—Vamos, Jouna, me conoces… déjame entrar con el preso un rato, solo quiero comprobar algo. —Ya le dije que no puedo, señor Paul, si se enteran de que el preso tuvo visitas antes de su juicio me echaran a mí. —Respire hondo apoyándome en el cristal del segurata. —Solo necesito esos minutos con él… y te juro que te recompensaré —dije deslizándole algunos billetes, alzo su mirada y dije. —Serás recompensado, sé que te juegas tu puesto, pero necesitó este favor —debatiéndose aceptarlos o mandarme a la m****a. Tomo el dinero e indico nervioso. —E-está bien… pero que sea rápido, señor Paul, no podré dejar la cámara en bucle por mucho tiempo. —Asentí con una sonrisa mirando a nuestro alrededor, abrió las puertas y le seguí con agilidad hasta la celda del preso, tomo las llaves tecnológicas y abrió el pabellón, empujo la reja dejándome entrar y en un pasillo de puertas blancas, la sección de máxima seguridad, se puso frente a una de las puertas, e introdujo la llave. Escuchando el bip de l
—¿Alfa se encuentra bien? —inquirió Makena con preocupación, intentando seguirme el paso, cuando de repente me derrumbe en el suelo.—¡Alfa! —Alce mi mano con rapidez en el suelo, impidiendo que se acercaran, algo quería brotar de lo más profundo de mi ser. Tembloroso enterré las uñas de mis manos en mi pecho, reteniéndolo con el dolor físico.—¡Aléjense! —increpé con una voz profunda mientras mis garras se enterraban en la tierra y mi respiración era incontrolable. Mis dientes empezaron a salir perdiendo totalmente el control de mi cuerpo.—Ya oyeron, alfa, ¡Largo! Escolten a su luna a la manada, yo me encargaré de esto —increpo Makena y los demás se alejaron cumpliendo sus órdenes. Peguen un grito que se trasformó desgarrando mi piel mientras impedía que saliera. De repente mis huesos empezaron a romperse, eran como puñaladas una tras otra, me revolqué en el suelo intentando soportarlo, pero era algo que jamás había sentido. ¿Qué mierda me pasaba…?—¡Beliat, para! —grite intentado q
—¡Gran sabia, el alfa no se encuentra bien, ha perdido el control! —increpo Makena entrando a mi carpa con la respiración acelerada.—¡¿Qué ha pasado Makena?!—Ha perdido el control de su lobo después de la reunión, no sé qué le pasa, pero está sufriendo.—¡Magda, apúrate, toma mis runas y todas mis herramientas! ¡Makena, llévanos donde se encuentra el Alfa, y trae dos hombres de tu confianza por si nos ataca!—¿Atacarnos? ¡El alfa jamás nos atacaría, eso que dice es una blasfemia, gran sabia! No es mejor traerlo aquí.—La sangre de alfa nubla el Juicio, le advertí que pasaría esto… y lo mejor será no traerlo a la manda, nadie puede verlo en ese estado.—¿De qué hablan? ¿Qué estado…? ¿Han estado escondiéndonos algo?—El alfa no está en su mejor momento, y no ayudará en nada que su manada lo sepa. Deja de preguntar Makena y apúrate —el chico salió con preocupación, tome las cosas que Magda me alcanzo y murmure.—Sabía que este momento pasaría, tenemos que ir rápido.Cuando abrí mis ojo
«—La vi en mi sueño… y me pidió que te dijera que seas feliz sin ella» Aquellas palabras de Matt cargaban hacia mí con tanta contundencia que me sentía sin aire al cual meter a mis pulmones. Eran tan sencillas y cortas, sé feliz… ¿Cómo diablos se podía serlo? ¿Cómo? Si a duras penas podía caminar sin desmoronarme, sino fuera por Matt, y lo mucho que me rogó que me necesitaba a su lado. Cuál es la mejor forma de vivir…—Porque le dejaste verte, y a mí no Sky… he deseado tanto volver a verte, aunque sea en mis sueños, y llorado tanto a la diosa luna porque me lleva a tu lado, solo escucharte una última vez… aunque sea un segundo. —Seque aquellas lágrimas traicioneras murmurando en voz baja.—Como se supone que sea feliz, si la persona que te arrebato de mi lado sigue viva… ¡Que se supone que debo hacer si no estas! —grite con fuerza frente al lago, los pájaros salieron despavoridos. De repente sentí los pasos de alguien, y el olor de Makena me vino, intenté calmar mis ánimos girándome h
El inicio del festival de la cosecha comenzó temprano en la mañana con todos los pueblerinos ayudándose unos a otros a arar y fertilizar las tierras, Hackett siempre fue un lugar dado a la naturaleza, prospero de las mejores tierras fértiles, cuando estudiaba para prepararme para ser alcaldesa, me enteré de que los Joknar eran tan buenos cuidando de sus tierras que prosperaron por muchos años, hasta la llegada de mis antepasados. Me puse mi sombrero de paja y acomodando mis zapatos de tacón bajo, tome la cesta que ya había preparado y me encamine al pueblo.—Señorita Ángela, quiere que llame a Gaspar para que la acompañe.—Déjalo Marian, debe estar muy ocupado si no vino a buscarme. Con los hombres de seguridad me basta.—Y el señor, Paul, ¿quiere que le avise?—No… —dije, yo más inquieta por Paul, parecía preocupado por algo, él intentaba animarme, pero no me dejaba saber que lo tenía tan inquieto y era un poco frustrante.—Estaré bien, daré algunas palabras a los pueblerinos y regal
Unos días antesMientras veía a Ángela dormir sostuve el papel de aquel número que ese preso tanto evito que tuviera, un mal presentimiento de todo esto me embargo. Algo muy raro, estaba pasando y estaba seguro de que no era nada bueno, mire a Ángela de nuevo y desee contarle mis preocupaciones, pero ella no necesitaba más dramas que no tenían explicación aún, tenía mucho en lo que ponerle atención, y no quería ser la causa de sus miedos. Acaricie su nube de cabello miel provocando que me abrazara. Suspire alto sintiendo este intenso cariño que se desbordaba por esta mujer tan rápido y descontrolado que me asustaba que no fuera igual para ella, no mentiría me sentía inseguro solo de pensar que era el remplazo de Matt… sin poder aguantarlo me levante de la cama y me vestí, prefería encontrar la amenaza que nos asechaba para protegerla que seguir pensando el poco tiempo que me quedaba a su lado, bese su frente y me aleje en oscuridad de la noche.Tome el número entre mis manos mientras
—¿Paul… que te pasa? Porque me dices esto. —Inquirí mirándole con preocupación.—Solo prométemelo, para el futuro… —entonces entendí por sus contundentes palabras, que el dolor de su perdida lo vivía como si fuera aquel día tan trágico, entonces asentí.—Perdón, no quería preocuparte… luego te lo contaré todo, pero ahora estoy seguro de que quieres que esta fiesta salga a delante, por el pueblo —alce mi mirada para verle, y tomando su rostro en mis manos y le mire sería.—Paul confió tanto en ti, que podría dejar mi vida en tus manos… —sonrió y beso mi frente.—Aún tienes un beso que darme, cuando la gala termine quiero todo de ti… —se acercó a mis labios y murmuro.—Lo tienes ya todo de mí, Ángela… —le miré con intensidad y su mirada repaso mis labios, entrado los dos en una nebulosa de deseo embriagador que queríamos cortar.—Lo único bueno de contenerme, es que cuando sucumba a ti, voy a desmenuzar el momento hasta saciarme entero —mi corazón latió con rapidez deseosa, solamente el
La gala parecía trascurrir con normalidad, y el ambiente parecía tranquilo, bebí de mi copa de champán mientras miraba la hora de mi reloj, y si le había pasado algo a Paul, me prometió que volvería. Ya había negociado con todos y cada uno de los alcaldes y no podía dejar de preocuparme por él, se veía tan nervioso.—Linda velada… —sorprendida me giré reconociendo esa voz, Matt se acercó a la barandilla observando las vistas.—Yo diría extraña. —Se giró hacia mí con curiosidad.—No entiendo por qué, al parecer, todo salió bien, pensé que las personas del pueblo serían más reticentes al ver que estamos colaborando, pero Galaxy me contó que fueron muy amables las familias granjeras, de hecho, los que parecían ser más fríos los invitaron a un plato en su mesa. —Sonreí levemente satisfecha.—Hasta, Galaxy estaba más silenciosa, no tenía ninguna queja —dijo con diversión, pero mi expresión se entristeció.—Supongo que es normal, que no confié, más que ella sabrá el sufrido de lo que es per