Elizabeth está sentada en esa cama tan grande e inmensa, se siente sola, se siente ausente, siente que este no es su lugar, sabe que con el tiempo se acostumbrara a vivir aquí, pero por ahora es extraño.

Solo piensa en su padre, en la vida en libertad que tendrá gracias a su sacrificio.

Busca entre los cajones algo diferente para ponerse y poder dormir cómoda, se quita el vestido y queda en ropa interior, Elizabeth se para frente al espejo y observa su cuerpo, mira como aun esta inflamado un poco su vientre, observa la cicatriz de la cesaría y está sangrando un poco, busca el botiquín de primeros auxilios y se limpia la herida, está experimentando mucho dolor, pero no le pone mucha atención. Se pone un pijama de pantalón largo y camisa larga y se acuesta a descansar.

En su mente están las palabras de Bastián, por un lado, agradece que no la fuerce por ahora a estar con él, porque ella no tiene ninguna clase de sentimientos hacia él.

Elizabeth después de meditar y pensar en su vida