Puedo sentir la tensión que se ha formado entre mi madre y Sofía, no me agrada nada que mi madre la esté tratando así sin siquiera conocerle y yo no sé qué hacer exactamente para que esto no sea así. Entramos a la casa bajo un silencio que permite que cualquier sonido por más mínimo que sea se pueda escuchar, y el primero en romper el silencio es Teo, quien al verme viene corriendo hacia mí.
—¡Hola, amigo!— Exclamo mientras tomo su enorme cabezota entre mis manos y le acaricio, aun recuerdo cuando este pequeño labrador color dorado era un cachorrito, y ahora se ha convertido en esta pequeña bestia. Me agacho frente a él y juego como tanto le gusta —Mira amigo, te presento a Sofí y Mia.— Le digo volteando a verlas y la cara de Sofía al ver a Teo cambia por completo.
Ella se agacha y toma la mano de Mia —Mira cariño, ¿
Entro a la habitación después de haber hablado con mi madre, y me encuentro con Sofí parada frente al espejo que hay en mi habitación peinando su cabello. —Amor, vamos... bajemos a almorzar; ya han llegado todos. — Le pido parándome detrás de ella y abrazándole por la cintura.Ella me mira a través del reflejo, y puedo notar que no está muy cómoda. Parece otra mujer, lejos ha quedado la mujer decidida y fuerte que suele ser. Frente a mi tengo a una mujer que no sabe muy bien cómo actuar y mucho menos que decir. —Kilian, ¿Por qué mejor no nos vamos a un hotel? — Propone y tan solo puedo abrazarle con más fuerza.—Porque no es necesario, he hablado con mi madre. — Explico y sus ojos me miran con sorpresa a través del reflejo.Sin hacer que le suelte, ella se gira haciendo que quedemos frente a frente. Por un instante me
Horas despuésLa puesta de sol provee un paisaje divino en esta playa donde ella y yo estamos caminando tomados de la mano. Mía se ha quedado en casa jugando con mis sobrinos y nosotros hemos aprovechado para estar un momento a solas y distraernos. Llevo mi mirada hacia ella e inevitablemente sonrió al verle con sus ojos cerrados y su espalda erguida como e intentando respirar profundo. —¿Qué haces?— Pregunto con gran curiosidad e instantáneamente ella abre sus ojos y me mira sonriente.—Solo apreciaba el aire puro que se respira aquí. — Se explica.Me gusta verla así. Finalmente se ha relajado y ahora es otra mujer a la que tengo conmigo aquí. —¿Nos sentamos en la arena?— Propongo y de inmediato ella asiente.Soy yo quien se sienta primero y dejo un gran espacio para que ella también se siente, pero entre mis piernas. Sin solt
Parezco un desesperado por estar esperándole a que entre a nuestra habitación, pero de verdad muero por besarla. El habernos contenido durante toda la cena parece haber sido una tortura, pero aún ella tiene vergüenza frente a mi familia y supongo que es bastante normal que se sienta así.Finalmente, la puerta de la habitación se abre y le veo entrar. Cierra la puerta y por algún motivo ella se apoya sobre ella y sonríe —Creí que Mia no se quedaría dormida nunca. — Explica y ríe nerviosa. Yo tan solo puedo quedar mirándole y apreciar la manera tan espectacular que le luce el jersey que le he dado esta tarde en la playa. —¿Qué sucede que me miras así?— Me pregunta con dudas.Le sonrió —Apreciaba lo bien que te queda mi jersey.— Admito y se sonrie nerviosa.— ¿Si? — Pregunta y se mira —Yo no me si
Al día siguiente: 27 de octubreAbro mis ojos algo desorientado aun y ver el otro lado de la cama vacío me confunde un poco. Me siento en la cama, miro a mi alrededor hasta que finalmente me percato de un pequeño papel que ha dejado sobre mi mesa de noche. Lo tomo en mis manos y sonrió"No me he escapado, es solo que Mia ha amanecido con un poco de temperatura y me he ido con ella a una clínica que vi cerca de aquí. Regreso enseguida. Te amo."Sin dudarlo tomo mi móvil y le llamo. Suena una, dos, tres veces y finalmente contesta. —Cariño, el doctor esta con Mia ahora, hablamos en un momento. — Me dice sin darme tiempo a decirle nada antes de que cuelgue y claro que le entiendo, debe estar muy preocupada.Me levanto de la cama, voy al baño rápidamente, y luego vuelvo por mi móvil para después bajar a la cocina a desayunar algo mientras
Al día siguiente: 28 de octubreLe miro dormir plácidamente a mi lado e intentando no hacer mucho ruido, me levanto de la cama. Me coloco una camiseta, un pantalón, y sigilosamente salgo de la habitación. Voy hacia la cocina y allí me encuentro con una de mis cómplices — ¿Ya ha llegado? — Pregunto entrando a la cocina y se sonríe.—Si hermanito, aquí tienes. — Me responde entregándome la hermosa bandeja de desayuno que he ordenado. —Le va a encantar. — Comenta al ver el peluche, los croissants, jugos, tostadas, y demás cosas.—Espero que sí, gracias. — Le agradezco y cuidadosamente subo con la bandeja. La dejo sobre una pequeña mesa que hay en el pasillo por un instante, y voy hacia la habitación donde esta Mia. Una vez que entro, me acerco a ella y me pongo de rodillas al lado de su cama —Prince
Mia se ha ido a jugar con Xiomara, Tamara, y Samuel mientras que su madre y yo aprovechamos este tiempo para ducharnos y así poder continuar celebrando su cumpleaños a nuestra manera. En estos instantes la tengo amarrada de la cintura pegando su cuerpo al mío mientras vamos entrando al baño — ¿Y qué haremos con el deseo que ha pedido Mia? ¿eh? — Averiguo acercando mis labios a su cuello de manera muy peligrosa.Levanta mi camiseta haciendo que deba separarme un poco para que pueda quitármela por completo, pero apenas la lanza al suelo, mis labios vuelven a su piel. —No corras antes de querer caminar guapo...— Me advierte cuando yo comienzo a quitarle el sensual camisón que llevaba puesto.—¿Qué significa eso?— Cuestiono entre risas y antes que pueda responderme tapo su boca con besos. Su lengua se encuentra con la mía haciendo que la temperatura
Horas más tarde—¿Puedo saber dónde me llevas?— Me pregunta mientras aun guio sus pasos ya que sus ojos están completamente vendados.Sonrió ante su incertidumbre —Es una sorpresa, pero ya que debo quitarte estos preciosos tacones que traes puesto, quizás comiences a darte cuenta de algo. — Explico —No te muevas.— Le pido mientras me agacho frente a ella y con mucho cuidado le quito los zapatos.Debo admitir que el corto y escotado vestido de pedrería que trae puesto es una gran distracción, pero esta noche tengo planes muy especiales para los dos. —¿Arena?— Pregunta confundida cuanto uno de sus pies toca el suelo —¿Me has hecho vestir así de elegante para esto?— Sigue cuestionando, haciéndome reír —Y tú... ¿todo tan guapo vestido de negro para venir a la playa?— Continua
Es de madrugada cuando cierro la puerta de la habitación mientras nos comemos a besos. —Tendríamos que habernos ido a un hotel para no tener que ser silenciosos. — Comento sobre sus labios y le echo seguro a la puerta.Su risa silenciosa me contagia —Podemos soportarlo un poco más...— Explica y vuelve a besarme para que mientras lo hace llevar sus manos a los hombros de mi americana y quitármela.—Quiero que nos casemos pronto. — Le informo aferrado a su cintura cuando ya mi americana está en el suelo. Le pego más a mí y comienzo a besar su cuello.—¿Sí? ¿Y cuál es la prisa amor? — Cuestiona a medida que va inmiscuyendo sus manos en mi pantalón para ir quitando la camisa.Sus manos me ponen muy nervioso, pero no me quedo atrás y voy bajando la cremallera de su deslumbrante vestido. —Quiero que tú, Mia, y y