Las Vegas - E.E.U.U Un mes antes de la boda Estamos casados. Así como cuando vas a sacar dinero de un cajero automático, como no teníamos testigos, la siguiente pareja se ofreció a serlo, eran unas personas mayores, yo diría que, entre 40 y 50 años, se veían realmente enamorados. Mi anillo es hermoso, Jacob me dijo que era de su madre y que siempre lo llevaba en un compartimiento de su billetera, me quedó perfecto. Para él, compramos un anillo de oro blanco liso que vendían en la capilla, extremadamente costoso. Ahora soy la señora Wilding, suena tan extraño, pero Jacob no para de repetirlo y besarme. — Señora Wilding, me encanta como suena — me dice — y me encantará mucho más, decírtelo mientras te follo — susurra mientras bailamos pegados, cada poro de mi cuerpo siente al suyo, y me toca sin parar por todas partes, no puedo pensar en otra cosa que no sea tenerlo dentro de mí, me he vuelto una ninfómana en una sola noche. — Me muero por estar dentro de ti, hermosa — pasa sus lab
Seis meses antes de mi boda ¿Por qué siempre me dejo convencer por las locuras de Ali?, hace 15 minutos el concierto de su grupo favorito terminó, lo sé porque estoy afuera de la entrada esperando a que aparezca, tengo las luces encendidas y estoy escuchando “De Música Ligera” de Soda Estéreo, crecí con esta música, a mis padres les encanta y me han trasmitido su pasión por el rock en español. Ali, siempre termina involucrándome en sus aventuras extrañas, se le ha ocurrido que después del concierto bajemos a la playa y nos encontremos con algunos amigos, solo que como yo no iba a gastar más de cien euros pagando un boleto de un concierto donde voy a ver un grupo que no me interesa, pues me pidió que la recojiera después del concierto y yo, que soy bien tontita le he dicho que sí. Mi teléfono suena y cuando voy a revisar si el mensaje es de Ali, alguien abre la puerta del pasajero de mi vehículo. — Hola — Me dice un chico con un ligero acento americano — ¿Quién eres tú? — le pregun
Alicia no ha llegado, así que continuamos esperando, Jacob aprovecha para besarme y acariciarme todo el tiempo. Una de las chicas se acerca a nosotros y le dice algo al oído, él ríe y yo siento que mi vientre se contrae y me dan ganas de arrancarle la cabeza a la chica. — Hermosa, vuelvo en un segundo, voy a hacerme unas fotos con las chicas — me dice. No comprendo porque desean hacerse fotos con él. Imagino que es porque es muy guapo, pero viene conmigo, no está solo. Él se levanta, se hace varias fotos con las chicas, se ríen y hablan entre ellos, no alcanzo a comprender lo que dicen y me molesta sobremanera no saberlo, me siento apartada y creo que ellas quieren acapararlo. Pero que barbaridades estoy pensando esta noche. — Listo — Me da un leve beso cuando vuelve. Uno de los chicos le presta una guitarra, y Jacob comienza a tocar una melodía lenta, me mira y sonríe. — Tal vez el destino ha creado esta melodía para ti y para mí Miranda — me susurra antes de empezar a cantar c
En el presente, una semana antes de mi boda — ¡Hola querido! ¿Tendrías una pastillita para el dolor de cabeza porfa? — Esa soy yo todos los lunes, pidiendo pastillitas para el dolor, es que tengo dos amigas a las que no sé cómo soporto, ni porque les sigo la corriente y quieren ir de juerga todos los fines de semana, que ya tengo 26 años por Dios y no estoy para estos trotes. — Mira, deberías dejar de salir con tus amigotas los findes – Me responde Lucas, mi lindo compañero de trabajo, soy delineante, en realidad soy arquitecta y trabajo como delineante porque cuando hace más de tres años, empecé a buscar empleo por primera vez, solo me llamaron a una entrevista en este despacho de arquitectos y para el puesto de delineante, acepte encantada y prometí continuar buscando un trabajo como arquitecta y aquí estoy tres años después, sigo en lo mismo y no he hecho hasta ahora ninguna búsqueda, de nada. Tampoco quiero aceptar la ayuda de mis padres que tienen bastante influencia en la ciuda
1 mes antes de mi boda. Las Vegas, EEUU — ¡Miranda! — escucho su voz y pienso que en realidad he bebido mucho, eso me pasa por no poner atención. — ¡Miranda! — vuelve a repetir y escucho su voz risueña, sigo pensando que estoy soñando o muy bebida— dale, gira, no te hagas como si no me recordaras y olvidaste mi voz — me giro en la silla alta del bar con mucho cuidado de no caer y veo a Jacob de pie frente a mí, lleva una gorra, como hace tantos meses y sus ojos no dejan de mirarme intrigantes, profundos. — ¿Qué haces aquí? — le pregunto sin poder creer que después de que han pasado 5 meses desde nuestro breve encuentro, estemos frente a frente. Él habló del destino y tal vez sea verdad. Alicia y Vanessa decidieron adelantar un poco mi despedida de soltera, porque según lo que entendí, habían conseguido boletos para un concierto de su grupo favorito en las Vegas. Nosotras vivimos en España, así que no es muy lógico, pero, Vanessa es azafata o auxiliar de vuelo y pues taran, ella co
En el presente, una semana antes de mi boda - No puedo creerlo Mira – me dice Lucas mientras sostiene mi mano, y escucha todo sobre la relación entre Jacob y yo, desde que nos encontramos en la costa. Dejo de pensar en el pasado, solo recordar todo lo que pasó y a Jacob me hace poner caliente.- Me pusiste caliente con la follada del baño – me dice Lucas mientras salimos del local.- ¡Lucas! – me tapo la cara, qué vergüenza.Al llegar a la oficina, le digo a Lucas que voy a los aseos, él sonríe con picardía y me arrepiento de haberle contado todo.Cuando salgo, me tropiezo con uno de los arquitectos, que me mira con mucha lascivia, es un tipo repugnante y no lo soporto.- Chica – me dice, ya que en tres años no ha logrado aprenderse mi nombre, o no le da la gana de decirlo – Necesito para hoy los planos terminados del edificio Torrealba- Me guiña el ojo.- Lucas – me siento a su lado – ¿tienes los planos del edificio Torrealba?- Creo, ¿por qué? – me dice – Mira, en tu acta de matri
Vuelvo a recordar esa noche en las vegas y mientras le cuento a Lucas, mi cuerpo se estremece. Las Vegas EE.UU Un mes antes de la boda — Un amigo Miranda — pone su mano en mi mejilla y con la otra aprieta mi cintura y me acerca a él — no tendría una erección del tamaño de la que tengo ahora, ni las ganas inmensas de follarte que tengo desde que te vi en el bar — me da un beso con fuerza, siento su rabia, su impotencia y paso mis manos por su espalda, trato de acercarlo a mí, pero Jacob interrumpe su beso y se separa de mí, se gira boca arriba y pasa su mano por la cara — Duerme Miranda, no quiero que digas que me he aprovechado de ti — gira su cara levemente y me mira, su mirada me atrapa — No quiero acostarme contigo si estás borracha. — No lo estoy — le respondo en un susurro y trato de acercarme a él — Miranda — toma mi mano y la aleja — yo no soy tu novio, a mí no tienes que rogarme y te juro que, si no quieres dormir y sigues tocándome, obtendrás lo que quieres, que estoy seg
— Nena, cálmate — se ríe mientras continúa tocando y rozando su miembro contra mí — Solo necesito que lo digas. — ¿Estoy de acuerdo vale? — Introduce otro dedo — Fóllame sin nada, pero ¡fóllame ahora Jacob! — Él se ríe, gira mi cara y me besa salvajemente mientras se introduce con fuerza dentro de mí. — Con gusto, hermosa — En la primera estocada me deja sin respiración y tengo que agarrarme de las sábanas, Jacob se inclina y levanta mi pierna, hace palanca sobre sus caderas y siento su miembro embestir de nuevo y salir, adentro, afuera, adentro, afuera, con su mano derecha sostiene mi pecho y mi cuerpo sube y baja sobre su polla, mi cabeza descansa por segundos en su cuello y cuando las sensaciones me sobrepasan la dejo caer e intento encontrar una bocanada de aire. Jacob agarra con su mano libre el cabecero de la cama, lo que permite ubicarse en un ángulo en el que con cada penetración pareciera que quisiera destruir mis paredes vaginales, yo grito, escucho el choque cuerpo contra