Makena y Matt prepararon los arcos y las navajas, incluso me dio una a mí y Sven para protegernos, el plan era encontrar una entrada desde la cueva, pero solo eran suposiciones. Los nervios eran palpables, no sabíamos que esperar y mi mente se remitía a lo que paso anoche, aquel beso… y luego el rechazo. Desde que me levante, Matt no me había mirado a los ojos ni una sola vez, una parte de mí sentía tristeza, removiendo sentimientos que había querido parar anoche. Pensé que si me despedía y tajante tomaba una decisión, mi mente cerraría por fin aquella historia inconclusa, que supiera que tenía que dejarlo ir, que era lo mejor para mí…. Pero entonces, si no funcionaba, si no podía dejar de sentir esto. ¿Qué haría…? «—Yo lo amo…» —No me hagas esto Sefire, por favor solo guarda silencio como antes. «—Guarde silencio cuando decidiste estar con ese lobo, guarde silencio cuando dejaste a Bleick... esta vez quiero que me escuches. Tanto tú como yo, ama a ese hombre, deja de negarlo… y no
Parecía que mi pesadilla había salido a mi mundo, y ahora intentaba matarme, mire a la chica que hacía unas horas me había dicho su nombre, y aún no me lo podía creer, Palt… la hija de Paul estaba viva, frente a mis ojos… y no solo eso, ella había vivido engañada toda su vida, y manipulada por quien sabe quién. Sin contemplación me empujo hacia la puerta después de caminar lo que me pareció kilómetros por esos enrevesados túneles, mis ojos se acoplaron a la luz blanca de hospital de la habitación, cuando observe bien la habitación tenía ser pinta de un laboratorio, las máquinas, las probetas y los miles de artefactos. Matt entró tras de mi guiado por Galaxy. —¿Qué cojones es este lugar? —murmuro Matt acostumbrándose a la fuerte luz como yo. —Bienvenidos al laboratorio del futuro, aquí se creerá un precedente, en la historia de la humanidad. —Ahora… ¡Arrodíllate! —me increpo girándose hacia mí. —¿Qué pretendes con esto…? Ya nos tienes, pero aún no he visto a Paul —sonrió sínica y d
La tierra retumbó y una fuerte explosión aturdio nuestros oídos mientras veía como aquella preciosa cueva se derrumbaba desde sus adentros, nadie volvería a entrar a ese lugar, nadie tendría que volver a sufrir, estar retenido en tan horripilante laboratorio. Miré a mi alrededor y vi la devastación que había quedado provocado todo esto. Galaxy se encontraba al lado de una Palt, abatida en el suelo. Si no fuera porque Makena y la manada llegaron a tiempo para sacarnos de esos túneles, la historia sería diferente. Intente ayudar a los niños que habían capturado, estaban hambrientos y a asustados. —Paul está muy mal, me lo llevaré primero, ¿usted se encuentra bien? —Gracias, Makena, pero yo estoy bien, solo tengo algunos raspones. Preocupará por favor llevar a estos niños a la manada y tratarlos. —Dije levantándome del lado de la pequeña. —¿Y qué haremos con ella? —Señala a Palt que permanecía en el suelo, una parte de mí sentía lástima por aquella niña trasformada en máquina para mat
La sangre de mi padre cubría mis manos, mientras las gotas de lluvia las lavaba, cerré los ojos evitando ver el cuerpo inerte de mi padre en el suelo, mi peor pesadilla se había cumplido, aquello a lo que siempre escape hoy me demostraba que era mi destino terminar siendo lo que jure nunca ser… tembloroso me levante apretando mis puños con fuerza, cuando me gire un panorama diferente se mostró ante mí. Un inmenso charco hundía mis pies, reflejando un intenso azul mientras el infinito negro se lo comía todo, sabía dónde estaba, era mi mundo interno... eso significaba. Una silueta negra se acercó hasta mí alterando las tranquilas aguas, una risa se hizo eco en él vació lugar y sus ojos rojos brillaron. —Beliat… —murmure cuando salió de la bruma una sonrisa que enmarcaba su rostro, rostro que era mío, idéntico a mí… era como verme en un espejo, solo que con un perpetuo carmesí en sus ojos. —Parece que por fin he saciado mi sed de sangre, el destino de cualquier hijo de un alfa se ha cum
Una muerte por otra Dos meses Como cada noche me desperté con la respiración acelerada recordando aquel nefasto día, pasé mis manos por mi rostro hasta que sentí la mano de Berenice posarse en mi pecho, gire mi rostro en la cama, y al verla un suspiro de desepcion broto de mi boca. Relativamente ella provocaba que mi pecho pesara, aparte su brazo, saliendo de las sábanas, tomé mi bata y salí de la inmensa carpa viendo el amanecer y la quietud del bosque despertando. —¿Que es esa voz que escucho…? Como si me llamara solo a mí. —Murmure mirando con intensidad al tupido bosque verde que de sus entrañas escupía una niebla espesa. Y sin pensármelo un segundo más me trasforme en lobo y salte hacia el bosque, adentrándome a sus raíces. Beliat… lo repetía, pero él tampoco sabía que era lo que nos llamaba con tanta insistencia. El viento acariciaba mi pelaje, y los millones de sonidos sobre la tierra y el cielo, de cada pequeña flor, insecto y animal siendo movida por el viento o dejando su
Algo se está gestando. —¿Como va la vida de alcaldesa? —¿cómo crees? —esbozo una sonrisa, encendiendo un cigarrillo apoyado en la barandilla, mientras la brisa refrescaba aquella noche. —De seguro debe ser divertidísimo, además… de alguna manera te pega, tienes ese aire. —Prefiero no saber de qué aire hablas. —Sonrió levemente mirando hacia el horizonte. Sin poder evitarlo le mire y pregunte. —Siempre hablamos de mí, pero realmente no sé nada de ti… ¿adónde te fuiste por tanto tiempo? —Solo fueron dos meses… tan pronto y ya me extrañaste —indico inclinando su cuello hacia mí con esa petulante expresión y ceja sobresaliente. —Bien, no me digas… solo quería saber más cosas de mi supuesto salvador, eso era todo. —¿Salvador? Yo no te salve ese día Angela, simplemente me aleje de algo que no quería para mí, solo vele por mí, y tu estabas ahí como mi oportunidad para saltar al vacío…. —pensativa, tome el cigarro de su mano y le pegue una calada. —Egoísmo o no, me sacaste de ahí cuan
Madre luna dame paz…Saque de mi bolsillo aquella cápsulas que me dio Gaspar y cuando intente meterme una a la boca, Paul tomo mi mano y la lanzo con fuerza, le mire incrédula y sin decir nada también me arrebato las demás pastillas.—¿qué diablos crees que haces? Te… te has vuelto loco.—¿Por qué tomas esas pastillas?—¡Que te importa! —zanje arrebatándoselas.—¿sabes lo que son siquiera? Desde lejos puedo oler su desagradable olor.—Pues no lo sé, no tengo tu sentido del olfato. De todas maneras, Las he tomado toda mi vida, cuál es el problema ahora. —Río sin gracia, negando para acercarse a mí, y de un golpe seco hacerlas caer de mi mano para luego pisarlas con fuerza.—Preguntante porque no te has podido trasformar, y todos tus sentidos están adormecidos —abrí mis ojos inertes, viéndolo alejarse por el pasillo. Mire una última vez las pastillas y siguiéndolo pregunte.—Tal vez sea lo mejor, no se convivir con esta parte de mí.—Son inhibidoras para suprimir nuestros instintos, por
Golpe bajoVi las luces del camión, iluminar los árboles en una de las curvas de la carretera, la velocidad disminuyo en el mismo punto de encuentro, puse mi capucha y les hice la señal a los demás, con agilidad nos acercamos al camión y tocamos dos veces provocando que el hombre bajara, les hice una señal a mis hombres para que se dispersaran mientras negociaba con él. Cuando me acerque a la parte de atrás del camión, el hombre abrió las puertas subiéndose a la bodega.—Lo mismo de siempre.—Bien —empezó a sacar las cajas mientras la noche nos amparaba con su oscuridad.—¿ha habido algún problema?—Todo bastante tranquilo —indico sacando la segunda caja que uno de mis hombres tomo, pero me fije que temblaba como una hoja, entonces pregunte.—Tardaste esta vez, ¿pasa algo en el camino?—No pasa nada… terminemos esto cuanto antes. —sin poder creerle una palabra, todo encendió mis alarmas, esto no me gustaba. Tome su mano con fuerza provocando que saltara del miedo, ya no era unos simpl