«—La vi en mi sueño… y me pidió que te dijera que seas feliz sin ella» Aquellas palabras de Matt cargaban hacia mí con tanta contundencia que me sentía sin aire al cual meter a mis pulmones. Eran tan sencillas y cortas, sé feliz… ¿Cómo diablos se podía serlo? ¿Cómo? Si a duras penas podía caminar sin desmoronarme, sino fuera por Matt, y lo mucho que me rogó que me necesitaba a su lado. Cuál es la mejor forma de vivir…—Porque le dejaste verte, y a mí no Sky… he deseado tanto volver a verte, aunque sea en mis sueños, y llorado tanto a la diosa luna porque me lleva a tu lado, solo escucharte una última vez… aunque sea un segundo. —Seque aquellas lágrimas traicioneras murmurando en voz baja.—Como se supone que sea feliz, si la persona que te arrebato de mi lado sigue viva… ¡Que se supone que debo hacer si no estas! —grite con fuerza frente al lago, los pájaros salieron despavoridos. De repente sentí los pasos de alguien, y el olor de Makena me vino, intenté calmar mis ánimos girándome h
El inicio del festival de la cosecha comenzó temprano en la mañana con todos los pueblerinos ayudándose unos a otros a arar y fertilizar las tierras, Hackett siempre fue un lugar dado a la naturaleza, prospero de las mejores tierras fértiles, cuando estudiaba para prepararme para ser alcaldesa, me enteré de que los Joknar eran tan buenos cuidando de sus tierras que prosperaron por muchos años, hasta la llegada de mis antepasados. Me puse mi sombrero de paja y acomodando mis zapatos de tacón bajo, tome la cesta que ya había preparado y me encamine al pueblo.—Señorita Ángela, quiere que llame a Gaspar para que la acompañe.—Déjalo Marian, debe estar muy ocupado si no vino a buscarme. Con los hombres de seguridad me basta.—Y el señor, Paul, ¿quiere que le avise?—No… —dije, yo más inquieta por Paul, parecía preocupado por algo, él intentaba animarme, pero no me dejaba saber que lo tenía tan inquieto y era un poco frustrante.—Estaré bien, daré algunas palabras a los pueblerinos y regal
Unos días antesMientras veía a Ángela dormir sostuve el papel de aquel número que ese preso tanto evito que tuviera, un mal presentimiento de todo esto me embargo. Algo muy raro, estaba pasando y estaba seguro de que no era nada bueno, mire a Ángela de nuevo y desee contarle mis preocupaciones, pero ella no necesitaba más dramas que no tenían explicación aún, tenía mucho en lo que ponerle atención, y no quería ser la causa de sus miedos. Acaricie su nube de cabello miel provocando que me abrazara. Suspire alto sintiendo este intenso cariño que se desbordaba por esta mujer tan rápido y descontrolado que me asustaba que no fuera igual para ella, no mentiría me sentía inseguro solo de pensar que era el remplazo de Matt… sin poder aguantarlo me levante de la cama y me vestí, prefería encontrar la amenaza que nos asechaba para protegerla que seguir pensando el poco tiempo que me quedaba a su lado, bese su frente y me aleje en oscuridad de la noche.Tome el número entre mis manos mientras
—¿Paul… que te pasa? Porque me dices esto. —Inquirí mirándole con preocupación.—Solo prométemelo, para el futuro… —entonces entendí por sus contundentes palabras, que el dolor de su perdida lo vivía como si fuera aquel día tan trágico, entonces asentí.—Perdón, no quería preocuparte… luego te lo contaré todo, pero ahora estoy seguro de que quieres que esta fiesta salga a delante, por el pueblo —alce mi mirada para verle, y tomando su rostro en mis manos y le mire sería.—Paul confió tanto en ti, que podría dejar mi vida en tus manos… —sonrió y beso mi frente.—Aún tienes un beso que darme, cuando la gala termine quiero todo de ti… —se acercó a mis labios y murmuro.—Lo tienes ya todo de mí, Ángela… —le miré con intensidad y su mirada repaso mis labios, entrado los dos en una nebulosa de deseo embriagador que queríamos cortar.—Lo único bueno de contenerme, es que cuando sucumba a ti, voy a desmenuzar el momento hasta saciarme entero —mi corazón latió con rapidez deseosa, solamente el
La gala parecía trascurrir con normalidad, y el ambiente parecía tranquilo, bebí de mi copa de champán mientras miraba la hora de mi reloj, y si le había pasado algo a Paul, me prometió que volvería. Ya había negociado con todos y cada uno de los alcaldes y no podía dejar de preocuparme por él, se veía tan nervioso.—Linda velada… —sorprendida me giré reconociendo esa voz, Matt se acercó a la barandilla observando las vistas.—Yo diría extraña. —Se giró hacia mí con curiosidad.—No entiendo por qué, al parecer, todo salió bien, pensé que las personas del pueblo serían más reticentes al ver que estamos colaborando, pero Galaxy me contó que fueron muy amables las familias granjeras, de hecho, los que parecían ser más fríos los invitaron a un plato en su mesa. —Sonreí levemente satisfecha.—Hasta, Galaxy estaba más silenciosa, no tenía ninguna queja —dijo con diversión, pero mi expresión se entristeció.—Supongo que es normal, que no confié, más que ella sabrá el sufrido de lo que es per
Soltó un fuerte gruñido que me hizo retroceder un paso atrás, me mantuve firme por el fuerte temple de Sefire que me impedía huir asustada, pero sabía perfectamente que no había manera de enfrentarnos a esta cosa, tenía que sacar a todos los civiles de aquí, miles de pensamientos me vinieron a la mente quedándome inerte en mi lugar.—¡Ángela, te dará tiempo para que saques a todos de aquí!—¿Qué? —al girarme un lobo negro gigante salto sobre mí, propinándole una fuerte mordida en el cuello aquella cosa bestia que se agitó gritando. Sin perder tiempo corrí hasta el primer piso esquivando los vidrios y los escombros, de repente una mesa voló a mi dirección provocando que me lanzara al suelo, esta agilidad no era mía… Sefire me estaba ayudando. Me levanté con rapidez y corrí hacia la esposa del alcalde, de reojo vi a Galaxy mirando como Matt luchaba con esa cosa.—¡Galaxy, ayúdame a sacarlos, Matt nos está dando tiempo antes de que esa cosa nos vea de nuevo! —me miro con dureza y parecía
Cuando salí de la mansión protegida con una manta térmica de los sanitarios, una marabunta de periodistas e importantes gestores de la prensa de Hackett se acercaron hacia mí con sus micrófonos, avasallándome a fotografías mientras Gaspar y los hombres de seguridad intentaban apartarlos de mí.—¡alcaldesa! ¡Por aquí, alcaldesa! ¿Es verdad que la mansión fue víctima de otro atentado por parte de los salvajes? Salvajes.—No, los Jokhnar no han tenido que ver con este ataque y tampoco con el anterior atentado. Mi secretario Paúl dará una entrevista muy pronto sobre ese caso, así que lo mejor es no desinformar a la ciudadanía con chismes sin fundamento.—¡Alcaldesa! ¡Alcaldesa! ¿Entonces quién ataco las inmediaciones de la alcaldesa? Hay ya un culpable.—Después de una exhaustiva investigación, mi equipo de seguridad determino que todo fue una explosión en la sala de calderas, parte del sótano y el primer piso de arriba resultaron afectados, hiriendo a varios invitados, pero por suerte no
Sentí un fuerte choque eléctrico que me levanto de la cama, respire agitado como si volviera a la vida, al alzar la mirada, la expresión de reproche de la gran sabia me recordaba mis malas acciones, aparte la vista y ella propinó.—No le advertí de las consecuencias de dejar salir esa bestia. —Me levanté de la cama en silencio, vistiéndome mientras veía la marca del sello en mi pecho arder, solté un suspiro y la gran sabia propino enojada lavando sus manos llenas de sangre.—Esa cosa quería hacer daño a Ángela, simplemente perdí el control… fue inevitable.—Pero no se da cuenta de que cada vez que pierde el control, esa bestia consume su alma como consumió la de su lobo —aquellas palabras apretujaron mi pecho recordando a Beliat, ¿no lo volvería a ver? Aparte esos aquel punzante dolor que solo me provocaba hundirme en la tristeza.—Ha podido hablar con su luna, le ha expuesto en el peligro que esta, tal vez a si razoné en la grave situación que esta —alzo un espejo frente a mí dejándo