"Mira, ¿Por qué estás llorando?" — me dice Lucas un poco alterado, sé que es tarde en España, pero necesitaba hablar con alguien — "¿Qué haces llamándome a esta hora?" — ¿Lucas? — no puedo dejar de llorar — Siento llamarte a esta hora, yo … Yo … — No puedo hablar, estoy desesperada — Me voy a morir, Lucas. "Miranda, hermosa, no me asustes por favor" — escucho la voz de mi amigo y siento que lo extraño un montón — "Primero, cálmate por favor y cuéntame qué está pasando". — Tienen que hacerme varios exámenes — trato de calmarme — pero al parecer estoy muy enferma, Lucas — vuelvo a llorar. "Nena, nena, no llores, por favor" — escucho su voz intentando calmarme. — Ellos… creo que ellos quieren descartar un cáncer, Lucas — escucho su exclamación — Tengo muchos síntomas y un bulto en el pecho, van a hacerme exámenes y tal vez una operación y yo no … "Yo estaré contigo, voy a viajar ahora mismo y voy a …" — No — lo detengo — Lucas, no tienes que dejar todo por mí, yo… Son solo sospecha
Mientras tomo una ducha, me pasó con fuerza la esponja por el cuerpo, no voy a dejar que una loca controle mi vida, ya tengo suficiente con la enfermedad que posiblemente pueda tener. No tengo ni idea en qué momento mi vida rutinaria, cambió, en qué momento mi cuerpo empezó a enfermarse, no me fijé en los síntomas. Si finalmente llegó a estar enferma, tal vez es el precio que debo pagar por no hacer las cosas bien, porque sea como sea, yo me equivoqué y no actúe de una forma correcta. Siento que todo esto me supera, pero como dije, no voy a permitir que otros controlen mi vida, ya no más. Tengo que ser fuerte, para superar lo que pueda pasar. Antes de tomar la ducha, le envié un mensaje a Aiden, explicándole lo que había pasado. Él se encuentra en la sala con Jacob y la policía. — Hola — entro en la sala vestida con un Jeans y una sudadera con capucha de Jacob, tengo el cabello mojado y no estoy maquillada, y me importa cinco las personas presentes. — Hermosa — Jacob se acerca a m
El equipo de comunicación nos recomendó no decir nada, de esa manera todo se quedaría en simples especulaciones de un exnovio vengativo. Pero a pesar de que estuve de acuerdo con no decir nada públicamente, no fui capaz de soportarlo y llamé a Carlos. Flashback — Aló — Se escucha mucho ruido, imagino que anda disfrutando el idiota — Eres un puto de m****a, Carlos — le digo enojada — Retráctate inmediatamente de todas las estupideces que has dicho o vas a conocerme. — ¿Y qué piensas hacer zorrita? — me dice mientras sonríe, me lo imagino de sobrado con sus amigotes. — Dejarte sin nada, imbécil — le digo con calma, porque me prometí a mí misma, no alterarme —Porque cuando el equipo de abogados de Jacob instauré la demanda que estuvieron redactando hoy, por calumnia, no vas a tener ni donde caerte muerto. — No estás hablando en serio — y como siempre, piensa que soy una idiota — Además, todavía tengo en mi poder un video muy interesante, tuyo y está claro que yo no voy a hacer nada
Veo a la pobre Bianca saltar con el grito de Jacob, quien se levanta con toda su gloría al aire y mientras lo miro, solo soy consciente del ruido que hace la puerta al cerrarse ¡Qué vergüenza! — Jacob, trata de calmarte — le digo, mientras nos vestimos — Ella no podía saber lo que estábamos haciendo. — Esta es nuestra casa, Miranda. Podemos hacer lo que queramos, donde queramos, así que no voy a permitir que violen mi intimidad de esa manera — sale de la habitación y me arreglo rápidamente y lo sigo. — ¿Quién diablos te autorizó a entrar de esa manera en las habitaciones de mi casa? — Escucho que Jacob le dice a Bianca, no he llegado todavía a donde están, pero se escucha fuerte en la casa — No quiero verte más aquí — dice y cuando logro entrar, veo los ojos humedecidos de Bianca, y que a Jacob no le importa, por lo enojado que está — ¡Jacob! — trato de llamar su atención. — Tú no te metas — me dice y vuelve a mirar a Bianca — Dile a Williams que todo lo relacionado con la comunic
Miro con atención mi imagen frente al espejo, precisamente hoy no es un buen día, no me siento bien. Jacob y yo salimos en unos minutos para la casa de su padre, es la conmemoración de los 10 años del fallecimiento de la madre de Jacob y voy solamente porque se lo prometí y porque lo vi muy mal ayer. Aiden me ha llamado para preguntarme si quiero que me acompañe a hablar con Jacob, no quiero contarle, por ahora. Así que no le he devuelto la llamada. Ayer, mientras escuchaba a Jacob, me di cuenta de que yo no soy nadie para hacerlo pasar por esto, otra vez. Soy consciente que mi enfermedad no puede ocultarse fácilmente y Aiden no va a estar eternamente a mi disposición, es verdad que he encontrado en él un excelente amigo, pero no puedo cargarlo con mis penas. Además, los médicos siguen buscando la causa de mis náuseas y vómitos, cuando fui con Jacob, la prueba de embarazo fue negartiva y al parecer no es un síntoma de la enfermedad que me diagnosticaron, me hicieron otros exámenes pa
— ¿Carlos? ¿Qué diablos haces aquí? — Carlos se levanta del sofá en el que se encontraba sentado y tiene una copa en una mano con un líquido ambarino. — Tus padres me han pedido salvarte de la perdición, quieren darte una segunda oportunidad — me dice como si lo que está afirmando, no fuera en sí mismo un absurdo — Debes dejar esta casa y ciudad del pecado y venir de nuevo conmigo, estamos dispuestos a perdonarte y a que te cases conmigo. — Yo estoy bien acá, gracias — le respondo — Tú podrías mejor casarte con mis padres, seguro serías más feliz. Escucho un aplauso pausado, giro y veo a Jacob entrando a la sala, su mirada está perdida y sus ojos brillan de una manera extraña, no puede caminar derecho, ha bebido al parecer, además tiene un ojo inflamado y azul. — La esposa fugitiva ha vuelto — me dice con su voz de borracho — y no sé para qué — se acerca a mí y toma mi cabello en sus manos, lo huele y tira un poco fuerte de él, ahora no me siento en condiciones de discutir — ¿dónde
— ¿Segura que quieres dormir en el sofá? — Me pregunta Aiden, tuve que enojarme con él y decirle que me iría a un hotel si no me dejaba dormir en el sofá, que además es inmenso y supercómodo. La verdad es que no quería dormir en su cama, con la fama que tiene no me imagino la cantidad de gérmenes o casas raras que puedo encontrar en ella. Aunque pensándolo bien, si se parece en algo a Jacob, todas las superficies de esta casa deben estar llenas de gérmenes y secreciones de todo tipo ¡Qué asco! Voy a dejar de ser hipócrita, porque hasta el momento, Aiden es la única persona que se ha comportado como un verdadero amigo. Así que tengo que aceptarlo con gérmenes y secreciones extrañas. — Sí, no te preocupes por mí, ya sabes que mañana debo ir al hospital. — ¿Quieres que te consiga algo especial? ¿Ropa? — me pregunta — Creo que iré a comprar todo lo necesario antes de ir, gracias de todas formas Aiden — le respondo y no puedo sacar de mi mente la cara de Jacob cuando me echó de su casa.
— ¡Lucas! — abro mis manos y mi mejor amigo corre hacia mí, me abraza con fuerza y ma da los dos besos reglamentarios en las mejillas. — Que son esas fachas Miranda — me dice — el hecho de que estés en esta clínica no te da el derecho a permanecer sin tratarte y estar bella — yo sonrío y veo sus ojos humedecidos, está intentando ser fuerte, no mostrarme lo sorprendido que está. — He perdido mucho peso — le digo. — Y estás muy pálida — me responde y sonreímos, sentimos un carraspeo detrás y recuerdo que el doctor Taylor se encontraba aquí. — Perdón doctor, Lucas es un amigo que ha venido desde España — le digo y ellos se presentan — tengo una inquietud, yo tengo un implante desde hace casi 5 años, ¿podrían sustraerlo, por favor? — le pregunto en voz baja. — Claro Miranda, no es necesario en este momento y no queremos que el bebé sea tocado por más hormonas de lo necesario — asiente, se despide y sale de la habitación. — ¿Estás embarazada? — Grita Lucas y sus lágrimas finalmente se