades del mar.Quería morir.Quería hacer que se arrepintieran, que sufrieran, que todos los demás los culparan, diciendo que, por criar a una hija adoptiva, habían matado a su propia hija, la de verdad.En ese entonces, realmente era muy tonta, pensando que mi muerte podría castigarles.Olvidé completamente que ellos debían importarme para que se sintieran arrepentidos y sufrieran por mi muerte.Si no les importo, morir una y otra vez no serviría de nada.Usar mi muerte para castigar a los demás es lo más tonto que puede existir en este mundo.Fue cuando estuve al borde de la muerte cuando me di cuenta de esto y luché por volver a la orilla, luchando por seguir viva.Pero una gran ola me derribó, y como no sabía nadar, no importaba lo que intentara, no pude levantarme de nuevo.Justo cua
—Lo siento, querida, ¿no te gustan los girasoles? Yo… yo los vi en internet… —dijo David.David había buscado información sobre mí en línea y descubrió que los girasoles eran mis flores favoritas, por eso escondió una rama de girasol para dármela.Lo que no esperaba era que, en lugar de recibirla felizmente, me pusiera a llorar.Recuperando la compostura, tomé la flor que me ofreció y le sonreí.—Me gusta mucho, te lo agradezco de corazón.David me miró, sin saber si realmente estaba feliz, si realmente me gustaba, o si algo más pasaba.—Pero, a partir de ahora, no me llames esposa, ni querida ni nada, ya estamos divorciados.No pude soportar que usara esa manera de hablar, diciéndome "esposa" como antes.Esa manera de hablar tan infantil, tan sincera y mimada, tan fácil de hacer que me diera pena por él.No quería sentir pena por él.David, que ya estaba algo nervioso, al escucharme, con apuro tomó mi mano.—Esposa, no encontré nada más sobre lo que pasó entre nosotros. Sé que si nos
David, al haber perdido la memoria, volvió a ser como cuando era joven.Aunque su movilidad seguía limitada y tenía que evitar la supervisión de la familia Costa, cada vez que venía a hacerse su tratamiento, siempre me traía pequeñas sorpresas.Era como cuando trataba de conquistarme en el pasado, como cuando estábamos recién casados.No importaba lo ocupado o cansado que estuviera, siempre se tomaba el tiempo para prepararme una pequeña sorpresa, a veces era un ramo de flores, otras veces unas entradas para una película que quería ver, o algún dulce que me encantaba.En ese entonces, éramos pobres y lo que me daba no valía mucho, pero cada vez me sentía conmovida hasta el punto de ponerme roja como un tomate.Por su dedicación, por su amor.Esos ojos que alguna vez fueron fríos y sin alma, ahora estaban llenos de pasión y sinceridad, aquellos ojos de color melocotón, que alguna vez parecieron tan indiferentes, ahora me miraban con una intensidad profunda, como si yo fuera su todo, su
Lo que ella siempre había querido era estar en la cima del mundo.El hombre que estaba a su lado la miró y dijo:—Entonces, no dejes que muera, haz que no tenga más alternativa que trabajar con nosotros, luego la atrapamos y la usamos como nos plazca, ¿no es así?Fiorella sonrió.No dijo nada.Una vez que tuvo la foto que quería, no vio necesario seguir observando, apartó la vista y se sentó en el sofá de la habitación.Después de beber un poco de sopa, miró al hombre que se había sentado frente a ella.—Con la velocidad a la que David se está recuperando, probablemente en un máximo de medio mes estará caminando. ¿Estás listo para lo que te encargué?—¡Por supuesto! Las cosas que me has encargado, ¿cuándo no las he hecho bien?Fiorella sonrió un poco.—Eso está bien.El hombre la miró sonriendo tan relajada, sin ninguna duda ni dolor, y no pudo evitar hacer saber que no estaba de acuerdo.—Fiorella, eres bastante generosa.Fiorella suspiro y acarició con cariño su barriga, sin decir na
Fui descubierta por un tipo mayor cuando estaba pescando por la mañana. Accidentalmente su anzuelo se quedó enganchado en mi ropa, y por más que intentó, no pudo sacarme con su caña. Al acercarse, vio que yo estaba como que ahogada en el agua. Asustado, dejó caer la caña de pescar y salió corriendo a llamar a la policía buscar ayuda.Cuando la policía me sacó del agua pantanosa, apenas me quedaba un hilo de vida.Por lo que los médicos que participaron en mi rescate llegaron a pensar que yo no terminaría sucumbiendo a tal desgracia.Al notificar ellos a mi familia, ellos también me dieron por perdida y ni siquiera les importo nada.Sin embargo, de alguna manera, gracias a una resistencia y resiliencia increíble, logré sobrevivir por obra de milagro.Comparado con el dolor de la caída en ese instante, el tormento que sentí al despertar, con mi cuerpecito todo maltrecho, fue casi que insoportable. El cuerpo humano tiene 206 huesos, y yo tenía 108 vueltos nada. Los rápidos del rio me hab
Al ver los pedazos de vidrio en el suelo, el tipo al parecer se irrito. Su arrogancia hacía que la atmósfera del hospital se sintiera aún más fría.—¿Cómo se te ocurre hacer un berrinche en medio de un hospital? ¿Cuándo vas a empezar a comportarte como una adulta?Yo no respondí nada, solo no podía creerlo.¿Berrinche?¿Quién es él como para hablarme de esa manera?Parecía que iba a decirme más cosas, pero se acordó de algo.—Luna no quiere salir del hospital y ni siquiera volver a casa, ella se siente bastante dolida por tus dramas. Está tan triste que piensa irse. Hoy, no importa lo que pase, tienes que ir a disculparte con ella y convencerla de que se quede.Después, se me acercó rápidamente y trató de levantarme de la cama. Por reflejos, me aparté de él y de su mano.—¿Y quién es usted? ¡No le conozco y por favor no se me acerque!Aunque ahora podía moverme, mis heridas no habían sanado por completo, y tenía pánico de que alguien me tocara.El tipo se enojó.—Esmeralda, ¿qué estupi
Enterarme, de la nada, de que tenía un esposo me dejó dando vueltas en la cama, sin poder pegar los ojos del sueño. Así que decidí llamar a mi mejor amiga, Mila Picard.Aunque no había querido contactar con ella para que no se preocupara al saber que estaba gravemente herida, también me sentía aliviada de que ella no hubiera intentado contactarme en todo este tiempo. De lo contrario, seguramente habría descubierto lo de mi accidente.Sin embargo, en el momento en el que me contestó la llamada, no pude evitar sentirme un poco dolida y reprocharle:—¿Yo no te llamo y tú tampoco me llamas después de tanto tiempo?Han pasado más de dos meses. No sólo no me llamó ni una vez, ni siquiera me mandó un mensaje.¡Pero qué desconsiderada!Pensé que se sentiría apenada y me iba a explicar que había estado en algún lugar remoto haciendo investigaciones científicas, sin señal ni comunicación.Pero para mi sorpresa, después de un largo silencio, me respondió:—Esmeralda, ¿te olvidaste de que ya no so