Una mesa apartada en un salón privado de un concurrido restaurante de Nueva York; sitio perfecto para quedarme viéndola en silencio y que en algún momento nos atrevamos a decirle a Mia acerca de lo nuestro.
—¿Entonces qué vas a querer comer mi amor?— Le pregunta a su pequeña mientras observan juntas el menú para niños. —Esto se ver delicioso, ¿Quieres los espaguetis con albóndigas?— Le pregunta y Mia asiente con entusiasmo.
Aun intento comprender que es lo que más me ha enamorado de ella... No sé si ha sido lo extremadamente sexy que es, su inteligencia, su carácter fuerte, la manera que nos amamos, o como es como madre... 《Quizás ha sido todo, ¿no?》
—¿Pido vino?— Pregunto haciendo que me mire.
Asiente con una preciosa sonrisa tatuada en su rostro —Eso suena bien, la ocasión lo amerita
Al día siguiente: 28 de septiembre—Kilian, cariño...— Le escucho decirme al oído —Anda, levántate... tienes el evento ese al mediodía. — Continua y besa la comisura de mis labios haciéndome sonreír. — ¡Tramposo! — Me regaña e intenta alejarse, pero antes que pueda hacerlo me giro en la cama y la aprisiono tomándole de la cintura.Escuchar su risa al amanecer es todo lo que está bien en esta vida... — ¿Dónde crees que vas muñeca? — Le digo cuando la tengo pegada a mi cuerpo.—A ducharme, a preparar el desayuno, a llevar a Mia la niñera mientras tú vas a cambiarte... en fin, muchas cosas. — Explica e intenta que la suelte, pero hago todo lo contrario y la acerco más a mí.—Aún tenemos tiempo, no son ni las siete de la mañana. — Come
Algunos días después: 10 de octubreLos últimos días han sido una locura total, de la oficina a la casa y de la casa al a la oficina o a alguna reunión. Terminaba de trabajar a altas horas de la noche y apenas Sofí y yo hemos podido vernos a solas. Siempre estábamos rodeados de gente y ni ella podía quedarse en mi piso, ni yo en el suyo por diferentes circunstancias. Hoy no es la excepción, hoy toca un nuevo evento y aquí estoy con rodeado de gente.No comprendo porque ella no ha llegado, me dijo que vendría más tarde…Marco su número rápidamente y espero a que me conteste.—Hola guapo, ya estoy llegando. Se me ha hecho tarde, lo siento. — Me dice sin dejarme ni siquiera decir hola.—De acuerdo, ya me estaba preocupando. — Admito y le escucho reírse del otro lado.—Eres muy acaparador, p
Regreso al rincón apartado donde esta ella después de haber dado mi charla, y me extraña lo callada que esta; es como si estuviese pensando en algo que no me quisiese decir. —¿Me dirás que es lo que pasa por esa preciosa cabeza?— Digo finalmente y me mira con una tímida sonrisa.—Me conoces mucho.— Dice y ríe.—Diría que lo suficiente ya como para saber que no me quieres decir algo. — Explico e inevitablemente me ubico detrás de ella para pegarme a su cuerpo y envolver su cintura con mis brazos —¿Es por lo que te dije de ir a conocer a mi familia? ¿no? — Pregunto y no sé si es que ella no sabe disimular, o es que ya he aprendido a conocer sus miedos.—Me asusta que puedas saber lo que sucede en mi mente.— Comenta colocando sus manos sobre las mías haciendo que nuestros dedos se entrelacen.—En cambio
Días después: 26 de octubreJamás le había visto tan nerviosa como hoy, sé que este es otro gran paso en nuestra relación, pero es uno que yo siento necesario. Quiero que mi familia sepa quién es la mujer que me trae locamente enamorado, quiero que conozcan a Mía y sepan que adoro a esa niña, pero sobretodo quiero que vayan aceptando lo nuestro. Aprieto su mano, la cual tiene apoyada sobre su pierna con mi mano haciendo que me mire, y le sonrió —Que no vamos a la guerra. — Le repito ganándome una de sus risas de esas que hace cuando está nerviosa.—Lo sé, pero entre el conocer a tu familia; y que le he tenido que confesar a la mía que estaba con alguien... es que no sé qué es peor.— Bromea y observa a Mia quien duerme plácidamente en el asiento de al lado de ella en este avión —Quisiera sentir la pa
Puedo sentir la tensión que se ha formado entre mi madre y Sofía, no me agrada nada que mi madre la esté tratando así sin siquiera conocerle y yo no sé qué hacer exactamente para que esto no sea así. Entramos a la casa bajo un silencio que permite que cualquier sonido por más mínimo que sea se pueda escuchar, y el primero en romper el silencio es Teo, quien al verme viene corriendo hacia mí.—¡Hola, amigo!— Exclamo mientras tomo su enorme cabezota entre mis manos y le acaricio, aun recuerdo cuando este pequeño labrador color dorado era un cachorrito, y ahora se ha convertido en esta pequeña bestia. Me agacho frente a él y juego como tanto le gusta —Mira amigo, te presento a Sofí y Mia.— Le digo volteando a verlas y la cara de Sofía al ver a Teo cambia por completo.Ella se agacha y toma la mano de Mia —Mira cariño, ¿
Entro a la habitación después de haber hablado con mi madre, y me encuentro con Sofí parada frente al espejo que hay en mi habitación peinando su cabello. —Amor, vamos... bajemos a almorzar; ya han llegado todos. — Le pido parándome detrás de ella y abrazándole por la cintura.Ella me mira a través del reflejo, y puedo notar que no está muy cómoda. Parece otra mujer, lejos ha quedado la mujer decidida y fuerte que suele ser. Frente a mi tengo a una mujer que no sabe muy bien cómo actuar y mucho menos que decir. —Kilian, ¿Por qué mejor no nos vamos a un hotel? — Propone y tan solo puedo abrazarle con más fuerza.—Porque no es necesario, he hablado con mi madre. — Explico y sus ojos me miran con sorpresa a través del reflejo.Sin hacer que le suelte, ella se gira haciendo que quedemos frente a frente. Por un instante me
Horas despuésLa puesta de sol provee un paisaje divino en esta playa donde ella y yo estamos caminando tomados de la mano. Mía se ha quedado en casa jugando con mis sobrinos y nosotros hemos aprovechado para estar un momento a solas y distraernos. Llevo mi mirada hacia ella e inevitablemente sonrió al verle con sus ojos cerrados y su espalda erguida como e intentando respirar profundo. —¿Qué haces?— Pregunto con gran curiosidad e instantáneamente ella abre sus ojos y me mira sonriente.—Solo apreciaba el aire puro que se respira aquí. — Se explica.Me gusta verla así. Finalmente se ha relajado y ahora es otra mujer a la que tengo conmigo aquí. —¿Nos sentamos en la arena?— Propongo y de inmediato ella asiente.Soy yo quien se sienta primero y dejo un gran espacio para que ella también se siente, pero entre mis piernas. Sin solt
Parezco un desesperado por estar esperándole a que entre a nuestra habitación, pero de verdad muero por besarla. El habernos contenido durante toda la cena parece haber sido una tortura, pero aún ella tiene vergüenza frente a mi familia y supongo que es bastante normal que se sienta así.Finalmente, la puerta de la habitación se abre y le veo entrar. Cierra la puerta y por algún motivo ella se apoya sobre ella y sonríe —Creí que Mia no se quedaría dormida nunca. — Explica y ríe nerviosa. Yo tan solo puedo quedar mirándole y apreciar la manera tan espectacular que le luce el jersey que le he dado esta tarde en la playa. —¿Qué sucede que me miras así?— Me pregunta con dudas.Le sonrió —Apreciaba lo bien que te queda mi jersey.— Admito y se sonrie nerviosa.— ¿Si? — Pregunta y se mira —Yo no me si