CAPITULO 23

los dos se miran sin que el otro se dé cuenta. El momento es perfecto para una pareja real de enamorados, Elizabeth tiene claro que no es el caso, pero agradece que Bastián le dé su lugar y se comporte como un caballero.

Pasan más de tres horas mirando las estrellas sin decir ni una palabra.

-Creo que no podemos quedarnos aquí toda la noche, ya estoy más tranquila y siento paz, mejor entremos – dice Elizabeth tomando la iniciativa por más que se está muriendo de los nervios.

Dubois se levanta y la mira de una forma aterradora, al parecer ese momento de ternura se acabó, lo único que pasa por su mente es el hecho de que esa mujer que saco de su vida hace mucho este aquí atormentándolo, ella conoce muchos secretos muy turbios de la vida de los Dubois, es por ese motivo que sigue con vida.

Ambos entran a la habitación, Elizabeth mira todo el lugar, pues no había entrado al cuarto de su esposo, es un cuarto agradable y hermoso, pero se nota que es del gusto de un hombre,