Miranda —¿Tienes algún problema con eso? — Carlos se levanta y se para al frente de Jacob ¡Es un cobarde! Es más pequeño que él, por lo que trata de inclinarse un poco, el brazo me duele y llevo mi mano hacia el lugar donde Carlos me hizo daño. — Si tocas a mi mujer, claro que lo tengo — Responde Jacob, que mira a Carlos como si fuera un mosquito molesto. — ¡Vamos! — me adelanto y tomo la mano de Jacob, quiero salir de esta casa inmediatamente, parece que desde hoy no tengo familia. — No te atrevas a dar un paso afuera de esta casa Miranda — Me dice mi padre y mi mano se tensa, Jacob la aprieta y se gira hacia mi padre. — Supongo que usted es el señor Aguilar — le ofrece la mano a mi padre, quien continúa con las suyas en las caderas — Sin problema — dice Jacob y baja la mano, veo por el rabillo del ojo como Carlos sonríe — Hubiese preferido presentarme ante usted en otras circunstancias, señor. — No en mi caso, joven — le dice mi padre y yo me acerco a él y trato de halarlo para
— ¿Ahora quieres intentarlo Miranda? — Jacob se levanta de la cama, está desnudo y es la cosa más hermosa que he visto en mi vida — Miranda, me dejaste como un idiota y cogiste un avión sin decirme nada. — Lo sé — le digo mientras recojo la sabana y me cubro con ella, me siento más segura si discuto tapada que en cueros, como Dios me trajo al mundo — Lo siento mucho, te juro que solo quería arreglarlo todo, explicar lo que había pasado… — ¿Y para eso necesitabas que dos hombres te recibieran en el aeropuerto y que todo fuera transmitido en directo? — me grita mientras se pasea por la habitación, todavía desnudo. — Fue una trampa — le digo mientras camino sobre la cama y trato de salir de ella, me estoy haciendo un lío — Mi padre le dijo a Carlos a la hora que llegaba y él preparó todo con los periodistas. — No me jodas, Miranda — me dice y se acerca a mí — Con el padre que tienes, ¿vienes y confías en él? — Yo… — me siento como una niña pequeña, abandonada por su padre — tenía la
El ruido es ensordecedor, la gente grita emocionada, me siento tan orgullosa de verlo ahí parado, tocando el bajo y cantando en compañía de los chicos, es emocionante escucharlo. — Hola, señora Wilding, venga conmigo, por favor, debemos llevarla a los camerinos — me dice una chica que tiene una tarjeta de organizadora. — Gracias — caminamos por unos pasillos, los chicos salieron por el lado contrario al que me encontraba yo, alguien le pregunta a la chica sobre unos equipos y tardan más de quince minutos en ubicarlos. Seguimos nuestro camino y llegamos a una zona donde se encuentran algunos periodistas y luego entramos a un gran salón, el ruido y la cantidad de gente es increíble, hay muchas chicas y el alcohol corre como el agua, busco con la mirada a Jacob. No estamos bien, desde que regresamos de España, todo va de mal en peor. Giro a la izquierda y logro verlo con una chica que ríe y le rodea la cintura, se levanta para alcanzarlo y él se inclina hacia ella mientras le habla al o
"Mira, ¿Por qué estás llorando?" — me dice Lucas un poco alterado, sé que es tarde en España, pero necesitaba hablar con alguien — "¿Qué haces llamándome a esta hora?" — ¿Lucas? — no puedo dejar de llorar — Siento llamarte a esta hora, yo … Yo … — No puedo hablar, estoy desesperada — Me voy a morir, Lucas. "Miranda, hermosa, no me asustes por favor" — escucho la voz de mi amigo y siento que lo extraño un montón — "Primero, cálmate por favor y cuéntame qué está pasando". — Tienen que hacerme varios exámenes — trato de calmarme — pero al parecer estoy muy enferma, Lucas — vuelvo a llorar. "Nena, nena, no llores, por favor" — escucho su voz intentando calmarme. — Ellos… creo que ellos quieren descartar un cáncer, Lucas — escucho su exclamación — Tengo muchos síntomas y un bulto en el pecho, van a hacerme exámenes y tal vez una operación y yo no … "Yo estaré contigo, voy a viajar ahora mismo y voy a …" — No — lo detengo — Lucas, no tienes que dejar todo por mí, yo… Son solo sospecha
Mientras tomo una ducha, me pasó con fuerza la esponja por el cuerpo, no voy a dejar que una loca controle mi vida, ya tengo suficiente con la enfermedad que posiblemente pueda tener. No tengo ni idea en qué momento mi vida rutinaria, cambió, en qué momento mi cuerpo empezó a enfermarse, no me fijé en los síntomas. Si finalmente llegó a estar enferma, tal vez es el precio que debo pagar por no hacer las cosas bien, porque sea como sea, yo me equivoqué y no actúe de una forma correcta. Siento que todo esto me supera, pero como dije, no voy a permitir que otros controlen mi vida, ya no más. Tengo que ser fuerte, para superar lo que pueda pasar. Antes de tomar la ducha, le envié un mensaje a Aiden, explicándole lo que había pasado. Él se encuentra en la sala con Jacob y la policía. — Hola — entro en la sala vestida con un Jeans y una sudadera con capucha de Jacob, tengo el cabello mojado y no estoy maquillada, y me importa cinco las personas presentes. — Hermosa — Jacob se acerca a m
El equipo de comunicación nos recomendó no decir nada, de esa manera todo se quedaría en simples especulaciones de un exnovio vengativo. Pero a pesar de que estuve de acuerdo con no decir nada públicamente, no fui capaz de soportarlo y llamé a Carlos. Flashback — Aló — Se escucha mucho ruido, imagino que anda disfrutando el idiota — Eres un puto de m****a, Carlos — le digo enojada — Retráctate inmediatamente de todas las estupideces que has dicho o vas a conocerme. — ¿Y qué piensas hacer zorrita? — me dice mientras sonríe, me lo imagino de sobrado con sus amigotes. — Dejarte sin nada, imbécil — le digo con calma, porque me prometí a mí misma, no alterarme —Porque cuando el equipo de abogados de Jacob instauré la demanda que estuvieron redactando hoy, por calumnia, no vas a tener ni donde caerte muerto. — No estás hablando en serio — y como siempre, piensa que soy una idiota — Además, todavía tengo en mi poder un video muy interesante, tuyo y está claro que yo no voy a hacer nada
Veo a la pobre Bianca saltar con el grito de Jacob, quien se levanta con toda su gloría al aire y mientras lo miro, solo soy consciente del ruido que hace la puerta al cerrarse ¡Qué vergüenza! — Jacob, trata de calmarte — le digo, mientras nos vestimos — Ella no podía saber lo que estábamos haciendo. — Esta es nuestra casa, Miranda. Podemos hacer lo que queramos, donde queramos, así que no voy a permitir que violen mi intimidad de esa manera — sale de la habitación y me arreglo rápidamente y lo sigo. — ¿Quién diablos te autorizó a entrar de esa manera en las habitaciones de mi casa? — Escucho que Jacob le dice a Bianca, no he llegado todavía a donde están, pero se escucha fuerte en la casa — No quiero verte más aquí — dice y cuando logro entrar, veo los ojos humedecidos de Bianca, y que a Jacob no le importa, por lo enojado que está — ¡Jacob! — trato de llamar su atención. — Tú no te metas — me dice y vuelve a mirar a Bianca — Dile a Williams que todo lo relacionado con la comunic
Miro con atención mi imagen frente al espejo, precisamente hoy no es un buen día, no me siento bien. Jacob y yo salimos en unos minutos para la casa de su padre, es la conmemoración de los 10 años del fallecimiento de la madre de Jacob y voy solamente porque se lo prometí y porque lo vi muy mal ayer. Aiden me ha llamado para preguntarme si quiero que me acompañe a hablar con Jacob, no quiero contarle, por ahora. Así que no le he devuelto la llamada. Ayer, mientras escuchaba a Jacob, me di cuenta de que yo no soy nadie para hacerlo pasar por esto, otra vez. Soy consciente que mi enfermedad no puede ocultarse fácilmente y Aiden no va a estar eternamente a mi disposición, es verdad que he encontrado en él un excelente amigo, pero no puedo cargarlo con mis penas. Además, los médicos siguen buscando la causa de mis náuseas y vómitos, cuando fui con Jacob, la prueba de embarazo fue negartiva y al parecer no es un síntoma de la enfermedad que me diagnosticaron, me hicieron otros exámenes pa