Me despierto un poco desorientada, necesito darme un baño, tengo hambre y no sé qué hora es, las cuatro de la tarde, eso quiere decir que es la media noche en España, llamaré mañana. Tengo varios mensajes de mis padres y uno de mi única hermana, es mayor que yo y está casada con un alemán súper rico, no tiene hijos y la verdad, no sé qué hace con su vida, es diez años mayor que yo y una cirujana reconocida y nunca se ha interesado mucho por mi vida. CÁNDIDA ROSA: No puedo creer lo que has hecho. Mamá está destrozada y muerta de la vergüenza, ya te imaginarás a Papá. Necesito hablar contigo urgente. Espero tu llamada. Ni un hola o un adiós. Es el mensaje más largo que me ha enviado en mi vida, porque en las fechas especiales, como mis cumpleaños, solo me escribe “Felicidades” y cuando se acuerda. NÚMERO DESCONOCIDO: Arregla tus maletas o tu ataúd. ¡Mierda! Este mensaje logra alterarme mucho más, todavía no sé si decirle a Jacob. Me levanto y me doy un baño, tengo un vestido manga la
— Yo estaba seguro de lo que estaba haciendo, Miranda — me dice mientras tira de mis manos y me hace levantar, me sienta en sus rodillas y rodea mi cintura, yo trato de levantarme, pero él se aferra fuerte a mí — Yo quería hacerlo, porque sabía que contigo podría estar bien. — No digas tonterías Jacob — intento levantarme de nuevo — Tu padre no podría deshacerse fácilmente de las cosas, él es un personaje público y obtendría muchas críticas. — Sobre las casas, de pronto tendría que actuar de forma más reservada — me dice — pero las obras, él puede venderlas porque nadie sabe de la relación de la artista con mi padre, ni siquiera que era mi madre. — Lo siento Jacob, pero yo no puedo comprometerme a estar contigo todo ese tiempo — suelta el agarre y yo me levanto — Tú podrías enamorarte de alguien y yo ya estoy enamorada de Carlos. Esto es una completa locura. — No lo estás — dice mientras acerca su boca a mi cuello — ¿Cómo? — le pregunto — No estás enamorada de él — me toma del cu
Viajando a España, el día de la boda (Cancelada) — Eres una m*****a perra Miranda, voy a acabar contigo y con la estrellita esa que tienes de esposo — Me dice Carlos con rabia, lleva hablando como 5 minutos y no ha dejado de insultarme o, mejor dicho, de insultarnos, porque Jacob no se ha librado. — Carlos, te aseguro que no quería que nada de esto pasara, solo… — Cállate Miranda — esto al parecer va para largo y yo me siento super culpable, porque finalmente fui yo quien lo traicionó primero, quien a pocos días del matrimonio lo dejó tirado y lo ha metido en el escándalo mediático más grande de España, o eso es lo que me ha dicho Lucas, que las noticias de espectáculos no han dejado de hablar de la española que conquisto a uno de los bajistas y vocalistas americanos más sexys. — Carlos — trato de calmarlo — Lo siento muchísimo, de verdad, voy a viajar y podremos hablar, pero no voy a permitir que me estes insultando — tengo que hacerlo, no puedo ser una cobarde y dejar a Carlos co
Jacob — ¡Mierda! – Grito lleno de frustración y lanzo mi vaso lleno de whisky contra la pared frente a mí, escucho un murmullo y me giro a mirar a los chicos de comunicación y a mi representante — ¿Qué es lo que le pasa a esta mujer? Estoy intentando arreglar y controlar todo y a ella solo se le ocurre largarse a Madrid, a la vuelta del puto océano — grito — debo grabar, controlar a mi padre, a los periodistas y tratar de mantener la cordura y ella ¿qué hace?, se va a ver con su exnovio, después de que dejó continuar los preparativos de un matrimonio que no podía hacer — me acerco a una chica rubia, delgada y muy baja del equipo de comunicación — Dime — la pobre me mira como si fuera a desmayarse, si no estuviera tan cabreado, me haría reír — ¿Qué harías tú en mi lugar?. — Yo… yo…yo — La verdad es que no me interesa su respuesta, hace mucho tiempo dejé de actuar cegado por la rabia y la violencia, pero hoy no me reconozco, nadie aparte de Miranda me había hecho pasar de un estado emo
Miranda —¿Tienes algún problema con eso? — Carlos se levanta y se para al frente de Jacob ¡Es un cobarde! Es más pequeño que él, por lo que trata de inclinarse un poco, el brazo me duele y llevo mi mano hacia el lugar donde Carlos me hizo daño. — Si tocas a mi mujer, claro que lo tengo — Responde Jacob, que mira a Carlos como si fuera un mosquito molesto. — ¡Vamos! — me adelanto y tomo la mano de Jacob, quiero salir de esta casa inmediatamente, parece que desde hoy no tengo familia. — No te atrevas a dar un paso afuera de esta casa Miranda — Me dice mi padre y mi mano se tensa, Jacob la aprieta y se gira hacia mi padre. — Supongo que usted es el señor Aguilar — le ofrece la mano a mi padre, quien continúa con las suyas en las caderas — Sin problema — dice Jacob y baja la mano, veo por el rabillo del ojo como Carlos sonríe — Hubiese preferido presentarme ante usted en otras circunstancias, señor. — No en mi caso, joven — le dice mi padre y yo me acerco a él y trato de halarlo para
— ¿Ahora quieres intentarlo Miranda? — Jacob se levanta de la cama, está desnudo y es la cosa más hermosa que he visto en mi vida — Miranda, me dejaste como un idiota y cogiste un avión sin decirme nada. — Lo sé — le digo mientras recojo la sabana y me cubro con ella, me siento más segura si discuto tapada que en cueros, como Dios me trajo al mundo — Lo siento mucho, te juro que solo quería arreglarlo todo, explicar lo que había pasado… — ¿Y para eso necesitabas que dos hombres te recibieran en el aeropuerto y que todo fuera transmitido en directo? — me grita mientras se pasea por la habitación, todavía desnudo. — Fue una trampa — le digo mientras camino sobre la cama y trato de salir de ella, me estoy haciendo un lío — Mi padre le dijo a Carlos a la hora que llegaba y él preparó todo con los periodistas. — No me jodas, Miranda — me dice y se acerca a mí — Con el padre que tienes, ¿vienes y confías en él? — Yo… — me siento como una niña pequeña, abandonada por su padre — tenía la
El ruido es ensordecedor, la gente grita emocionada, me siento tan orgullosa de verlo ahí parado, tocando el bajo y cantando en compañía de los chicos, es emocionante escucharlo. — Hola, señora Wilding, venga conmigo, por favor, debemos llevarla a los camerinos — me dice una chica que tiene una tarjeta de organizadora. — Gracias — caminamos por unos pasillos, los chicos salieron por el lado contrario al que me encontraba yo, alguien le pregunta a la chica sobre unos equipos y tardan más de quince minutos en ubicarlos. Seguimos nuestro camino y llegamos a una zona donde se encuentran algunos periodistas y luego entramos a un gran salón, el ruido y la cantidad de gente es increíble, hay muchas chicas y el alcohol corre como el agua, busco con la mirada a Jacob. No estamos bien, desde que regresamos de España, todo va de mal en peor. Giro a la izquierda y logro verlo con una chica que ríe y le rodea la cintura, se levanta para alcanzarlo y él se inclina hacia ella mientras le habla al o
"Mira, ¿Por qué estás llorando?" — me dice Lucas un poco alterado, sé que es tarde en España, pero necesitaba hablar con alguien — "¿Qué haces llamándome a esta hora?" — ¿Lucas? — no puedo dejar de llorar — Siento llamarte a esta hora, yo … Yo … — No puedo hablar, estoy desesperada — Me voy a morir, Lucas. "Miranda, hermosa, no me asustes por favor" — escucho la voz de mi amigo y siento que lo extraño un montón — "Primero, cálmate por favor y cuéntame qué está pasando". — Tienen que hacerme varios exámenes — trato de calmarme — pero al parecer estoy muy enferma, Lucas — vuelvo a llorar. "Nena, nena, no llores, por favor" — escucho su voz intentando calmarme. — Ellos… creo que ellos quieren descartar un cáncer, Lucas — escucho su exclamación — Tengo muchos síntomas y un bulto en el pecho, van a hacerme exámenes y tal vez una operación y yo no … "Yo estaré contigo, voy a viajar ahora mismo y voy a …" — No — lo detengo — Lucas, no tienes que dejar todo por mí, yo… Son solo sospecha